«No es un método de diagnóstico precoz». Una radióloga nos ayuda a resolver la eterna duda sobre la autoexploración de mamas: ¿sí o no?
Hablamos sobre la eficacia de la autoexploración de mamas. ¿Lo estás haciendo correctamente? ¿Es realmente una medida eficaz para la detección precoz del cáncer?
Cada año en España se diagnostican más de 34.000 nuevos casos de cáncer de mama. Aunque parezca increíble en este contexto, todavía hay muchas mujeres que ignoran sus revisiones ginecológicas e incluso no se plantean la autoexploración de mamas. Pero, ¿qué papel juega la autoexploración en todo esto? ¿Es realmente útil para detectar el cáncer? Ahondamos sobre este a veces controvertido tema con la Dra. Marta Martínez, radióloga de la unidad de mama del Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza.
¿Es realmente útil la autoexploración para prevenir el cáncer de mama?
Hasta ahora entendíamos la autoexploración como una medida preventiva. Sin embargo, en términos de detección precoz, esta práctica tiene limitaciones muy claras. La Dra. Marta Martínez, radióloga, explica: «La autoexploración no es efectiva como método de diagnóstico precoz del cáncer de mama, ni siquiera cuando la realiza un especialista». Esto se debe a que las lesiones más tempranas del cáncer son microscópicas y no se pueden palpar. Así que, si el objetivo es detectar el cáncer antes de que avance, la mamografía sigue siendo la herramienta indiscutible.
No obstante, esto no significa que la autoexploración sea inútil. Realizarla de forma regular te permite conocer tu cuerpo y estar alerta ante cualquier cambio, como variaciones en la consistencia del pecho, secreciones o asimetrías. La autoexploración también puede ayudar a detectar patologías benignas, como quistes o fibroadenomas, siendo un complemento útil, aunque nunca un sustituto de las mamografías.
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Mamografías y rangos de edad: el diagnóstico temprano, clave para la supervivencia
La única forma comprobada de mejorar el tratamiento y la supervivencia en cáncer de mama es mediante un diagnóstico precoz a través de revisiones mamográficas periódicas. En España, el programa de prevención incluye a mujeres entre los 50 y 70 años, que suelen someterse a mamografías cada dos años. Según los resultados, el radiólogo puede recomendar pruebas adicionales, como ecografías, y, si es necesario, controles más frecuentes, cada seis meses o un año.
Por suerte, el sistema de salud español está considerando ampliar este rango a mujeres entre los 45 y 75 años para mejorar la detección temprana. Algunos expertos sugieren que los 35 años serían una edad adecuada para la primera mamografía. Mientras tanto, como indica la Dra. Marta Martínez, desde los 20 años es recomendable empezar con la autoexploración, que en edades tempranas sirve para familiarizarse con las mamas y, ante cualquier cambio, poder acudir al médico para solicitar una ecografía, la prueba más adecuada para menores de 35.
Consejos para una autoexploración eficaz
Mucho se habla de la autoexploración, pero muchas mujeres no saben por dónde empezar. Siguiendo los consejos de la experta en radiología, te mostramos cómo realizarla de manera correcta en pocos minutos.
1. Inspección visual: frente a un espejo con buena iluminación, observa ambos pechos sin ropa y en una posición relajada. Toma nota de la forma, tamaño y simetría de tus mamas, y fíjate en cualquier cambio en su apariencia habitual, como retracciones del pezón, enrojecimiento o textura de la piel.
2. Palpación por zonas: la palpación permite examinar cada parte del tejido mamario. Usando la mano opuesta al pecho a explorar, divide mentalmente la mama en cinco zonas, dibujando una cruz con el pezón en el centro. Palpa suavemente desde la zona superior, en círculos desde fuera hacia el centro, aplicando diferentes niveles de presión para examinar capas superficiales y profundas. Al finalizar, aprieta suavemente el pezón para comprobar si hay alguna secreción.
3. Revisión de la axila y el área clavicular: el tejido mamario puede extenderse hasta la axila y la clavícula, por lo que también es importante palpar estas áreas para detectar posibles bultos o inflamaciones.
Consulta siempre a tu gine ante cualquier cambio
Como asegura la Dra. Marta Martínez, es fundamental mantenerse alerta ante cualquier cambio de nueva aparición, ya que esta puede ser una señal de alerta. Es importante prestar especial atención a nódulos que no se mueven, retracción de la piel o del pezón, enrojecimiento que no desaparece y secreciones anormales.
Si observas algo fuera de lo común, acude a un especialista lo antes posible, aunque esto no significa necesariamente la presencia de cáncer. Detectar variaciones o irregularidades a tiempo puede acelerar el proceso de diagnóstico y facilitar el tratamiento adecuado. Las revisiones periódicas con profesionales médicos permiten detectar incluso cambios mínimos que, con frecuencia, no son perceptibles durante la autoexploración y aseguran un cuidado integral.
No olvides que mantener una rutina de autoexploración no solo te ayuda a conocer tu cuerpo, sino que también fomenta una comunicación más precisa con tu médico, ya que podrás describir cualquier cambio con confianza y claridad. La autoexploración es una herramienta de conocimiento personal y de control, mientras que las mamografías y otras pruebas recomendadas por los especialistas permiten un diagnóstico precoz efectivo, cada uno complementando al otro en el cuidado de la salud mamaria.