Diccionario obsoleto de la regla: ¿y si empezamos a llamar a las cosas por su nombre?
La prima, el tomate, esos días… El diccionario obsoleto de la regla da para mucho y es otra demostración del tabú social de la menstruación.
Aquello a lo que no somos capaces de llamar por su nombre es porque nos avergüenza o lo queremos ocultar. Y aunque deberíamos sentirnos libres de poder hablar de cualquier cosa, hay un tema que, personalmente, me toca especialmente la moral. Sí, ese “pudor” que en muchas ocasiones seguimos sintiendo al hablar de la regla. Todas usamos, con mayor o menor frecuencia, nuestro propio diccionario obsoleto de la regla.
La prima, el tomate… Hay tantas formas de llamar a la regla que a veces no nos damos cuenta de que suena muy ridículo
¿De dónde viene esta necesidad de usar eufemismos para hablar de la menstruación?
No te estoy echando la bronca solo a ti, a mí también me ha pasado muchas veces y me sigue pasando en determinadas ocasiones o en ciertos círculos. Como si fuera algo que tuviéramos que esconder. Podemos contar abiertamente en cualquier momento que nos duele la cabeza o que tenemos hambre (por poner un par de ejemplos), pero ocultamos que estamos menstruando.
No hace falta que lo gritemos a los cuatro vientos como si fuéramos un vendedor de periódicos ambulante de principios del siglo XX. “¡Extra, extra! ¡Me ha venido la regla!”. Pero hay momentos en los que sí viene al hilo de la conversación y nos sentimos avergonzadas y tratamos de ocultarlo bajo un eufemismo. Ha llegado el momento de parar esto.
La regla, en determinados círculos, sigue siendo un tabú social. Este es el principal motivo por el que inconscientemente tratamos de ocultarla bajo una especie de código secreto para que solo algunas entiendan o sencillamente para que no resulte tan directo.
Pero, ¿a quién le molesta realmente? A ti seguro que no, ya estás más que acostumbrada a ella. ¿A tu jefe? ¿A tu suegro? ¿Al colega de tu pareja? Dile de mi parte que el problema no es ni tuyo ni de tu regla. El problema lo tienen ellos.
Hay personas que se sienten cómodas con el sangrado libre, mientras que otras ni siquiera pueden hablar de ella por su nombre. Cuanto menos curioso.
Diccionario obsoleto de la regla: 7 formas absurdas de nombrar la menstruación
La menstruación o la menorrea son los términos médicos más acertados si queremos hablar con propiedad. Pero regla o período son otras formas de referirnos a ella sin caer en eufemismos ridículos.
Durante décadas las personas menstruantes hemos ido creando una especie de diccionario obsoleto de la regla y que, en cierto modo, nos han ayudado a sentirnos más cómodas al hablar de ella. Pero a estas alturas de la vida ya no estamos para avergonzarnos de algo tan natural como esto.
Destierra de tu vocabulario este diccionario obsoleto de la regla y dale la naturalidad que merece.
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La prima:
“Ha venido mi prima”, “¡qué mala suerte!, me voy de viaje y viene mi prima”, “ya está aquí mi prima”. Esta es una expresión que se utiliza muy a menudo y que, si la analizas bien, es bastante ridícula.
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Esos días / en mis días:
Es quizá la forma más elegante y la más aceptada socialmente, incluso en entornos de trabajo. “Estoy en mis días”, “me duele la barriga porque estoy en esos días”… Con esto ya todos entienden. Y realmente no es una expresión que suene ridícula, pero párate a pensar por qué la dices en lugar de hablar abiertamente de menstruación o regla.
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El tomate:
¿De verdad creemos que queda más bonito llamar así a la regla? Es una descripción bastante gráfica y, desde mi punto de vista, algo desagradable…
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Vino Andrés:
“Vino Andrés”… El que viene una vez al mes. Es una expresión bastante utilizada en Argentina y otros países de América Latina. Ponerle nombre propio a tu regla no deja de ser extraño.
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La visita:
La visita… ¿de quién? Si la otra persona no está muy avispada o no coge el contexto, puede dar lugar a más preguntas y al final hacerte sentir más incómoda todavía.
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Dolores de mujer:
“Estoy con mis dolores de mujer”. De base, esto ya puede ser poco inclusivo, pero además solo visibilizamos la parte negativa. ¿Has escuchado alguna vez que alguien está con dolores de hombre? Suena raro, ¿verdad?
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Estoy enferma / Estoy mala:
Este es el concepto que más me indigna dentro de este diccionario obsoleto de la regla y lo he escuchado muchísimo en mi grupo de amigas. “Me he puesto mala”. No, tener la menstruación no es estar enfermas.
¿Nos cuesta menos hablar de la regla con mujeres que con hombres?
Hace tiempo que intento hacer el ejercicio de hablar de la regla (si viene al caso, claro) abiertamente y lo cierto es que me parece ya un tema bastante natural y me he quitado ese tabú. Pero sí que detecté al principio que me costaba más mencionarlo con amigos que con amigas.
Hoy en día ya hago las mismas bromas independientemente de con quien esté. Obviamente entre nosotras nos comprendemos mejor, pero la menstruación es nuestra realidad y no tiene sentido que no seamos capaces de hablar de ella o incluso que la escondamos. Es algo tan natural como respirar. No lo olvides.