¿Cómo saber si debo dejar mi trabajo? Así puedes tomar la decisión conscientemente y dar el paso

¿Te sientes atrapada en un trabajo que no te hace feliz? ¿Estás valorando un cambio pero te preguntas si es el momento adecuado?

septiembre 23, 2023 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

La insatisfacción laboral es una realidad común en la vida de muchas personas. Pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo, por lo que es natural que de vez en cuando nos asalte la duda: ¿es esto lo que quiero? Hay muchos motivos para valorar un cambio de rumbo: estancamiento profesional, malas condiciones laborales o, simplemente, aburrimiento. Es muy lícito: aunque muchas veces la estabilidad o la vocación nos nublen la vista, no está de más de vez en cuando replantearse si allí donde estamos es realmente donde queremos estar. 

Si te encuentras en esta encrucijada, ¡no estás sola! A diario muchas de nosotras soñamos con una vida alternativa y nos planteamos cómo dejar el trabajo; a veces, aprendemos a valorar el lugar en el que trabajamos, y otras, sin embargo, nos damos cuenta de que estamos siendo nuestras propias carceleras.

Tomar una decisión así no es fácil: dar un salto al vacío es algo que muy pocas personas pueden permitirse por razones económicas, pero, además, no tenemos la certeza de que esa decisión será la correcta o no. No podemos ver el futuro, así que no nos queda más remedio que hacer caso a las señales del presente para empezar a caminar en busca de aquello que nos haga más felices.

cambiar de trabajo

¿Cómo dejar el trabajo? Descubre si es el momento

Identificar el momento adecuado para dejar tu trabajo puede ser una tarea capaz de quitarnos el sueño, el hambre y dejarnos totalmente bloqueadas. Es normal: está en juego nuestra carrera, nuestro sueldo, nuestro futuro. No es una decisión fácil. Lanzar una moneda a veces puede ser lo más sencillo, pero si no quieres dejar una elección de este calado al azar, puedes empezar por hacerte algunas preguntas al respecto. ¿Estás constantemente estresada? ¿Te sientes valorada? ¿Puedes crecer profesionalmente (si es que quieres hacerlo)? 

  • Estás infravalorada

    Estás haciendo un excelente trabajo. pero no se agradece ni en el trato ni en la nómina. La falta de reconocimiento y una compensación justa son motivos comunes y más que suficientes para valorar un cambio.

  • Estás estancada y quieres crecer

    Sientes que no estás avanzando en tu carrera o no estás aprendiendo cosas nuevas en tu trabajo actual y eso te preocupa porque quieres seguir mejorando o escalando.

  • Te aburres

    Así de fácil. Tu trabajo te resulta increíblemente tedioso. Tú quieres retos y encuentras el tedio. No estás motivada.

  • Estás estresada y tu cuerpo lo sabe

    Tienes problemas para dormir, dolores musculares, jaquecas… El estrés se está apoderando de tu cuerpo. Esto es algo a tener especialmente en cuenta si te planteas cómo dejar el trabajo.

  • Te sientes triste

    Suena el despertador y te angustias. Sientes que no solo ha empeorado tu humor durante la jornada, sino que, en general, te sientes más decaída. No puedes dormir bien o notas tristeza y desesperanza. A veces lloras: los domingos por la tarde, por las mañanas, incluso en el baño del trabajo.

  • Ambiente tóxico

    Pasamos unas ocho horas al día en el trabajo: si el entorno de trabajo es negativo, hay mal ambiente, los compañeros o jefes te hacen sentir mal,  puede calar muy profundamente en ti.

  • Tu empresa valora la cultura burnout

    No hay tregua: tienes que estar disponible 24/7, ponen mala cara cuando pides días libres, eligen por ti las vacaciones… Este ambiente, aunque a veces (pocas) lo parezca, no está pagado.

  • No puedes ser tú misma

    ¿Cada mañana te pones un disfraz porque temes que siendo como eres no encajes? Evidentemente una no se comporta en el trabajo como lo hace con la familia o las amigas, pero fingir constantemente ser otra persona para no poner en riesgo el éxito puede tener un costo psicológico.

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En última instancia, confiar en tu intuición y tomar en cuenta tu bienestar emocional y profesional son pasos cruciales para determinar si debes dar el paso. Confía en lo que te dice la entraña.

como dejar el trabajo

¡Decidido: dejo el trabajo! Pero antes… 

Lo primero que tenemos que evaluar, a no ser que estemos trabajando por pasar el rato y no por pagar las facturas como la mayoría de la gente, son nuestras circunstancias personales y financieras. 

