¿Es para mí la copa menstrual? Resolvemos todas las dudas
La copa menstrual ya es toda una tendencia en el mundo de la higiene íntima. ¿Aun tienes dudas sobre ella?
¿Recuerdas la cantidad de incógnitas y miedos que tenías antes de usar un tampón? Algo similar está sucediendo en los últimos tiempos con la copa menstrual. Tranquila, porque es totalmente normal. Lo desconocido siempre suscita dudas.
Por eso, hoy queremos ayudarte a saber cómo elegir copa menstrual y sus tallas, cómo colocar la copa menstrual, su precio y mucho más. Nadie nace enseñado, pero más vale tarde que nunca… Aparquemos el refranero y «al lío». Pero antes, puedes comprobar si la copa es buena candidata para ti con este test.
¿Qué es la copa menstrual?
Se trata de un producto de higiene femenina íntima basado en un pequeño recipiente reutilizable que se inserta en la vagina durante la menstruación. La copa propiamene dicha se utiliza para recoger el flujo que se expulsa. Viene a sustituir a los tampones, compresas y similares y tiene muchísimos beneficios.
Los materiales más habituales que se usan para fabricar esta copa menstrual son el látex, la silicona o el plástico quirúrgico.
¿Cuáles son los beneficios de la copa menstrual?
El primer beneficio es el precio de la copa menstrual comparado con otras alternativas. En lugar de estar comprando tampones o compresas todos los meses, la copa se compra una única vez y no hay que hacer más inversión. Son muy duraderas y basta con limpiarlas bien entre un mes y otro (esterilizándolas) para que vuelvan a estar como el primer día. De hecho, aunque depende del modelo, lo habitual es que duren en torno a diez años. ¿Buscas relación calidad-precio?
La copa menstrual puede durar hasta 10 años de uso.
Otro beneficio es que existen varias tallas de copa menstrual. Esto es genial para poder controlar la cantidad de flujo que se necesita recoger, según el día de regla en el que te encuentres. Ya sabes que no se tiene la misma cantidad el segundo día que el cuarto. También esto puede ser muy útil para principiantes, para empezar con algo pequeñito fácil de usar e ir aumentando el tamaño.
Es segura y cómoda, no se relaciona con infecciones (como los tampones) ni es normal que haya pérdidas (como las compresas) si la colocas bien. Se puede llevar durante muchísimas horas sin notarla, tanto que por momentos consigues olvidarte de que tienes la regla. Además, al ser inocua, su uso se puede estirar sin problema hasta los últimos días de sangrado, cuando expulsas los restos y el tampón a veces es molesto.
Lo mismo se puede aplicar a quien tenga mucho flujo a mitad de ciclo. En ese caso, llevar la copa te ayudará a mantener la ropa interior seca y, en general, a estar más cómoda si pasas muchas horas fuera de casa.
Uno de los beneficios de la copa que menos se menciona es el poder y el aprendizaje que supone para quien la usa. Mientras otros métodos de higiene absorben la regla e invaden tu cuerpo, la copa recoge tu sangre y te permite evaluar su color, textura… ¡y ser consciente del volumen que expulsas! En Bloom vemos la copa menstrual como una puerta de entrada al autoconocimiento y a la aceptación de los procesos naturales que van con el periodo. Si te da asco tu propia regla, este es el antídoto.
Y por supuesto, además de mirarte el ombligo y aplaudir los beneficios de la copa menstrual para ti, no te olvides de que es una buena alternativa para el medio ambiente. ¿Has calculado la cantidad de desechos que generas cada mes usando otros productos de higiene femenina? Se estima que cada año se tiramos 100 mil millones de tampones y compresas entre todas. Calcula la cantidad de productos de usar y tirar y de residuos que le ahorras al planeta.
¿Cómo usar la copa menstrual?
Siempre es recomendable leer las instrucciones del fabricante para conocer al dedillo cómo funciona la copa que has elegido. Una vez cumplido ese paso, lo primero que tienes que hacer es esterilizarla. Lo más habitual es hervirla con agua durante tres minutos, y dejar que se seque (y se enfríe) antes de ponértela.
Normalmente se puede llevar puesta hasta doce horas, pero las primeras veces te recomendamos que vayas controlando cada tres o cuatro horas para conocer tu cantidad de flujo poder valorar cómo usarla mejor según tus tiempos. Te adelantamos que te va a sorprender la poca cantidad de sangrado que expulsas, así que si te preocupa desbordar la copa: tranquila, es más complicado de lo que parece. Si tu mayor miedo es manchar, los días en los que vas a menstruar más fuerte puedes acompañarla de un salvaslip o combinarla con unas bragas para la regla.
