¿Cuándo es (de verdad) necesaria una cesárea? Dos expertas analizan los mitos sobre esta práctica
Hacemos zoom en la práctica de las cesáreas en España para analizar cuáles son sus riesgos y sus beneficios y en qué situaciones son necesarias en los partos
Hace unas semanas, leíamos la noticia de que el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de la ONU determinó que un hospital español había cometido un acto de violencia obstétrica en 2009, cuando decidió practicar una cesárea en un parto contra la voluntad de la madre. A causa de este titular, y después de habernos preguntado también sobre la gestación subrogada, nos hemos preguntado si en España, como se suele decir, se practican más cesáreas de las necesarias, cómo se llevan a cabo y qué consecuencias físicas y emocionales tiene para la madre y para el bebé una intervención por cesárea frente a un parto vaginal.
Para ahondar en diferentes aspectos de las cesáreas, hemos charlado con la Dra. Cristina Torrijo, especialista en ginecología y obstetricia, y con la Dra. Bianca Granados, médico psiquiatra.
¿Qué es una cesárea y en qué casos se hace necesaria?
La cesárea es una intervención quirúrgica mayor que se emplea para facilitar la salida del bebe (y la placenta) en un parto en caso de que la vía vaginal no sea viable.
Las cesáreas no deberían practicarse a no ser que el parto vaginal natural esté suponiendo un peligro para la vida del bebé o de la madre y tras la valoración exhaustiva de un profesional. “Los motivos para hacer una cesárea han cambiado mucho desde que se empezaron a practicar. Al principio, se hacían solo para salvar la vida de la madre, ya que sus consecuencias podían ser muy graves con cierta frecuencia. Actualmente, las indicaciones son mayores, porque la cesárea hoy en día es una técnica segura con pocos riesgos”, explica la Dra. Cristina Torrijo al respecto.
Aunque la vía vaginal siempre es la primera opción para un parto, hay ocasiones en las que se hace necesaria la práctica de la cesárea:
- Posición inadecuada del feto (cuando viene de nalgas, por ejemplo).
- Parto que no progresa de forma adecuada
- En caso de que la madre haya pasado ya por dos cesáreas anteriores o el útero haya sido operado por otro motivo
- Hemorragia vaginal preocupante
- Placentas desprendidas
- Frecuencia cardiaca del bebé con riesgo (registro cardiotocográfico)
- Tamaño demasiado grande del bebé
- Bebés prematuros
- Partos múltiples
- Otras enfermedades de la madre o del bebé que impidan un parto normal
¿Cómo se decide practicar una cesárea?
Cuando se toma la decisión de realizar una cesárea, siempre se tienen que analizar los beneficios y los riesgos en cada caso, especialmente cuando hablamos de cesáreas repetidas en la madre. Para la Dra. Torrijo, lo primero que hay que tener en cuenta es que la decisión de practicar una cesárea es solo de la persona que se hace cargo del proceso del parto de una mujer y no sirven las opiniones a posteriori.
Yo indico una cesárea cuando el parto no progresa a pesar de dinámica correcta durante tres horas sin cambios, cuando lo primero que presenta el bebé no es su cabecita o cuando el monitor, que nos informa del estado de bienestar del bebé, se altera y preveo una duración del parto que me parece excesiva para mantener al niño en esa situación
Algo que antes no sucedía y que ahora está muy presente a la hora de tomar la decisión de practicar una cesárea es que los profesionales tienen muy en cuenta la voluntad de los padres, trazada normalmente en su plan de parto.
“Desde hace unos años, tengo muy en cuenta el deseo de los futuros padres. Si alguien prefiere esperar más de tres horas y el bebe está bien, no me importa seguir esperando. Si la madre me pide una cesárea directa, le informo de las consecuencias y le aconsejo intentar un parto vaginal, pero respeto su deseo. Dicho esto, personalmente, y desde la óptica de 28 años asistiendo a muchísimos nacimientos y con un 27 % de tasa personal de cesáreas, prefiero arrepentirme de haber hecho una cesárea de más que de hacer una de menos. A veces, empeñarse en evitar una cirugía que no tiene muchos riesgos puede traer consecuencias gravísimas para todos”, explica la ginecóloga.
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¿Cómo es el procedimiento de una cesárea?
Cuando ya se conoce el riesgo para la madre o para el bebé, y se tiene claro que el parto no podrá ser vaginal, el equipo médico establece con la madre una cesárea programada. Otra posibilidad es que esté previsto un parto vaginal y durante el proceso empiecen las complicaciones que lleven a los médicos a tomar la decisión de practica una cesárea de urgencia.
