Café y cortisol, ¿afecta la taza de la mañana a nuestro estrés o ansiedad?
Tomar cafeína cada mañana además de despertarnos puede afectar a nuestros niveles de cortisol en el cuerpo. ¿Qué consecuencias tiene esto?
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Es casi ley. Nos levantamos por la mañana y lo primero que hacemos es encender la cafetera. Esperamos ese “chute” de cafeína para despertarnos. Yo misma he dicho en más de una ocasión eso de que sin café no soy persona. Oh, wait… tal vez no lo estamos haciendo tan bien como deberíamos, ¿no crees?
Eso parece. Y es que recientes estudios han puesto sobre la mesa la relación entre café y cortisol y apuntan a que ese primer café de la mañana puede no ser tan beneficioso como pensábamos.
Todo sobre el café y el cortisol
Café y cortisol, ¿cómo afecta la cafeína a esta hormona?
El cortisol es conocido como la hormona del estrés. Tiene un papel muy importante en la forma en la que metabolizamos los alimentos, equilibra los niveles de azúcar en sangre, regula la inflamación, controla la presión sanguínea, entre otros beneficios.
Pero, ¿cómo funciona el cortisol? Vamos a intentar explicarlo de un modo sencillo y para todos los públicos: cuando nos despertamos, los niveles de cortisol comienzan a subir y encuentran su pico más elevado más o menos a las dos horas de levantarnos. Conforme va avanzando el día, el cortisol disminuye y nos va relajando para que volvamos a la cama a dormir y podamos descansar correctamente.
Sin embargo, si le metemos cafeína al cuerpo nada más despertarnos y no esperamos a que el cortisol llegue a su pico, podríamos estar interfiriendo en su desarrollo normal y llegaríamos a unos niveles demasiado elevados, según las conclusiones extraídas del ‘Anual Review of Nutrition’, que analizó más de una centena de publicaciones relacionadas. Regular las hormonas siempre debería estar en el centro de nuestras necesidades.
¿Qué pasa si el café aumenta el cortisol?
Aumentar el cortisol de forma artificial cuando él mismo está incrementando sus niveles de forma natural podría tener ciertas implicaciones para nuestra salud. Un exceso de cortisol de forma continuada podría estar relacionado con el desarrollo de diabetes tipo 2, presión arterial alta, incluso problemas óseos y cardíacos, además de problemas de estrés y ansiedad.
Según las conclusiones extraídas del ‘Anual Review of Nutrition’, antes de tomar cafeína deberíamos esperar unos 90 minutos desde que nos despertamos.
Café en ayunas y cortisol
En los últimos meses se está hablando mucho sobre la relación del café en ayunas y cortisol. De momento, las evidencias científicas no son concluyentes, aunque parece que es una buena idea esperar al menos 90 minutos desde que nos levantamos para tomar ese primer café del día.
Café y cortisol: he dejado el café en ayunas y así ha sido mi experiencia
Últimamente tengo el foco puesto en disfrutar de una alimentación consciente y unos hábitos saludables: nada de alcohol, descansar bien, no trasnochar, hacer deporte, reducir el azúcar… Por eso, también he intentado posponer ese primer café del día.
La primera semana me costó muchísimo y ahí encendí los warnings. ¿No tendré yo un poco de adicción a la cafeína? Es posible. No me malinterpretes, no es algo que me preocupe en exceso. La cafeína tiene sus beneficios, pero soy consciente de que todo debe estar siempre equilibrado y que ningún tipo de dependencia es buena.
A pesar de este esfuerzo, no abandoné y superada esa primera semana ya he normalizado esperar para tomar ese primer café. Me levanto a las seis y media y hasta las ocho u ocho media no tomo cafeína si me quedo en casa teletrabajando. En el caso de que tenga que ir a algún sitio, entonces sí adelanto el desayuno para no salir al mundo con el estómago vacío (manías que tiene una).
Si sientes que no puedes prueba a sustituirlo por café descafeinado, para conseguir ese efecto placebo y poco a poco reducir la cantidad de cafeína y la hora a la que la consumes.
En mi caso, la verdad es que no he notado cambios, más allá del factor psicológico. He eliminado esa dependencia al café y esa sensación de que sin él no podía ser productiva. Y eso ya es un avance importante.
Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2257922/