Lo mejor de la copa es que no tienes que ponerte una nueva cada vez que te la quites. Basta con que la limpies un poco en el lavabo y ya puedes volver a colocarla. Una vez domines la tuya, se convertirá en tu mejor amiga.
¡Super importante para su uso! Entre ciclo y ciclo debes esterilizarla. Esto evitará cualquier problema asociado a la higiene y además te ayudará a prolongar la vida útil de tu copa.
¿Cómo se pone la copa menstrual?
Colocar la copa menstrual es más sencillo de lo que puede parecer. Puedes elegir una copa menstrual con aplicador o sin él, según cómo te vayas a sentir más cómoda, aunque te adelantamos que una vez que te acostumbres a ponerla y quitarla te va a resultar super sencillo aunque no traiga aplicador.
No existe una única forma de colocar la copa menstrual y al final consiste en que encuentres el método con el que te sientas más cómoda. Lo habitual es doblarla por la parte superior, haciendo una forma de V o de C. Cuando la tengas en esta posición, sujeta la copa con los dedos y la introduces poco a poco en la vagina. Debes situarla lo suficientemente dentro, para que al incorporarte y relajar la vagina, no sobresalga la punta inferior.
Al sacar los dedos notarás que hace un efecto vacío. ¡Ya está! Si esto no sucede, prueba a meter un dedo y bordear en círculo la parte ancha de la copa, así puedes comprobar si se ha desplegado del todo dentro de ti. Debes estar cómoda y no notarla. Al igual que pasa con los tampones, si te molesta significa que no te la has puesto bien.
En este artículo tienes una guía mucho más completa sobre cómo poner la copa menstrual correctamente.
¿Cómo limpiar la copa menstrual?
Ya hemos hecho algún spoiler a lo largo de este artículo. Es suuuuper fácil limpiar la copa menstrual, ya sea con aplicador o sin él. Entre una puesta y otra, solo tienes que lavarla bajo el grifo con agua templadita para quitarle los restos de sangre. La cantidad más gorda tírala por el WC al momento de quitártela. No te preocupes, porque aunque creas que sangras mucho, luego verás que no es para tanto. Las manos se te pueden manchar, pero don’t worry, límpialas en el lavabo a la vez que lavas la copa y a otra cosa, mariposa.
Es importante que la esterilices todos los meses para mantenerla limpia y siempre ready para ti.
Cuando ya no vayas a usarla, esterilízala para evitar infecciones y otros problemillas que pueden surgir. Lo ideal es hacerlo antes de guardarla, pero si te apetece también puedes repetir antes de volver a utilizarla en el siguiente ciclo.
Para esterilizar la copa solo debes hervirla en agua de 3-5 minutos. Esto puedes hacerlo en una pequeña olla de cocinar (¡limpia!) o en el microondas dentro de un recipiente creado específicamente para ello. Estos vasos esterilizadores se venden online y en puntos de venta físicos como farmacias. Si te vas a pasar a la copa, adquirir uno puede ser muy útil para ahorrar espacio y no molestar a nadie en la cocina.
¿Qué significan las tallas de la copa menstrual?
Cuando vayas tan happy a comprarte tu nueva copa menstrual verás que hay tallas, como con las camisetas o las braguitas. Suele ir de la S a la XL y sirven sobre todo para controlar la cantidad de flujo que pretendes recoger. Te recomiendo que tengas un par de tallas diferentes para que puedas ir cambiándolas en los diferentes días de la menstruación.
Eso sí, si eres muy jovencita o eres virgen, te recomiendo mirar un tamaño peque para que no te haga daño y entre fácil.
¿Cuál es la mejor copa menstrual para la primera vez?
Esta es una duda muy frecuente, ¿cómo elegir copa menstrual la primera vez? Si no has tenido relaciones sexuales o tienes menos de 18 años, se recomienda optar por la talla pequeña.
En el resto de los casos, ¡tú decides! A pesar de todo lo que se dice, la edad o los partos no son el factor más importante para elegir talla. Lo que más influye es la altura de tu cérvix y la cantidad de flujo que tengas. Piensa si prefieres algo más pequeñito, para aprender a colocártela sin esfuerzo o algo más grande para sentirte más protegida durante más tiempo. El tamaño no importa, pero sí es vital que elijas una copa que utilice materiales seguros.
Si tienes más dudas, seguro que tu ginecóloga o tu farmacéutica te puede ayudar a decidir. Una buena idea antes de probar la copa menstrual es hablar con amigas que ya la usen frecuentemente y sopesar pros y (pocos) contras.
Despejar todas las incógnitas que te genera este pequeño recipiente es importante, pero en este caso te advertimos de que muchas de ellas se van disipando con el uso. Nadie nace aprendido pero, superadas las primeras veces, la copa puede convertirse en una aliada de por vida. ¿Ya sabes si es para ti?