Sexo y coronavirus: cómo mantener una vida sexual segura en tiempos de la Covid-19
Sabemos que tenemos que limitar los contactos, pero, ¿eso implica también renunciar al sexo?
En el último año nuestra vida ha cambiado mucho: restricciones de movilidad, aforo en los bares, toque de queda, distancia de seguridad… El coronavirus ha roto todos nuestros esquemas. Si darse un abrazo o saludar con dos besos es una actividad de riesgo que debemos evitar, ¿qué pasa con el sexo? ¿Pandemia = abstinencia?
Aunque todas sabemos que limitar el contacto físico es lo más prudente, en este post vamos a intentar responder a las dudas más frecuentes y arrojar algo de luz sobre cómo deberían ser las relaciones sexuales seguras (dentro de lo que cabe) en esta nueva normalidad.
Sexo y coronavirus: ¿puedo contagiarme?
No hay evidencias científicas de que el coronavirus se transmita por vía sexual, pero obviamente mantener relaciones implica un contacto físico estrecho. Es imposible mantener la distancia de seguridad… y totalmente contrario al acto en sí, ¿no? En las relaciones necesitamos encontrarnos con la otra persona, tocarnos, sentirnos cerca… y obviamente esto conlleva un elevado riesgo de transmisión. Los fluidos vaginales y seminales no son transmisores del virus, pero sí lo son los besos y las gotitas provocadas por nuestra respiración.
¿Se puede hacer el amor con el coronavirus?
No hay un motivo físico per se que te impida tener sexo si no tienes síntomas, pero cualquier persona que sepa que está infectada por coronavirus debería aislarse totalmente para evitar la propagación del virus. Prevención y responsabilidad ante todo.
Si tu pareja sexual y tú sois convivientes, en principio no debería haber problemas, aunque lo recomendable sería abstenerse durante esos días, al igual que se desaconseja seguir compartiendo la cama para dormir, por ejemplo. Puede que tus síntomas sean leves, pero, ¿quién te asegura que tu pareja vaya a pasar la enfermedad de la misma manera que tú?
No hay un manual de conducta para tu vida sexual, pero si quieres proteger a tu pareja, sea estable o tu nuevo crush, lo ideal sería poner tus relaciones en cuarentena.
¿Qué prácticas sexuales son menos seguras frente al covid-19?
Cualquier práctica que incluya besos y cercanía va contra los protocolos de prevención de contagios. La penetración vaginal no tiene ningún riesgo en sí, pero sí lo tiene la cercanía. Por eso los expertos señalan que en tiempos de pandemia, la mejor pareja es una misma.
[inpost]No obstante, si no queremos renunciar a estar con otra persona (mejor no implicar a más de una) hay algunas prácticas que se consideran más seguras por no tener tanto contacto face to face.
El sexo oral, por ejemplo, en principio no supone un riesgo en sí (¡quizá es momento de aprender cómo hacer un buen cunnilingus!) y los expertos la señalan como una de las prácticas más seguras, teniendo presente que el riesgo 0 no existe. Sucede lo mismo con la masturbación en pareja. Por otra parte, el sexo anal también se considera menos arriesgado porque no implica esa cercanía entre las vías respiratorias. Desempolvando el kama-sutra en 3, 2, 1…
¿El preservativo protege del coronavirus?
No, el preservativo protege de otras infecciones de transmisión sexual, pero no del coronavirus. Esto quiere decir que tenemos que seguir utilizando – este o cualquier otro anticonceptivo de barrera – pero no como precaución ante el virus, sino como método para prevenir ETS y embarazos no deseados.
Relaciones sexuales y coronavirus: ¿cómo mantener una vida sexual segura?
Las recomendaciones generales también aplican a nuestra vida sexual. De la misma manera que debemos evitar vernos con personas que puedan ser portadoras del virus o que sean población de riesgo, debemos evitar encuentros sexuales si alguna de las personas implicadas tiene síntomas o está en periodo de cuarentena.
La manera más segura es el sexo entre convivientes o lo que se ha llamado “pareja de pandemia”. Si no tienes pareja estable no es un gran momento para alternar demasiado: el ir de flor en flor tendrá que esperar un poco más.
Aunque es difícil, conviene asegurarse de que ninguna de las dos personas está infectada mediante una prueba o una cuarentena preventiva. Sí, no suena súper erótico, pero hay que adaptarse. Otra alternativa es intentar limitar a tope los contactos después del encuentro sexual (una especie de cuarentena post polvo), al menos hasta que hayas descartado un contagio para evitar la propagación del virus.
En cualquier caso, tengamos pareja estable o no, ahora más que nunca debemos extremar las medidas de higiene: lavado de manos antes y después, desinfectar las superficies y juguetes sexuales y, aunque igual resulte un poco marciano, permanecer con la mascarilla puesta cuando se pueda tampoco es una mala idea, igual que intentar que los encuentros sean en lugares abiertos o ventilados.
Sexo en tiempos de coronavirus: cibersexo, sexting y otras prácticas a distancia
Como dice la sabiduría popular: “a grandes males, grandes remedios”. Es el momento de ponernos creativas para no caer en un bucle de desidia y pérdida del apetito sexual. Ah, y sobre todo para seguir cuidando de nosotras mismas y de quienes nos rodean.
Tal y como detalla la guía sobre sexo y coronavirus que publicó hace unos meses la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), la masturbación es la forma más segura de sentir placer sexual y también la más recomendable para vencer la ansiedad o el estrés tan presentes últimamente en nuestras vidas. No es ninguna sorpresa, ¿verdad? Si no hay nadie más es más difícil contagiarse. Eso sí: no debemos olvidar el lavado de manos y juguetes sexuales antes y después de masturbarte.
Otra lección aprendida durante el confinamiento es que las videollamadas nos acercan a las personas que ahora no podemos ver tan a menudo. Esta vía también puede servir para tener encuentros sexuales virtuales donde tener una experiencia diferente, pero que puede ser igualmente placentera. ¿Te suena el sexting? Ahora puede ser un buen momento para probarlo. Por si no sabes lo que es, hablamos del envío de mensajes provocativos a través del teléfono. Compartir fotos, vídeos e incluso canciones o escenas de películas puede tener su punto.
¡Quién hubiera dicho que la COVID nos iba a obligar a ponernos creativos en la cama! En resumen, hay un mundo de posibilidades que quizá hasta ahora no habíamos explorado… ¿por qué no darle la vuelta a la situación y aprovechar para probar cosas nuevas?