  1. Dejar un trabajo sin tener otro puede ser muy complicado, sobre todo si no cuentas con un colchón que te permita vivir mientras buscas una nueva oportunidad. Es hora de hacer números, y, si hace falta, pedir ayuda. Si alguien a tu alrededor puede echarte un cable, seguro que lo hará con tal de verte mejor.

  2. ¿Puedes tomarte un tiempo antes de dar este paso en el que hacerte con unos ahorrillos? Revisa tus gastos y crea un presupuesto realista para garantizar que puedas cubrir tus necesidades básicas mientras estás en transición contando con el finiquito si te corresponde, la prestación por desempleo, etc.

  3. Vuelve al mercado: actualiza tu currículum con tus experiencias, pon guapo tu perfil de LinkedIn con tus habilidades más recientes y pide recomendaciones. Clave si piensas en cómo dejar el trabajo.

  4. Un poquito de networking siempre ayuda: conecta con colegas y amigos de tu sector que, de una manera discreta (quizá no quieres que en tu empresa actual sepan que estás en busca de nuevo trabajo) te informen sobre oportunidades laborales o novedades para conseguir un empleo.

  5. Es el momento de actualizarse: aprende nuevas habilidades para poder optar a un buen empleo que realmente te haga sentir bien. Valora si puede venirte bien sacarte algún certificado que acredite tus conocimientos o qué herramientas son las más valoradas actualmente por los empleadores de tu campo.

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Algunas cuestiones “técnicas» para dejar tu trabajo «bien»

Has valorado tu situación, has hecho números y te has dicho a ti misma: ¡Ya está, lo dejo! Antes de ponerte en plan película, meter tu planta, tu taza y la foto de tu familia en una caja de cartón y pasarte por el despacho del jefe a decirle que ahí se queda, piensa en cómo va a ser tu salida para no tener problemas. 

  • Despídete de manera profesional. Aunque no te apetezca ni hayas pensado en ello al valorar cómo dejar el trabajo. Nunca sabes qué puerta puedes tener que volver a tocar y siempre es mejor mantener la cordialidad tanto con jefes como con compañeros.

  • Notifica tu renuncia con suficiente antelación. Revisa tu contrato para saber cuántos días tienes que dar a tu actual empresa de preaviso para facilitar que busquen tu reemplazo y que no te quiten ni un céntimo de tu última nómina.

  • ¿Te preguntan por qué renuncias? Sé honesta, pero con diplomacia. No es momento de quemar puentes, pero tampoco te quedes con las ganas de denunciar una situación desagradable o injusta. Piensa bien las palabras que vas a utilizar para ser asertiva, pero amable.

¿Aún te planteas si estás o no en el trabajo correcto?

Te hemos mostrado algunas estrategias para identificar si necesitas cambiar de trabajo o cómo dejar el trabajo pero quizá también tengas que aprender a ver esas señales que te dicen que sí que estás en el lugar correcto. Aunque normalmente son más fáciles de ver, a veces perdemos el norte y tomamos decisiones de las que nos arrepentimos. Piensa en ello antes de lanzarte:

  1. El tiempo vuela, pero no porque no des abasto, sino porque disfrutas enormemente de lo que haces.

  2. Asumes retos y eso te gusta. Te sientes motivada para superarte y asumir desafíos.

  3. Tu superior te presiona, pero de manera constructiva. Te estimula para mejorar, para crecer, para que brilles. Y lo hace de una manera que te hace sentir valorada.

  4. Estar en la ofi es como estar entre amigos. El ambiente es genial y muchos de tus compañeros son también tus amistades. El trabajo es colaborativo y nadie pone la zancadilla.

  5. Concilias de maravilla. Tienes tiempo para hacer tu vida: estar en familia, ir al gym o hacer lo que te apetezca. Sientes un equilibrio entre tu vida personal y profesional.

  6. Los domingos son un bajón, pero no sientes ansiedad por empezar la semana. No temes ni sientes angustia al pensar en volver al trabajo.

  7. Tu empresa va que chuta. Tu puesto no peligra.

  8. Tu sueldo está bien. Acorde a tus responsabilidades y rendimiento.

Tomar la decisión de dejar un trabajo (y cómo dejar el trabajo) no debe hacerse a la ligera, pero tampoco podemos sacrificar nuestro bienestar mental y emocional por no atrevernos a hacerlo. En última instancia, la decisión de dejar un trabajo o buscar uno nuevo debe basarse en una evaluación honesta de tus necesidades, valores y metas profesionales.

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