Kombucha en el embarazo y la lactancia, ¿es recomendable tomarla?
No es una bebida prohibida en el embarazo, pero, ya que contiene algo de alcohol y no está pasteurizada, es mejor no correr riesgos.
No es que la kombucha sea una bebida prohibida en el embarazo y la lactancia, pero debes saber que su consumo no es del todo recomendable. Básicamente, porque contiene alcohol y cafeína, aunque en concentraciones muy pequeñas. Y, también, porque no es una bebida pasteurizada.
Si bien debería ser tu médico quien tenga la última palabra, a priori no es negativo consumir kombucha en pequeñas cantidades en estos periodos, pero conviene saber por qué no se recomienda tomarla de manera habitual mientras estés embarazada o lactando.
¿Qué es la kombucha y por qué es una bebida tan popular?
La kombucha es, en realidad, una bebida muy antigua, pero recientemente su popularidad se ha disparado gracias a las redes sociales. El secreto de su éxito son las propiedades probióticas que ayudan a fortalecer el sistema digestivo e inmunológico, su poder antioxidante y su capacidad para dar un puntito de power a quienes la consumen.
La kombucha es una bebida fermentada a base de té verde o negro y ligeramente endulzada. Se fermenta con bacterias y levaduras de forma natural.
¿Puedo tomar kombucha en el embarazo y en la lactancia?
Ya sabemos que el alcohol está en la lista de dont´s en el embarazo porque su consumo puede perjudicar seriamente el crecimiento y desarrollo neuronal del feto. También se habla mucho de la convivencia con mascotas durante el embarazo. La kombucha contiene una concentración de alcohol bastante baja (entre el 2% y el 0,5% ), pero sigue siendo alcohol. Y, en el caso de la kombucha, no siempre queda claro en el etiquetado cuál es la concentración exacta en cada envase.
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Por su parte, la cafeína es una sustancia poco recomendable durante la gestación o la lactancia, porque durante el embarazo el cuerpo la procesa de forma mucho más lenta. Bien es cierto que los especialistas en embarazo son menos estrictos en lo relativo a la cafeína en algunos casos, dependiendo de la tensión arterial y las condiciones físicas de la madre. La concentración de cafeína en la kombucha es más bien baja.
En cuanto al asunto de que la kombucha es una bebida sin pasteurizar, te explicamos en detalle: normalmente, el proceso de pasteurización se hace para acabar con las bacterias malas de los alimentos. Pero, en el caso de la kombucha o de otros productos, la idea es que los microorganismos vivos campen a sus anchas y realicen su propio proceso en nuestro organismo una vez ingeridos, actuando como probióticos.
En el embarazo es mejor evitar cualquier posibilidad de infección o enfermedad y el uso de probióticos tampoco está recomendado sin prescripción médica porque los riesgos podrían ser mayores que los beneficios para la salud del feto.
Por todas estas razones, aunque la kombucha tenga beneficios para el organismo, se recomienda que no la consumamos en periodos de embarazo o lactancia, especialmente si antes del embarazo nunca habías tomado kombucha. Su consumo moderado no tiene por qué suponer un riesgo para el feto, pero, ante la duda, no merece la pena arriesgar. En cualquier caso, y si vas a tomarla en muy pequeñas cantidades, huye de las versiones caseras y apuesta por kombucha ya embotellada que no deje dudas sobre su composición exacta.