¿Es el mobbing el bullying de los adultos? Cómo actuar cuando el acoso laboral te toca de cerca
Cuesta mucho detectar las líneas roja que separan el estrés laboral o la falta de compañerismo con el acoso laboral o mobbing. Analizamos este problema que sufren muchas mujeres en su entorno laboral.
En el contexto del día internacional contra el bullying o el acoso escolar, que se celebra el día 2 de mayo, queremos poner el foco en el acoso que sufren demasiado a menudo las mujeres en sus entornos laborales, ¿es el mobbing el bullying de los adultos?
Todas hemos vivido situaciones desagradables en la oficina por un trato poco adecuado por parte de los propios jefes, de los compañeros o de algún cliente. Tendemos a normalizar estas situaciones porque están a la orden del día, pero existe una delgadísima línea roja entre el estrés laboral, el ambiente tóxico o la falta de compañerismo o de empatía y el acoso laboral o mobbing. Es importante aprender a no someternos y a levantar banderas rojas no solo en nuestra vida personal, sino también en nuestro trabajo.
Además, los datos arrojan que las mujeres sufrimos mucho más acoso laboral que los hombres porque, en muchos casos, entra en juego también el acoso sexual en el trabajo. Analizamos este problema que sufren muchas en su entorno laboral.
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¿Cómo detectar el mobbing en tu trabajo?
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 1 de cada 5 personas empleadas (casi el 23 %) han experimentado violencia y acoso en el trabajo, ya sea de forma física, psicológica o sexual. Sin embargo, su estudio ‘Experiencias de violencia y el acoso en el trabajo: primera encuesta mundial’, reveló que solo la mitad de las víctimas a nivel mundial pone en conocimiento de su entorno un problema de mobbing. Las razones más comunes de reticencia son “pérdida de tiempo” y “temor por su reputación”.
En general, hablamos de mobbing cuando existen en el entorno laboral comportamientos ofensivos recurrentes dirigidos hacia un trabajador, independientemente de cuál sea su sexo o su rango en la empresa. Y los casos de mobbing existen en todo tipo de trabajos y en todo tipo de dinámicas laborales, es decir, puedes sufrir mobbing aunque no te relaciones cara a cara con la plantilla de tu empresa porque estás teletrabajando.
El gran problema del acoso laboral o mobbing, igual que ocurre con el bullying en los colegios, es que es difícil de cuantificar y está estigmatizado; detrás de una persona que asegura haber sufrido mobbing por parte de sus compañeros de trabajo o sus jefes se erige una gigantesca sombra negra cargada de incredulidad en su entorno casi todas las veces. Demasiadas veces se pone en duda al trabajador cuando manifiesta que está sufriendo ansiedad laboral o un caso de acoso laboral.
Sin embargo, quienes sufren un episodio puntual o continuado de este tipo de violencia psicológica cargan a sus espaldas con síntomas físicos y mentales como ansiedad, depresión, pérdida de memoria, agresividad, molestias musculares o insomnio, que afectan a su calidad de vida y que pueden llegar a convertirse en un problema grave de salud a futuro y de integración en la sociedad, con todo lo que eso conlleva.
Detectar un problema de acoso laboral no es sencillo, ni para quienes lo sufren ni para los que son espectadores del problema en su trabajo. Según el departamento de Recursos Humanos de Infojobs, existen 5 signos de mobbing o acoso laboral que deberíamos tener el radar:
- Observar actitudes repetitivas o puntuales contra la dignidad de una persona. Es decir, conductas abusivas verbales, escritas o gestuales contra la integridad física de una persona
- Bajo rendimiento de la víctima y cambios importantes en su trabajo
- Comentarios y/o gestos sutiles por parte de los acosadores. No siempre el mobbing es directo
- Aislamiento de la víctima en el entorno laboral
- Difamaciones y bulos por parte del acosador
En algunos casos, sobre todo cuando hablamos de mujeres, el acoso laboral se complica aún mucho más cuando tiene un componente de acoso sexual, tanto por trabajadores del mismo rango como por el abuso de poder.
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¿Cuál es la manera correcta de actuar ante un caso de mobbing laboral?
Ahora que tenemos claras las conductas típicas de un acoso laboral, seamos nosotras las víctimas de mobbing o testigos de un caso cercano, ¿cuál es la forma correcta de actuar?
Es importante tener claro que el acoso laboral es un problema a corto y largo plazo no solo para la víctima y el acosador o verdugo, sino también para el buen funcionamiento de la empresa, porque el mobbing está inevitablemente asociado con las bajas laborales y el absentismo y además un ambiente tóxico suele afectar al buen rendimiento del resto de los trabajadores y, por lo tanto, a los resultados de la empresa.
El procedimiento correcto ante un caso de mobbing es denunciar formalmente al acosador, bien mediante el departamento regulador de la propia empresa (si existe) o bien en los organismos públicos. Pero antes de llegar a eso, sería conveniente poner el caso en conocimiento de la dirección de la empresa y documentar, lo más detallado posible, el caso de acoso mediante emails, mensajes, documentos o testigos que lo corroboren.
Dar visibilidad a los casos de mobbing es fundamental para desenmascarar a los acosadores y para concienciar a los entornos laborales de la importancia de prevenir y evitar estos comportamientos basados en el abuso y el miedo. Además, viendo que los casos de mobbing no se reducen, deberíamos poner el foco en cómo estamos educando a las nuevas generaciones, probablemente un caso de bullying en el colegio hoy puede convertirse en un caso de mobbing laboral en el futuro si no se toman las medidas adecuadas.
Apoyar a las víctimas, aprender a detectar los casos y preocuparse por actuar correctamente ante estas situaciones es la manera de acabar, poco a poco, con el acoso laboral que ha estado demasiado presente en todos los ámbitos hasta ahora.