¿Es bueno hacer pis después de tener relaciones?
La de hacer pis después de mantener relaciones sexuales es una de las recomendaciones más extendidas para evitar infecciones de orina, pero ¿qué hay de cierto en ella?
Muchas de nosotras tenemos interiorizado que debemos orinar después de tener relaciones sexuales. ¿El motivo? Evitar infecciones de orina. Pero ¿qué hay de cierto en esto? ¿Estamos ante un mito cuya única base científica es la sabiduría popular o es de verdad efectivo? Convertidas en cazadoras de mitos, desde el equipo Bloom estamos decididas a analizar esta cuestión a fondo. ¡Al lío!
Orinar después de tener relaciones, ¿sí o no?
Como comentamos en nuestro perfil de Instagram, a raíz de una publicación junto a Helena Sotoca, detrás del perfil @femme.sapiens, las mujeres, por nuestra propia fisiología, tenemos más posibilidades de sufrir infecciones de orina que los hombres.
Cuando tenemos relaciones sexuales, sobre todo si hay penetración o utilizamos juguetes, estamos expuestas a que algunos organismos se adhieran a nuestro cuerpo y nos provoquen una infección. Nuestra uretra, en comparación con la de ellos, es más corta y está más cerca de la vagina y del ano, por lo que el viaje de esas bacterias es más corto.
Es decir, llegan de manera más fácil hasta nuestra vejiga y, si eso pasa, la infección (de orina, en este caso) tiene más posibilidades de desarrollarse. Lo que hacemos al orinar es un “pa’ fuera lo malo”: arrastramos esos bichitos fuera de nuestro cuerpo.
Sin embargo, y aunque puede tener sus puntos a favor, esta no es una fórmula 100% mágica: al hacer pis no descartamos totalmente tener una infección.
Y… ¿hacer pis después de tener sexo evita el embarazo?
Rotundamente no. Nuestra orina elimina toxinas y desecha sustancias que el cuerpo no necesita, pero no es un anticonceptivo ni tiene poderes espermicidas. De hecho, lo que pasa entre los espermatozoides, el cuello uterino y las trompas de Falopio queda bastante lejos de nuestro sistema urinario. Son administraciones distintas y no cruzan los datos.
Si queremos evitar un embarazo no deseado, lo mejor es usar un método anticonceptivo que se adapte a nuestras necesidades, como el condón masculino o femenino (que también nos protege de las ITS), o cualquiera de los métodos hormonales.
Cistitis postcoital: hablemos de este «efecto secundario»
Haciendo nuestra una de las frases más populares del lenguaje instagramer, todas tenemos una amiga que, cada dos por tres, nos cuenta que tiene cistitis postcoital. Y si no la tienes es que eres tú.
Bromas aparte, el sexo no es el único factor que puede desencadenar una cistitis, pero sí es uno de los más frecuentes. Si esa infección (cuyos síntomas principales son dolor y escozor al orinar y ganas constantes de hacer pis) se produce tras el coito, se llama cistitis postcoital. Y las razones de que se desencadene después del sexo con penetración son las que comentábamos más arriba: proximidad, en el caso de las mujeres, de vagina-uretra-ano y, por ende, una mayor exposición a ciertas bacterias.
Otra de las causas puede ser la falta de lubricación: en ese caso, se pueden producir pequeñas heridas consecuencia de la irritación, algo que facilitará el desarrollo de una infección si entramos en contacto con bacterias como la Escherichia Coli.
Infecciones no, gracias
Más allá de orinar después de tener relaciones, es recomendable seguir algunos consejos de higiene básicos para evitar las temidas infecciones de orina:
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Descartar la ropa interior que no sea de algodón y las prendas que aprieten.
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Limpiarnos siempre de la vagina hacia atrás para evitar que las posibles bacterias del ano lleguen a la uretra.
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No utilizar jabones que no sean neutros en nuestra zona íntima, ¡destruyen nuestra flora vaginal!
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Beber mucha agua.
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Incluir en nuestra dieta arándanos. Sobre todo si somos propensas a este tipo de infecciones.
En lo que respecta a las ITS o infecciones de transmisión sexual, el tip fundamental es utilizar métodos anticonceptivos de barrera: ahí no hay mito, sino mucha evidencia científica. ¡Palabra de bloomer!