Mi experiencia con radiofrecuencia facial (sí, el famoso Indiba®): ¿realmente funciona?
En los últimos años este tratamiento ha ganado popularidad, pero ¿en qué consiste? Te contamos nuestra experiencia
Como una va cumpliendo años y no escapa de los mandatos sociales, el verano pasado decidí aprovechar para dar un paso más en las limpiezas faciales de cabina y pedir un tratamiento para mejorar la textura, luminosidad e hidratación de mi cara. Y es que las que somos de piel seca-sequísima, como es el caso, además de tener un recordamiento tirante de la dermis que nos chilla para que no descuidemos nuestro skincare ni un poquito, tenemos la “mala suerte” de arrugarnos con más facilidad al ir haciéndonos mayores. Podría deciros que la arruga es bella y todo lo que queráis, pero yo lo que quería es tener una piel aterciopelada, jugosa y joven. Lo siento por ser permeable a las exigencias estéticas que tanto critico. Puede que sea una más de mis tantas contradicciones feministas (todas las tenemos).
Abrí Google para buscar centros con buenas valoraciones y fueron estas opiniones las que me llevaron hasta Sanitec Center, donde Rosa, una mujer absolutamente encantadora, me aconsejó según mi edad, tipo de piel y los resultados que esperaba conseguir que comenzara un tratamiento con Indiba® Deep Care. Yo había visto este nombre en más centros, pero no tenía ni idea de qué iba la cosa, y como me inspiró mucha confianza, me puse en sus manos.
Ficha técnica del tratamiento facial con Indiba® Deep Care
Como igual muchas de vosotras tampoco sabéis de qué hablo, comenzamos esta review con una pequeña ficha técnica:
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¿Qué es?
Es un tratamiento de radiofrecuencia que integra la terapia manual y el movimiento para acelerar la recuperación natural de la piel o prevenir el envejecimiento.
Lo hace con temperatura (que no calor) para incentivar la actividad de las células dérmicas y potenciar la síntesis de colágeno y elastina.
Esta tecnología patentada por Indiba® (por eso tenemos que indicar esa R) opera a una frecuencia específica estable a 448 kHz, lo que provoca efectos térmicos y subtérmicos para bioestimular, vascularizar e hiperactivar los tejidos. En su web puede consultarse la bibliografía científica sobre su eficacia probada en diferentes campos.
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¿Para qué se utiliza?
Se utiliza en estética tanto para tratamientos faciales como corporales, pero también en fisioterapia, medicina deportiva, fisioestética, ginecología e incluso con animales.
En esta review nos vamos a centrar en la parte facial.
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¿Es seguro?
Totalmente. No es invasivo, no duele y es 100% seguro. Eso sí: el profesional que vaya a hacer el tratamiento tiene que asegurarse de que no estás en alguno de los supuestos en los que no se recomienda, o, de estar en ciertas situaciones, que cuentas con la aprobación de un médico.
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¿Para quién se recomienda?
Si nos centramos en la parte facial, que es la que yo he probado durante el último año, se recomienda para cualquier persona interesada en mejorar el aspecto de su piel o adelantarse a esa pérdida de colágeno y elastina que llega inevitablemente con la edad.
Es a partir de los 25 años cuando comenzamos a perder estos complementos como un proceso totalmente natural, por lo que a partir de ese momento es posible empezar con el tratamiento.
Su uso en pieles más jóvenes es más preventivo y con hacerlo una o dos veces al año es suficiente. Con la edad y dependiendo del estado de la piel y de las características de cada una, se pautan diferentes frecuencias.
Puede utilizarse como tratamiento principal (lo que yo hice) o como parte de otros (tanto quirúrgicos como no quirúrgicos) para mejorar los resultados.
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Precio por sesión
Esto varía mucho dependiendo de la ciudad (yo lo he estado haciendo en Salamanca, pero quizá en Madrid es más caro, por ejemplo) y también de la máquina que tengan en el centro.
Por marcar una horquilla, puedes encontrar sesiones desde 50-60 euros hasta 100-120 euros.
Lo importante, si buscas esta tecnología específica, es saber que estás pagando por la tecnología Indiba®. Si quieres confirmar que el centro donde lo vas a hacer está acreditado, hay un registro disponible aquí.
Experiencia con Indiba® Deep Care facial durante un año
Ahora que ya sabes un poco de qué va este tratamiento del que tanto se habla, te cuento lo que yo he notado en mi piel. Empecé en agosto del año pasado y en este tiempo me he dado unas cinco sesiones. En cada una de ellas me he tumbado en una camilla sobre una placa (que será la que haga de conductora con “la máquina”), me han retirado el flequillo de la cara con una cinta y me han tratado tanto la cara como el cuello y el escote, que son esas típicas zonas de las que no te acuerdas. La sesión comienza con una limpieza suave de la piel a tratar, algo que Rosa me confirma que no es un protocolo que establezca la marca, pero que todos los técnicos de estética saben que es más que recomendable para que el tratamiento sea más efectivo.
