Ejercicios Tantra para reforzar la conexión íntima

Esta antigua filosofía de vida nos invita a redescubrir la intimidad desde la presencia para vivir una experiencia sexual más consciente

junio 6, 2025 Escrito por Sara G. Pacho

Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Cada vez son más las parejas que buscan formas de vivir la intimidad desde un lugar de mayor conexión emocional, presencia y cuidado mutuo. Frente a los modelos tradicionales que privilegian la rapidez y el rendimiento, el Tantra –al que también podríamos referirnos como mindful sex o sexo consciente– nos ofrece una alternativa basada precisamente en estos valores. 

Lejos de lo que se suele pensar, o al menos en su aplicación más contemporánea a la que nos vamos a referir en este artículo, no se trata de una práctica de corte esotérico, ni tampoco es algo exclusivamente sexual. Es más bien una manera de vincularnos más atenta, sensible y profundamente transformadora a través de ejercicios simples, pero muy poderosos, tal y como nos ha explicado la Dra. Emma Ribas, psicóloga y sexóloga clínica especialista en Sexualidad Consciente, autora de ‘Mindfulsex. El sexo que revolucionará tu vida’

Los mejores ejercicios tántricos

En contra de lo que puede parecer, practicar tantra en pareja no requiere experiencia previa, ni una espiritualidad desarrollada, ni formar parte de ninguna comunidad extraña. Requiere algo mucho más simple, pero esencial: voluntad de encontrarse, de mirar al otro sin prisa y de escuchar lo que tienen que decir los cuerpos cuando se les da ese tiempo y ese espacio para que se expresen. Acostumbradas como estamos a vivir aceleradamente y a cumplir con objetivos, a veces también en el plano sexual, puede resultarnos difícil cambiar esta mentalidad. De la mano de la Dra. Ribas, te ofrecemos una pequeña guía de iniciación a los ejercicios tántricos más efectivos para profundizar en la intimidad. 

Abrazo tántrico

Empecemos por un básico: el abrazo tántrico o mindful hug. Según la sexóloga, se hace desde la presencia y la atención plena para generar sintonía, intimidad y cercanía emocional. “Al estar los cuerpos en contacto, regula el sistema nervioso y reduce el cortisol (la hormona del estrés) y libera oxitocina, lo que provoca un estado de relajación y una sensación de vínculo profundo”, explica. La explicación de esta corregulación es que se activa la rama ventral del nervio vago, que es quien hace que notemos esa calma y conexión. “Sé que estoy en un lugar seguro, fortaleciendo la relación afectiva”, añade Ribas. 

El abrazo consciente es una práctica polivagal ya que trabaja directamente con el sistema nervioso autónomo, generando calma, sensación de seguridad, bienestar físico y emocional. Al equilibrar y sentir la energía de la pareja fomenta la comprensión y empatía favoreciendo una relación consciente.

Dra. Emma Ribas,  psicóloga y sexóloga clínica especialista en Sexualidad Consciente

¿Cómo se practica el abrazo consciente? La experta recomienda escoger un lugar tranquilo y prepararlo para que sea armónico. Ahí, la pareja tiene que adoptar una postura cómoda, sentados, acostados o de pie, cara a cara, y acercarse hasta estar en una posición agradable donde se puedan sincronizar las respiraciones y sentir que la energía fluye y se entrelaza durante el tiempo que la pareja estime oportuno. Al finalizar tampoco hay prisa: se mantiene el silencio y el agradecimiento propio y al otro. 

Beso tántrico

La diferencia entre un beso común y el beso tántrico o mindful kiss, es que este último requiere de más presencia. Es un beso con atención plena que, en palabras de la Dra., “no solo se centra en el placer físico, sino que busca una conexión más profunda, una unión que trasciende, una forma de cultivar la intimidad, la sensibilidad, la vulnerabilidad y el respeto mutuos”. Aquí está la clave para sacar el pie del acelerador y centrarse en las sensaciones, la respiración, el aroma, esa energía compartida. En lugar de besarse con prisa, se trata de buscarse más lentamente, dejando que los labios se rocen despacio. 

Masaje tántrico

Llegamos a uno de los ejercicios tántricos que más connotaciones negativas suele arrastrar, cuando no es más que un ritual de cuidado. Para lograr una experiencia de conexión profunda, la autora de ‘Mindful Sex’ nos recomienda tener en cuenta lo siguiente:

  • Crear un espacio agradable, con música y aromas, para favorecer el estado de calma y apertura.

