¿Por qué dan tanto miedo nuestras tetas? Desnudando la censura que sigue sobrevolando los pechos femeninos
La cantante Rocío Saiz fue injustamente reprendida cuando daba un concierto en el Orgullo de Murcia de 2023. ¿El motivo? Quitarse la camiseta y dejar ver su torso desnudo a modo de reivindicación mientras cantaba
Si alguna vez has estado en uno de sus conciertos, ya sea como vocalista de las desaparecidas Chillers, como 50% del dúo electrónico Monterrosa o como cantante en solitario, sabrás que Rocío Saiz hace muchas reivindicaciones a favor de la igualdad y del colectivo LGTBIQ+ encima del escenario. Una de ellas consiste en desprenderse de su parte de arriba y mostrar las tetas mientras canta, normalmente a hombros de alguien mientras se mezcla con el público, la mítica canción ‘Como yo te amo’, de Rocío Jurado.
Si no has estado nunca en sus conciertos es posible que te hayas enterado de esta costumbre a raíz de que un policía local de Murcia interrumpiera este momento durante la celebración del Orgullo en la ciudad, señalando que la cantante estaba cometiendo un delito de exhibicionismo. La Policía Local ya ha pedido disculpas públicamente a Saiz y ha aclarado que el agente actuó por iniciativa propia y que será expedientado. Sin embargo, esta polémica ha hecho que nos invada el espíritu de Rigoberta Bandini para preguntarnos -otra vez- por qué dan tanto miedo nuestras tetas.
Entre lo deseado y lo inmoral: paradojas en la percepción del cuerpo femenino
Resulta muy paradójico que, en sociedades donde el consumo de pornografía está normalizado, una mujer amamantando a su bebé resulte grosero o de mal gusto. Los mismos que no son capaces de mirarte a los ojos si te has plantado el escote del año son los que se escandalizan si haces topless en la piscina de la urba o, como Rocío Saiz, aireas las lolas en un concierto donde hay personas, ¡y niños! Y es que enseñar las tetas está bien en contextos sexuales, pero es una indecencia en cualquier otro lugar.
Por supuesto esto no tiene nada que ver con nuestro cuerpo, sino con quien lo mira. Es la cultura heteropatriarcal la que cosifica el cuerpo de las mujeres y categoriza dónde “está bien” que se muestre y dónde no.
Presumimos de ser sociedades muy modernas en lo tecnológico, por ejemplo, pero abrazamos fuerte el puritanismo cuando se trata de poner límites a lo que podemos o no podemos hacer las mujeres. En las redes sociales un pezón femenino es censurado casi al instante, da igual que sea el de tu vecina del 2º o el de la Venus de Willendorf, una escultura del paleolítico de hace unos 30.000 años a la que Zuckerberg no dio el visto bueno para aparecer en Facebook.
Desnudando la censura: pechos como gritos de libertad
No es de extrañar que, sabedoras de las connotaciones impuestas a esta parte de nuestro cuerpo, la utilicemos a modo de reivindicación precisamente en aquellos espacios donde no excita. Donde molesta. Donde nos piden que nos tapemos “por decoro”, ”por higiene” o (esta es mi favorita) “por feminismo”. Porque tú que luchas por la igualdad y estás en contra de la cosificación del cuerpo femenino, de repente utilizas tus tetas para provocar. Có-mo-te-a-tre-ves.
Un ejemplo de los más populares -e irritantes para el patriarcado- son las activistas de Femen, que logran la atención mediática protestando sin camiseta, con mensajes escritos en sus pechos. Si miramos hacia los escenarios, vemos que Rocío Saiz no es en absoluto ni pionera ni la única en mostrar sus tetas públicamente como protesta o provocación.
En los 70, la cantante de The Plasmatics, Wendy O. Williams, solía salir semidesnuda al escenario. Madonna dejó ver uno de sus pechos nada menos que en Turquía, un territorio donde las leyes no son demasiado woman friendly, por decirlo suavemente. Le siguen: Miley Cyrus, Courtney Love y, por supuesto, más cercana en el tiempo y el espacio, Rigoberta Bandini, que recorrió buena parte de los festivales el año pasado cantando aquello de no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas junto a su prima y a teta suelta.
En la otra orilla, encontramos irónicamente las archiconocidas imágenes de quienes han enseñado un pecho sin querer. Y es que si hay una posibilidad por pequeña que sea de avergonzar a una mujer por mostrar su cuerpo, no se desaprovecha: Janet Jackson, Britney Spears, Marta Sánchez, Sabrina… Incluso, si no ha sucedido, se inventa, como le pasó recientemente a Rosalía.
¿Está prohibido enseñar las tetas?
Lo sucedido en Murcia durante el concierto de Rocío Saiz nos hace preguntarnos qué dice la legislación acerca de mostrar ciertas partes del cuerpo. En el caso de que se haga como parte de un show en principio no sería punible, ya que atentaría contra la libertad de expresión. En ningún caso estaríamos ante un delito de exhibicionismo: según el artículo 185 del Código Penal, esto es sancionable cuando quien ejecuta (o hace ejecutar a otra persona) actos de exhibición lo hace con obscenidad y en presencia de menores de edad o personas con diversidad funcional que necesiten especial atención. Por eso el topless, que no tiene nada que ver con la libertad artística ni de expresión, tampoco es punible.
Lo que sí encontramos son normativas a nivel local, sobre todo en las zonas de playa, donde es más común que la gente se destape. Son estas ordenanzas las que establecen la sanción. En cualquier caso, estas reglas son para toda la población, no pueden hacer distinciones entre hombres y mujeres porque eso sería anticonstitucional (art. 14: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”).