Una vez el rostro está limpio, comienzan a pasarte un aparatito por la cara que no está caliente, pero que da una sensación agradable. Y ahí comienzan las pasadas por rostro, cuello y escote durante el tiempo que establezca la profesional, a modo de masaje. El rato que pasas lejos de ser indoloro es, de verdad, súper relajante. Rosa, además, finaliza siempre la sesión con sus propias manos con algo que yo (con los ojos cerrados) entiendo como una especie de guantes. Para quedarse dormida, la verdad.
Ahora bien: ¿se nota? En el último año he estado yendo cada 3-4 meses, aproximadamente (según me cuadrara por viajes y demás). Quizá soy una persona muy optimista, pero veo mi piel mucho mejor desde entonces. Desde luego, en el momento de acabar la sesión y mirarte en el espejo hay un efecto wow importante: te ves radiante.
Este efecto va in crescendo durante los siguientes días, por lo que te suelen decir que, si tienes un evento o algo especial en lo que quieras brillar, aproveches para reservar tu sesión un par de días antes.
Yo, que como he dicho tengo la piel muy seca, la noto más jugosa e hidratada que antes de comenzar con estas sesiones, algo que, a pesar de ser súper disciplinada con mi rutina de skincare y cada vez más exigente con los productos que utilizo tanto por la mañana como por la noche, no había notado antes. Por cierto: no seas como yo y empieces a cuidar tu piel cuando te mande cartas de auxilio. Llámalo autocuidado, rutina personal o como quieras, pero dedica el tiempo que merece este órgano externo (¡y usa protección solar siempre!).
Lo mejor y lo peor de Indiba® Deep Care
Lo +
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Va al interior: no se trata de algo que mejore tu piel unos días, sino que estimula la producción de esos compuestos que se tienen naturalmente y que, naturalmente también, se pierden con los años.
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Es un tratamiento no solamente indoloro, sino muy relajante (al menos esa es mi experiencia).
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Tiene aval científico (que no está de más con toda la oferta estética que hay hoy en día).
Lo –
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No es un tratamiento que destaque por su bajo precio, pero mi opinión es que es mejor invertir un poco más (si es que es posible) que gastar el dinero en cremas o tratamientos de sin eficacia probada.
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Según se indica en la página web de la propia marca, no se recomienda en caso de usar marcapasos u otro tipo de implantes electrónicos, al estar embarazada o si sufres de tromboflebitis.
También hay una llamada para prestar especial atención si tomas una medicación anticoagulante o estás en tratamiento oncológico, para lo que se requiere un permiso médico (en Sanitec también me lo explicaron así).
Cómo lo ve una experta en estética
Rosa Martín Miguel abrió junto a su hermana Yolanda Sanitec Center en Salamanca en 2015, el centro donde llevo un año yendo a hacerme este tratamiento. Aunque ambas estudiaron carreras que poco tenían que ver con este mundo, finalmente se especializaron en técnicos de estética. Sus años de experiencia hacen que confíen en Indiba®, no solo porque conocen a fondo la marca (solo pueden utilizarla profesionales registrados que, además, reciben formaciones al respecto), sino que a lo largo del tiempo han visto cómo sus clientas han mejorado su piel gracias a estas sesiones.
La clave, según Rosa, es que se trabaja con temperatura y que actúa a nivel interno para esa regeneración celular. Lo utilizan para conseguir ese aspecto joven, pero también para facilitar el cuidado y cicatrización de heridas, acelerar la recuperación de los tejidos, reducir hematomas… A nivel estético, ofrecen tratamientos con Indiba® también para tratar algunas cuestiones corporales y capilares, ya que al aumentar el flujo sanguíneo aumenta la nutrición, se evita la caída y se refuerza la fibra.
En su centro, que cuenta con registro sanitario, también lo utilizan los fisioterapeutas para tratar lesiones, inflamación, dolor, esguinces, y, desde hace dos meses, cuentan con una ginecóloga que lo puede prescribir previa valoración para algunas cuestiones como la sequedad vaginal.
Conclusión, ¿merece la pena?
Si te preocupa lucir una piel tersa e hidratada y te encaja ese desembolso cada cierto tiempo (depende de tu piel y tu edad), mi respuesta es que sí, merece la pena. Mi consejo en cualquier caso es que te pongas en manos de quien te dé confianza y dejes que te recomienden. Así lo hice yo y pienso seguir con las sesiones.