Mareos en la menopausia: un síntoma tan común como los sofocos y del que debemos hablar más
Los cambios hormonales que se producen durante la menopausia también interfieren en el equilibrio del cuerpo, ¡te contamos más!
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Seguro que si te preguntamos cuáles son los principales cambios que sufre nuestro cuerpo durante la menopausia lo primero que piensas es en los sofocos, el insomnio o la sequedad vaginal, pero hay más señales -igual de frecuentes- que nos indican que estamos en el climaterio. Una de ellas son los mareos en la menopausia, un síntoma bastante frecuente y poco visibilizado.
¿La menopausia da mareos?
La respuesta corta es sí, los mareos en la menopausia son algo frecuente. Aquí va la explicación: como ya sabes, durante la menopausia se produce una caída de los estrógenos y de la progesterona que es lo que produce que empecemos a notar ciertos cambios en nuestro cuerpo.
El más evidente y que asociamos enseguida con este momento de nuestra vida es que las reglas empiezan a ser cada vez más irregulares hasta terminar, finalmente, desapareciendo. Sin embargo, esta disminución hormonal afecta a otras partes de nuestro cuerpo, como es el equilibrio.
Nuestras hormonas actúan como mensajeras de diversas funciones corporales, entre ellas, el flujo sanguíneo, lo que se refleja en el equilibrio y provoca esa sensación de aturdimiento, cansancio y mareo.
Mareos y cansancio en la menopausia: todo lo que debes saber
Los mareos que se producen durante la menopausia no son diferentes de los que hayamos podido sentir en otro momento de nuestra vida. Es decir, no se acompañan con una luz roja que exclame “alerta, menopausia”, sino que son exactamente iguales a los que sentimos cuando sufrimos una bajada de tensión, por ejemplo. De hecho, lo que notamos cuando nos mareamos suele ser muy subjetivo y difícil de explicar, pero se relaciona con inestabilidad, flojera, desvanecimiento o malestar general.
Si bien no debemos menospreciar estos síntomas, sino tratar de comentarlos en consulta médica, lo cierto es que suelen ser episodios muy leves y transitorios, siempre y cuando tengan que ver con esta caída de las hormonas.
Estos vahídos tienen su origen en muchas causas –estrés, algunos medicamentos, ayunos prolongados, deshidratación, problemas del oído, etc.-, por lo que no conviene descartar (sobre todo si los mareos en la menopausia alargan en el tiempo y son incapacitantes) que su origen sea diferente y, por tanto, su tratamiento también lo sea.
Vértigo y menopausia, ¿otro síntoma?
Además de los síntomas descritos en el apartado anterior, es muy común sentir que todo nos da vueltas, en cuyo caso, al asociarlo a movimiento, podríamos estar hablando de vértigos de mayor o menor intensidad. Estos vértigos se alimentan, además, de otros síntomas de esta etapa, como los sofocos o el insomnio.
Si los mareos en la menopausia surgen de manera brusca, se alargan en el tiempo o resultan incapacitantes no está de más acudir a consulta médica para conocer el origen y poner el tratamiento adecuado.
Mareos en la menopausia, ¿se pueden evitar?
Hay una parte de estos mareos que responde a la manera en la que nuestro cuerpo reacciona a esos cambios hormonales y resulta difícil de controlar. Sin embargo, siempre hay pequeños gestos que podemos hacer para intentar que estos mareos no nos impidan continuar nuestra vida diaria y resulten lo menos molestos posible.
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El descanso, tu prioridad
Los episodios de insomnio que suceden en la menopausia no ayudan a disminuir los vértigos: al revés. Vigilar nuestro descanso tiene que ser, por tanto, un must en este momento de nuestra vida. Te proponemos un ritual del sueño: cada noche evita las pantallas durante las horas próximas a ir a la cama, cena algo ligero, crea un ambiente agradable y tranquilo con música e incienso, lee un libro… y ve dejando de lado las preocupaciones y el estrés del día a día.
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No es momento para el drama
A veces tendemos a sufrir más de lo que deberíamos, ¿te suena? Anticipamos situaciones, nos angustiamos excesivamente por problemas que tienen solución, permitimos que otras personas influyan en nuestro estado de ánimo… Controlar esto no es fácil, por lo que, si nos sentimos sobrepasadas, es buen momento para buscar herramientas que nos ayuden: meditar, escribir y, sí, iniciar una terapia.
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Lo que bebes importa
Estar hidratadas es muy importante para evitar los mareos durante la menopausia. A lo largo del día deberíamos beber unos 10 o 12 vasos de agua.
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No hacer ayunos largos
Durante la menopausia tenemos que estar especialmente pendientes de nuestra nutrición para evitar que los cambios hormonales nos afecten más duramente. Tomar las proteínas necesarias así como incluir frutas y verduras en nuestra dieta es esencial en esta etapa.
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Evitar hábitos nocivos
Si el alcohol y el tabaco no te han hecho bien a lo largo de la vida, ¿por qué va a ser diferente ahora?
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Respiraciones
Los ejercicios de respiración, como los que se hacen en clase de yoga, por ejemplo, ayudan a que el cerebro reciba más oxígeno. Tener un ratito a diario para hacer una serie de respiraciones profundas nos hará estar, además, más tranquilas.
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Ni calor, ni aglomeraciones
Huye de aquellos lugares donde haya una temperatura muy elevada o donde se reúna mucha gente. Lugares ventilados y con temperatura agradable, welcome.
Los mareos en la menopausia son de lo más comunes, pero no debemos normalizarlos si limitan nuestra calidad de vida. Acude a tu especialista si no necesitas y recuerda: un estilo de vida saludable siempre será positivo para nuestro body. En esta y en todas las etapas de la vida.
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