¿Qué es la exterogestación? Los 9 meses fuera del útero que marcan el desarrollo de tu bebé
La exterogestación o gestación extrauterina hace referencia a los nueve meses después del parto y el embarazo. ¡Te contamos qué ocurre en esta etapa!
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Los nueve meses que dura el embarazo son muy largos para una madre que tiene que sufrir los síntomas, pero, sin embargo, no son suficientes para el desarrollo completo de un feto. Por eso, una vez que nace, el bebé continúa formándose fuera del útero.
La gestación extrauterina o exterogestación se basa en una serie de cuidados de los padres para un desarrollo físico y emocional más completo del bebé que se verán reflejados en su vida adulta.
Para participar más activamente del desarrollo y crecimiento del bebé en los 9 meses después del posparto, toma nota de las claves de la gestación extrauterina y disfruta de los beneficios que aporta para ti y para tu bebé.
Todo sobre la exterogestación
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¿Qué es la exterogestación?
Las 40 semanas que dura, de media, un embarazo no son suficientes para que un bebé nazca completamente desarrollado y formado. La exterogestación o gestación exterior se refiere a esos 9 meses posteriores al parto en los que el recién nacido terminará de desarrollarse completamente gracias al cuidado de su entorno. Se necesitan 18 meses para un desarrollo completo de un bebé: 9 meses dentro y 9 meses fuera para una formación completa.
¿Por qué 9 meses de desarrollo en el útero no son suficientes?
En la mayoría de los mamíferos, el embarazo dura más de 40 semanas, el bebé nace completamente formado y es casi independiente de la madre. Sin embargo, un bebé humano, cuando nace, es totalmente indefenso, inmaduro y dependiente, esto es porque su desarrollo no se ha completado dentro del útero materno.
Durante los 9 meses (de 38 a 42 semanas) que dura el embarazo, el feto se va desarrollando y creciendo gracias al sustento que le proporciona la madre a través del útero, pero, cuando nace, a sus huesos y a su cerebro todavía les queda bastante para alcanzar la madurez.
De hecho, el cerebro de un bebé en el momento del nacimiento apenas se encuentra en el 25% de su desarrollo y hay un montón de conexiones neuronales pendientes de establecerse.
¿Cómo es posible que los bebés humanos nazcan sin haberse desarrollado completamente? La explicación a este “error” de la naturaleza, estaría en el hecho de que, para que seamos animales inteligentes, necesitamos tener un cráneo grande que pueda alojar un buen cerebro, pero el tamaño del canal del parto es limitado.
Los nueve meses posteriores al parto se convierten en un tiempo clave para el desarrollo completo del bebé y una correcta exterogestación o gestación exterior, garantizaría un correcto desarrollo físico y psicológico del bebé y una estabilidad emocional en su futuro.
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Beneficios de la exterogestación
Practicar la exterogestación no solo es positivo para los bebés, que consiguen completar su desarrollo en los 9 meses después de nacer, también para las madres que pueden forjar en esa etapa el vínculo con su bebé de forma más intensa.
Estos son los principales beneficios de la gestación exterior:
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Desarrollo del cerebro
Los 9 meses después del nacimiento son fundamentales en el desarrollo cerebral y cognitivo del bebé. El contacto cercano de la madre en la exterogestación consigue mejorar mucho las conexiones neuronales que después acompañarán al niño el resto de su vida.
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Sistema inmunológico
La gestación extrauterina ayuda a mejorar el sistema inmunológico del bebé, fundamentalmente a través de la lactancia materna, pero también gracias a una correcta interacción con el entorno.
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Seguridad
La seguridad y confianza que aporta la gestación exterior son claves para que el bebé crezca en armonía sintiéndose protegido. A la larga, esta confianza se traduce en una autoestima más firme y en una mejor manera de relacionarse en sociedad y de afrontar los problemas.
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Apego
El apego familiar no solo es clave para establecer un vínculo sólido entre los padres y los hijos y es, además, una herramienta fundamental para el futuro emocional del bebé. El apego seguro proporciona seguridad, autonomía y una mejor gestión de las emociones.
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Estimulación del lenguaje
Gracias a la conexión que genera un sólido vínculo familiar, el recién nacido aprende a comunicarse con sus padres y eso mejorará su desarrollo del lenguaje y, a futuro, su manera de comunicarse con los demás.
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Bienestar emocional
Hoy más que nunca, somos conscientes de la importancia del bienestar emocional. Se sabe que, en el momento del desarrollo, tener un vínculo fuerte y de confianza con los padres proporciona al niño una estabilidad y se traduce en una mayor capacidad para regular las emociones en la niñez y en la vida adulta.
3 claves de la gestación extrauterina
La gestación extrauterina, 9 meses dentro del útero y 9 meses fuera, se basa también en una serie de comportamientos y actitudes de los padres hacia el bebé basados en el cuidado, el amor y el apego.
Estos son los puntos claves de la exterogestación:
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Lactancia
La lactancia es fundamental para el correcto crecimiento y desarrollo del bebé porque es una fuente valiosísima de nutrientes, vitaminas y minerales. Pero además de ser clave en la alimentación, la lactancia materna es un arma muy poderosa para fomentar un vínculo sólido entre la madre y el bebé.
Durante la gestación exterior, el momento de mamar es para el bebé lo más parecido a su vida en el útero materno, por eso le hace sentirse seguro y reconfortado.
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Apego
En la exterogestación es clave tanto el apego emocional como el apego físico. Por un lado, es muy importante proporcionar al bebé apego emocional a través del cariño y el cuidado y, por otro lado, fomentar el apego físico mediante la lactancia, el contacto piel con piel (sobre todo en los primeros momentos después del nacimiento), el porteo o el colecho.
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Estimulación
Para que el recién nacido desarrolle su cerebro lo mejor posible y aprenda a interactuar con el mundo desde muy pronto, es importante la estimulación.
Teniendo muy en cuenta que hay que respetar el ritmo natural de desarrollo del bebé en cada etapa, es necesaria la estimulación de los sentidos a través de juegos y también interactuando con otras personas y con el entorno.
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