Polémica en Madrid: Dorsia retirará su lona tras la presión feminista contra su anuncio de aumento de pecho

La asociación Teta&Teta lidera la batalla contra la cosificación corporal y la medicalización de la belleza femenina

mayo 9, 2024 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Era bien temprano esta mañana (aunque todo comenzó en la tarde el miércoles) cuando las redes recogían la última lona polémica de Madrid: Dorsia, la red de cirugía estética, anunciaba una oferta de aumento de pecho con el eslogan “otro verano más cambiando el panorama de las playas”. Las reacciones a esta vergonzosa campaña no se han hecho esperar, ni tampoco las consecuencias: la clínica ha anunciado que la lona será retirada, como recoge el diario El País.

Teta&Teta es una asociación sin ánimo de lucro que en Bloom seguimos muy de cerca porque empatizamos a tope con su labor. ¿Cuál es su objetivo? Desexualizar nuestras tetas. O, más bien, tal y como reza su claim, la mirada. Hoy las mencionamos porque podemos decir que gracias a la presión que han ejercido en redes no solo esta aberración se ha convertido en trending topic como lo que es, una vergüenza, sino que, además, han conseguido que Dorsia se comprometa a retirarla asap. Para que nos intenten convencer de que el feminismo no sirve de nada. Para que nos digan que las protestas caen en saco roto. 

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La asociación ha propuesto denunciar esta campaña publicitaria en el Observatorio de la Imagen de las Mujeres. No han sido las únicas en levantar su voz contra la lona: Instagram se ha llenado de activistas, con más o menos repercusión, haciendo presión para su retirada.

¿Qué es lo que nos enfada de este mensaje? Que se hable de las playas como un panorama donde nosotras tenemos que ser un objeto que otros miren. Esto no solo blanquea de manera flagrante a los mirones que hacen que hacer topless sea una actividad de alto riesgo, sino que vuelve a poner el foco en cómo tienen que ser nuestros cuerpos. Se acerca el verano y es momento de cosificarnos, de provocar (o reavivar) nuestros TCA, de intentar que nos gastemos nuestro dinero en pasar por el quirófano como si 1) lo necesitáramos y 2) fuera algo baladí. 

Cada año, según datos de Teta&Teta, 80.000 mujeres se someten a un aumento de pecho. El 60% son menores de edad. Y nos querrán decir que esto es libertad de decisión sobre nuestros cuerpos. Que esto es feminismo. Libertad sobre nuestros cuerpos es poder abortar en condiciones de seguridad e higiene, no ponerse tetas para contentar al patriarcado, cariño. 

Dorsia lona

Según el estudio ‘La realidad de la Cirugía Estética en España’ realizado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, el 85% de las intervenciones se practican a mujeres. ¿Nuestras favoritas? Aumento de mamas y liposucciones. Sobran las palabras.

Lo llaman empoderamiento femenino y no tiene por qué serlo

Súper a favor de disociar el feminismo de maquillarse, depilarse, ponerse minifalda o cualquier manifestación estética que quiera que nos peleemos entre nosotras. Súper a favor también de que cada una haga con su cuerpo lo que le dé la gana, PERO, ¿realmente somos libres al tomar estas decisiones? Podemos pensar que es lo que nos gusta y seguramente sea cierto: sería muy hipócrita por mi parte no admitir que me encanta teñirme el pelo o pintarme las uñas, que quizá es el escalón más bajo de esta “esclavitud” estética en la que vivimos y de la que formamos parte la gran mayoría, de una manera más o menos consciente. Eso, sin embargo, no quiere decir que esas aspiraciones no nos hagan, de alguna manera, infelices, y desde luego, prisioneras.

Dorsia lona

El impacto de campañas como esta tiene mucho que ver en cómo nos relacionamos con nuestra propia imagen, que siendo mujeres es una tarea realmente complicada. Este tipo de mensajes calan en mujeres de todas las edades: desde bien pequeñas nos enseñan a aspirar a cuerpos imposibles y, además,  nos invitan a banalizar el hecho de pasar por un quirófano.

Primero nos crean el complejo y después, si puede ser de una forma rentable, nos proponen la solución. Menudo plan magistral.

¿Debe ser la cirugía una decisión más responsable?

Son muchas las chicas que, al alcanzar la mayoría de edad, en lugar de querer hacerse un tatuaje o sacarse el carnet de conducir aspiran a meterse en un quirófano para convertirse en “una mejor versión de sí mismas”. No es contra ellas este alegato. Sabemos bien lo que es vivir acomplejadas por el físico.

Queremos poner el foco en el auge de las clínicas de cirugía low cost y las consecuencias provocadas por la alta demanda. Los cirujanos plásticos con especialidad MIR presionan para que se regule su actividad de manera que solo pueda ejercerse por los profesionales adecuados, pero por ahora no ha sucedido.

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