  • Educarnos en el consentimiento sexual. Según la doctora, es habitual que no prestemos la atención suficiente a nuestros cuerpos y, en su lugar, hagamos lo que se espera de nosotras.

    Lo que nos propone es escuchar al cuerpo, que nunca miente y nos envía constantemente señales de lo que quiere y lo que no.

  • Comunicación consciente. Eso quiere decir que podamos expresar desde la confianza y la seguridad nuestros deseos, necesidades y límites.

  • Respiraciones sincronizadas. No subestimemos el poder de la respiración para generar una conexión más profunda y sentir que estamos vibrando en la misma frecuencia.

  • Despertar el placer. Colocamos la atención en los sentidos con aceites de masaje que nos activen el olfato, con música que escuchemos con consciencia, con el tacto de las manos de la otra persona…

  • Respirar la excitación. La Dra. Ribas nos dice que, si aparece la excitación durante este masaje, podemos hacer el ejercicio de sostenerla en lugar de dejarnos llevar para ir experimentando otros grados de placer sexual más alejados de las prácticas más convencionales o enfocadas a “terminar”.

  • Respeto y amor profundo. Lo ponemos al final, pero podría ser el punto de partida, ya que es este espacio de intimidad el que favorece la escucha profunda, la sensibilidad y el respeto para construir y disfrutar de la experiencia y que esa sea sanadora y transformadora para la pareja.

Más que una técnica, el masaje tántrico es un ritual de cuidado. La pareja se turna para recibir y dar, usando aceites tibios, manos suaves y una atención plena a cada parte del cuerpo. Se recorre la piel sin buscar zonas erógenas directamente, priorizando la relajación, el respeto y el afecto.

Dra. Emma Ribas,  psicóloga y sexóloga clínica especialista en Sexualidad Consciente

Otros ejercicios tántricos en pareja

La sexualidad consciente no siempre implica desnudez o contacto físico. Hay ejercicios tántricos que nos acercan a esa conexión profunda. 

Respiración sincronizada

Es uno de los pilares del tantra, como ya se ha dejado entrever en los ejercicio tántricos mencionados en el apartado anterior. ¿Por qué es tan importante? La Dra. Emma Ribas habla de la respiración consciente como de una herramienta capaz de equilibrar las energías: “genera un estado de presencia compartida y regula el sistema nervioso, lo que a su vez significa confianza y una sensación de trascender la experiencia más allá del cuerpo”. 

¿Cómo podemos practicar la respiración sincronizada? Una vez más, tenemos que encontrar un lugar tranquilo y preparar el espacio para que sea cómodo y agradable. Ahí, sentados o acostados, cara a cara pero con los ojos cerrados, observamos la propia respiración, prestando atención a la inhalación y la exhalación. Una vez que hemos conectado con nuestro inhalar y exhalar, tratamos de ajustarnos al respirar de nuestra pareja y dejamos que el aire entre y salga de los cuerpos a la vez, creando esa sensación de una única respiración compartida. 

Contacto ocular prolongado

Este ejercicio aparentemente simple puede resultar realmente difícil. No estamos acostumbradas a aguantarnos tanto la mirada y mucho menos a hacerlo en silencio. “El contacto ocular es poderoso porque hay una gran transmisión energética en la mirada, abre canales de conexión profunda”, explica la Dra. Ribas, que señala que esa posible incomodidad inicial se supera con la práctica. Para practicar este ejercicio tántrico, nos invita a darnos permiso para sentir cualquier emoción que aparezca en ese mirarse, ya sea la risa o el llanto, soltarla y continuar enfocadas en el contacto ocultar. 

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El contacto ocular prolongado invita a quitarse las máscaras, a dejarse mirar tal y como una es, así como a acoger la autenticidad de la persona que tenemos enfrente con respeto y amor.

Control del orgasmo

Si hablamos de tantra, es común asociarlo a este punto, pero ya hemos visto que no se trata únicamente de “aguantar” una expresión de placer, sino que, una vez más, es una manera de aprender a gestionar y sublimar la energía sexual. Si en lugar de dejarnos llevar por la excitación somos capaces de elevar la consciencia, permitiremos que la energía se mueve e se integre por todo el cuerpo, lo que, a su vez, tiene un reflejo en el desarrollo de la pareja y el nivel de satisfacción de la relación. Y es que, desde la visión tántrica, el orgasmo no es esa meta a alcanzar, sino una energía a expandir. 

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