La cesárea es una intervención quirúrgica mayor y por ese motivo se debe realizar siempre en un quirófano debidamente equipado para el control exhaustivo de la madre y del feto y, por supuesto, con todas las medidas sanitarias pertinentes.
Una vez que la anestesia (siempre que sea posible, epidural) ha hecho efecto y el equipo médico está dispuesto, se procede a realizar la cesárea. Normalmente se hace una incisión horizontal justo encima del pubis para cortar el tejido abdominal evitando los músculos y otra en el útero para poder sacar directamente al feto y la placenta. Una vez terminada la intervención, se sutura debidamente con los puntos que sean necesarios.
En cuanto al recién nacido, terminada la extracción, el feto es atendido por los pediatras como en un parto vaginal y, siempre que se pueda y no haya habido complicaciones, lo antes posible se procura el contacto piel con piel con la madre.
Cada caso puede ser diferente, pero, por regla general, después de haberse sometido a una cesárea, es necesario permanecer hospitalizada y en reposo durante unos tres días antes de ir a casa y la recuperación en el posparto suele ser un poco más tediosa que la de un parto vaginal.
¿Qué pasa con el vínculo mamá-bebé en una cesárea?
Cuando se debate sobre las cesáreas, un tema muy candente es el del vínculo que se establece entre madre e hijo, porque se expone, en ocasiones, que se debilita cuando el bebé nace mediante cesárea. Como explica la doctora en psiquiatría Bianca Granados, «no existe evidencia científica que relacione dificultades en el desarrollo cognitivo del bebé y el nacimiento por cesáreas». «En mi opinión, se trata de una afirmación excesivamente arriesgada y que no puede, en ningún caso, realizarse a la ligera», apunta.
Lo cierto es que, hace años, el bebé se apartaba de la madre cuando se llevaba a cabo una cirugía porque los riesgos eran grandes, pero, hoy en día, se tiene muy presente en todos los equipos médicos los grandes beneficios que aportan tanto para la madre como para el hijo el contacto prematuro piel con piel entre los dos.
“En los casos en los que las cesáreas se practican de forma urgente, el shock emocional que se produce en la madre, las complicaciones que puedan derivarse y que impidan la realización del piel con piel más inmediato, incluso el contacto con el bebé a posteriori, influirán inevitablemente en su vinculación. En el caso de las cesáreas programadas que se realizan por causa médica, existe mucha incertidumbre y miedo por cómo estará el bebé, si todo saldrá bien finalmente. Estas situaciones también pueden generar mayores dificultades para que se produzca la vinculación inicial”, explica la psiquiatra Bianca Granados.
Siempre que la cesárea transcurra con normalidad y ninguno de los dos tengan que ser intervenidos después del parto, lo más común es que se propicie el contacto entre madre e hijo lo antes posible.
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¿Qué riesgos pueden conllevar las cesáreas?
El hecho de que el parto se realice por cesárea en lugar de por parto vaginal tiene consecuencias físicas para la madre, como cualquier otra cirugía de carácter mayor. Las cesáreas están muy controladas y los riesgos están minimizados; aún así, estos son los riesgos físicos, más o menos graves, que podría sufrir una mujer a causa de una cesárea:
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Rotura uterina
El útero podría romperse de forma total o parcial, requiere una intervención rápida por parte del médico.
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Adherencias dentro del abdomen
La creación de adherencias dentro del abdomen, que pueden afectar a los órganos en torno al útero, sobre todo vejiga urinaria e intestino. Estas adherencias son mayores cuantas más cirugías se practiquen.
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Complicaciones de la placenta
Puede ocurrir que la placenta sufra y después no se coloque en el lugar correcto en futuros embarazos.
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Daños en el canal del parto
El canal del parto podría llegar a sufrir secuelas importantes.
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Daños en otros órganos
A consecuencia de la cirugía se podrían dañar otros órganos cercanos.
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Recuperación
La recuperación de una cesárea suele ser más lenta que la de los partos vaginales.
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Menor inmunidad del bebé
El parto vaginal potencia la inmunidad de los bebés.
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En cesáreas repetidas…
…lo ideal es que hayan pasado al menos 18 meses entre cesárea y cesárea para minimizar los riesgos. Por otro lado, a partir de tres cesáreas pueden aparecer complicaciones serias.
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Infecciones
Después de la cesárea podrían producirse infecciones urinarias o en el útero.
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A nivel emocional
Aunque no tiene porqué ocurrir, como explica la psiquiatra Bianca Granados, hay ocasiones en las que un cesárea podría suponer un choque emocional para la madre e incluso para el bebé. Estas ocasiones están relacionadas normalmente con complicaciones en la cesárea que se alejen del parto que la madre había imaginado y que impidan el contacto prematuro entre la madre y su hijo.