Tus hormonas también pueden alterar tu piel: cómo identificar (y prevenir) la rosácea
¿Cómo saber si mis rojeces en la cara son rosácea? Te ayudamos a detectar los síntomas clave. Todo lo que necesitas saber.
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Los problemas de la piel nos afectan a muchas y, aun sin ser graves, pueden provocar molestias en nuestro día a día. De entre los problemas habituales de la piel, la rosácea es uno de los más comunes, tan frecuente como que se diagnostica al 10% de la población. Afecta fundamentalmente a las mujeres y está muy vinculada a los cambios hormonales.
Desde el rubor al leve enrojecimiento de algunas zonas de la cara, pasando por inflamación general, visibilidad de los vasos sanguíneos y aparición de bultitos y granos de pus. Te ayudamos a identificar los síntomas de la rosácea y analizamos qué factores la desencadenan y qué gestos puedes incorporar a tu día a día para minimizar los problemas que acarrea.
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¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una enfermedad crónica cutánea que se caracteriza por la aparición de rojeces en la cara en forma de brotes. Aun en su evolución más complicada, la rosácea no se considera una enfermedad grave, pero quienes la padecen pueden llegar a sufrir problemas de autoestima porque, cuando se manifiesta, es difícil de ocultar. A base de tratamientos y gestos se pueden controlar los síntomas sin problema, pero no existe una manera definitiva de acabar con la rosácea.
La rosácea afecta fundamentalmente a las mejillas, los ojos, la nariz, la barbilla, la frente y el cuero cabelludo y suele desarrollarse con mayor frecuencia en mujeres con la piel clara en momentos de adolescencia, perimenopausia, premenopausia y menopausia, cuando se producen más cambios y alteraciones hormonales. Aunque, en realidad, la rosácea podría darse en cualquier persona.
Por qué aparece la rosácea no está del todo claro, pero la comunidad científica está de acuerdo en que no es contagiosa, que no se debe a la falta de higiene y que hay algunos factores que la propician más allá de los cambios hormonales, como los antecedentes familiares, la tendencia a padecer problemas gastrointestinales (como estar la bacteria Helicobacter pylori), cuestiones de circulación o las migrañas.
La rosácea suele desarrollarse con mayor frecuencia en mujeres con la piel clara en momentos de adolescencia, perimenopausia, premenopausia y menopausia, cuando se producen más cambios y alteraciones hormonales.
El problema de la rosácea crónica en la piel se manifiesta en forma de brotes y evoluciona constantemente, de manera que no siempre es visible de la misma forma.
Así son las fases normales de la rosácea:
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Fase pre-rosácea o estadio I
Aparece un ligero rubor y rojeces leves acompañadas a menudo de un poco de picor, sequedad y molestias. También aumenta considerablemente el tamaño de los poros. Es la más común de todas y su aparición suele estar vinculada a alguna reacción alimentaria, el estrés, el clima extremo o rechazo a algún cosmético o alimento.
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Fase vascular o estadio II
Si la rosácea evoluciona a peor, las rojeces pasan a ser persistentes y aparecen edemas en la cara y pústulas.
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Fase inflamatoria o estadio III
Cuando la rosácea se complica mucho, a la rojez, el picor y las pústulas con pus se une una gran inflamación.
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¿Cómo saber si tengo rosácea?
Si sientes que tienes cualquier molestia en la piel fuera de lo común, no tardes mucho en pedir cita con un dermatólogo. De esta manera se podrá determinar con exactitud lo que te ocurre y tomar las medidas adecuadas. Jugar con la piel y autodiagnosticarse no es, nunca, una buena idea.
Aunque la manera de evolucionar de la rosácea puede cambiar de unas personas a otras, algunos síntomas comunes pueden hacer saltar las alarmas:
- Enrojecimiento de algunas zonas de la cara y cuero cabelludo
- Picor y sensación de ardor constante
- Aparición de algunos granos con pus
- Aumento (visible) del tamaño de los poros
- Piel más o menos engrosada
- Vasos sanguíneos visibles, sobre todo en la nariz (telangiectasias)
- Ojos enrojecidos y párpados secos
- Nariz inflamada, enrojecida y con bultos. Se dice que la nariz de rosácea tiene apariencia de fresa.
¿Cómo se tratan los problemas de rosácea?
La rosácea no tiene cura definitiva pero existen muchas maneras de frenar sus síntomas. Desde tomar precauciones hasta tratamientos médicos a base de antibióticos. El principal objetivo con la rosácea es evitar que se desencadenen brotes o que evolucione al siguiente estadio, por lo que tomar medidas en cuanto aparezcan los primeros síntomas es fundamental.
Cómo controlar la rosácea
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Temperatura
La enfermedad empeora con el calor y también con el frío intenso y los cambios de temperatura bruscos porque provocan vasodilatación. Evita el agua demasiado caliente y ambientes secos como el de una sauna, por ejemplo.
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Alimentación
Huye de las comidas demasiado picantes o especiadas y también de las bebidas muy frías o muy calientes. El alcohol es potencialmente otro desencadenante de los brotes de rosácea.
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Hidratación
Para evitar la piel seca, es importante mantenerse hidratada, bebiendo una buena cantidad de agua al día.
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Higiene
Aunque no es una enfermedad contagiosa, la higiene de las manos y de la cara debe ser especialmente escrupulosa cuando se tiene rosácea, porque una mala higiene empeora los síntomas. Lo ideal es usar un jabón antiséptico.
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Exposición al sol
La exposición al sol afecta negativamente a la piel con rosácea. Evita largas horas al sol y utiliza protección solar alta en cualquier caso.
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Estrés y descanso
Llevar una vida tranquila favorece la salud de la piel con rosácea. El estrés, las emociones fuertes, la falta de sueño o la actividad demasiado intensa pueden provocar que se desencadenen brotes de rosácea y que la enfermedad evolucione a peor.
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Productos cosméticos
Utilizar cremas, geles limpiadores y maquillajes inadecuados para la piel con rosácea es un riesgo. Mejor productos poco grasos, suaves y calmantes que te recomiende un experto.
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No tocar
Cuando la piel padece rosácea, lo mejor es tocarla lo menos posible porque podría empeorar.
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Control
Los brotes de rosácea no siempre se pueden evitar, pero está bien llevar un control de cualquier cambio en la rutina (detergentes, jabones, medicamentos…) para detectar qué factores desencadenan los brotes.
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Tratamientos médicos
El dermatólogo será quien decida qué tratamiento es el más adecuado para cada tipo de la rosácea. Lo normal es emplear antibióticos para bajar la inflamación y calmar la piel.
Pero también existen soluciones o preparados realmente útiles y algunas técnicas como la luz pulsada o la dermoabrasión, que obtienen buenos resultados con problemas de rosácea.
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