
Libido en el embarazo, ¿son normales los altibajos?
¿Cambios en tu deseo sexual durante el embarazo? Descubre cómo varía la libido, por qué ocurre y cómo vivirlo con naturalidad.
Durante el embarazo, nuestro físico no es lo único que cambia. Las emociones, los ritmos de vida y el deseo sexual también navegan en una montaña rusa de altibajos permanentes durante los tres trimestres de gestación. Es completamente normal que nuestro deseo sexual vaya cambiando y que unos días estemos very hot y otros, completamente inapetentes. Además, la libido en el embarazo varía mucho de una mujer a otra, e incluso en una misma persona puede fluctuar según el día, el contexto emocional o el momento del día.
Está claro que el deseo sexual no tiene un botón de encendido y apagado automático. Se trata de un complejísimo entramado en el que intervienen muchos elementos desde las hormonas, el bienestar físico o la conexión con la pareja hasta la percepción del propio cuerpo. No hay una forma “correcta” de vivir la sexualidad en el embarazo, por eso es necesario dejar a un lado la autoexigencia y la necesidad de complacer, lo importante es poder reconocer lo que sentimos sin juzgarnos y, si hace falta, abrir un espacio para hablarlo en pareja.
Hablando en términos generales, se suele producir un aumento considerable de la libido de las mujeres en el segundo trimestre de embarazo, cuando disminuyen las molestias físicas como náuseas, hinchazón o dolor pélvico, y cuando se suavizan un poco las preocupaciones del principio del embarazo.
Ponemos el foco en cómo se comporta la libido durante el embarazo, por qué aparecen altibajos en el deseo sexual y qué pasa también con el apetito sexual en los hombres durante esta etapa.


te recomendamos
El deseo sexual en el embarazo
La experiencia de la sexualidad durante el embarazo es tan cambiante como el propio proceso. De hecho, más del 80% de las mujeres embarazadas experimentan alteraciones en su vida sexual durante la gestación, siendo la disminución de la frecuencia sexual el cambio más común.
Las hormonas, los síntomas físicos, el vínculo emocional con la pareja y la propia imagen de nuestro cuerpo generan sensaciones que dan lugar a escenarios de lo más diversos en cada etapa. Analizamos la libido en cada momento del embarazo:
La libido durante las primeras semanas
Aunque no ocurre siempre, al principio del embarazo la libido se mantiene bajo mínimos. Aunque reinen la felicidad y emoción, las primeras semanas de gestación pueden no ser demasiado agradables ya que suelen estar marcadas por la fatiga extrema, las náuseas o el aumento de sensibilidad en el pecho. La explicación está en las hormonas: el aumento de progesterona y gonadotropina coriónica humana (hCG) puede generar rechazo físico o emocional al contacto sexual.
Según la Guía de Práctica Clínica sobre Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad, “el primer trimestre está marcado por el miedo a que las relaciones sexuales afecten negativamente al embarazo”, aunque no existe evidencia que relacione el coito con un mayor riesgo, salvo en embarazos de alto riesgo. Y es que, a los inconvenientes físicos, más o menos intensos, se suele unir el miedo que se siente en las primeras semanas ante la posibilidad de una pérdida gestacional (sobre todo si hay antecedentes), y esto inevitablemente genera ansiedad y disminución del deseo.
Libido en el segundo trimestre
El segundo trimestre es, para muchas mujeres, la fase más hot a nivel sexual. Las náuseas desaparecen, la energía mejora y aumenta el flujo sanguíneo en la zona pélvica, lo que puede incrementar la sensibilidad vaginal y las ganas de tener relaciones sexuales.
La libido se estabiliza o incluso se eleva durante esta etapa, de hecho, algunas mujeres disfrutan de orgasmos más intensos en estas semanas. Eso sí, este aumento de ganas de sexo en el segundo trimestre de embarazo no es universal, muchas mujeres siguen sin apetito sexual aunque pasen las semanas y eso también es válido.
Libido en el tercer trimestre
En la recta final del embarazo los cambios físicos complican un poco las cosas en cuanto a sexo se refiere. El volumen abdominal, la incomodidad para encontrar posturas, el cansancio y la proximidad del parto pueden disminuir el deseo sexual.
No obstante, también puede mantenerse o aparecer un tipo de erotismo más emocional o de intimidad no sexual, centrado en el afecto y la conexión. Como apunta la Guía de Sexualidad en el Embarazo de El Parto es Nuestro, “la sexualidad en esta etapa puede vivirse desde otro lugar, menos genital y más afectivo, pero igualmente válido y placentero”. El placer puede encontrarse de muchas maneras.
¿Qué pasa con la libido en el postparto?
El posparto trae consigo su propia revolución hormonal, emocional y física. Por eso, el deseo sexual puede tardar semanas o incluso meses en reaparecer después de dar a luz. La bajada brusca de estrógenos, el agotamiento, la falta de sueño, la recuperación física, el cambio de prioridades y la adaptación a la nueva maternidad hacen que, de forma lógica, la libido se mantenga en pausa por un tiempo.
Pero no hay un plazo ideal para volver a la vida sexual, cada mujer debe medir sus propios tiempos. Lo fundamental es priorizar el autocuidado, la comunicación y el respeto al propio ritmo.
te recomendamos


Estoy embarazada y no tengo ganas de hacer el amor, ¿es normal?
Hemos hablado de la regla general, pero el hecho es que no todos los embarazos son iguales. Estoy embarazada y no tengo ganas de hacer el amor, ¿es normal? Sí, es completamente normal. De hecho hacernos esta pregunta no solo es muy común, sino que revela la presión interna (y cultural) que a veces sentimos las mujeres por cumplir con una supuesta “normalidad sexual”.
La disminución de la libido puede tener raíces físicas y emocionales pero además pueden intervenir en este cóctel factores sociales como el rol de madre y las altas expectativas sobre cómo deberíamos vivir la gestación también influyen.
En este sentido, desde la plataforma Aula de Ginecología y Obstetricia, se insiste en que los profesionales deberían normalizar los cambios en la sexualidad durante la gestación para que las mujeres no vivamos estas variaciones como una disfunción.


La pérdida de deseo en el hombre durante el embarazo
Resulta que la libido no solo cambia en nosotras en el proceso de embarazo, también puede cambiar en nuestras parejas. La pérdida de deseo en el hombre durante el embarazo tiene múltiples causas, desde emocionales hasta fisiológicas.
Es súper habitual que los hombres experimenten una disminución del deseo sexual por el miedo a dañar al bebé, la percepción de que su pareja está frágil y la presión emocional ante la futura paternidad. Todo esto puede provocar que el sexo se relegue a un segundo plano. Muchos hombres sienten una bajada en su deseo sexual durante el embarazo de sus parejas, especialmente en el tercer trimestre.
No es nada extraño que cueste un poco hacerse a la idea del embarazo y que aparezcan sentimientos encontrados en el rol de padre o cambios en la imagen erótica de la pareja. Ante estos sentimientos, lo más razonable es darse tiempo, abrir espacios de diálogo y redefinir la intimidad para que no se resienta en el futuro.