Síndrome del nido vacío, ¿mito o realidad? Cómo gestionar esa etapa en la que los hijos se van de casa
Cuando los hijos se independizan dejan un gran vacío en casa que puede tener consecuencias emocionales en los padres. Analizamos el síndrome del nido vacío.
La vida está llena de cambios y no todos son difíciles de encajar de forma sencilla. La maternidad es, para casi todas las mujeres, un punto de inflexión definitivo a partir del cual la vida nunca volverá a ser la misma. Nos volcamos en los hijos y priorizamos su bienestar por encima de nuestra propias necesidades, nuestra vida social y sentimental y es común que nuestro «yo de antes» pase a un segundo plano porque orbitamos en torno a ellos durante muchos años.
Pero los hijos crecen y progresivamente dejan de necesitarnos, hasta que llega un día en el que salen de casa y el mundo vuelve a ponerse patas arriba. Soledad, tristeza, sensación de vacío, ansiedad… Es el síndrome del nido vacío que, además, suele coincidir con la menopausia, una etapa complicada para las mujeres a nivel físico y emocional. Estudiamos cómo nos afecta el síndrome del nido vacío y cómo podemos aprender a sacar lo mejor de esta nueva realidad.
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¿Qué es el síndrome del nido vacío?
El síndrome del nido vacío es esa sensación de soledad que sienten algunos padres cuando sus hijos se independizan y abandonan la casa familiar. El vacío es claramente físico, pero puede afectar mucho emocionalmente tanto a los padres como a las madres y se manifiesta con síntomas como ansiedad, irritabilidad, tristeza profunda o depresión, insomnio, ganas constantes de llorar, dolores de cabeza o apatía.
Es ley de vida y todos los padres y madres tienen asumido que un día sus hijos volarán y abandonarán el nido, como lo hicieron ellos en su momento, pero, aun así, cuando llega el día, no es fácil de digerir. En las familias numerosas el vacío, evidentemente, es más progresivo, porque los hijos van saliendo del hogar poco a poco, pero en las familias con hijos únicos, especialmente si son monoparentales, el síndrome de nido vacío se siente de forma mucho más intensa y se acrecienta la sensación de zozobra.
El síndrome del nido vacío coincide además en el tiempo, de forma general, con otros momentos vitales complicados para los progenitores como la enfermedad o pérdida de los abuelos, el fin de la vida laboral, la menopausia o la sensación de estar envejeciendo demasiado pronto.
Síndrome del nido vacío + menopausia= bomba emocional
El síndrome del nido vacío puede afectar por igual a hombres que a mujeres, pero normalmente somos nosotras quienes peor llevamos el “abandono” de los hijos, sobre todo si nuestro nivel de implicación en la crianza ha estado descompensado.
Teniendo en cuenta la edad tardía a la que somos hoy madres, la salida de nuestros hijos de casa para completar sus estudios o para independizarse suele coincidir con la menopausia casi siempre, y la combinación de nido vacío y menopausia puede ser una bomba de relojería emocional para muchas de nosotras.
Ya hemos hablado muchas veces de que la menopausia no afecta a todas las mujeres de la misma manera. Algunas de nosotras atravesamos esta etapa de forma muy orgánica, sin apenas síntomas ni altibajos, pero para otras la menopausia se convierte en un trance demasiado complicado, tanto por los síntomas físicos que provoca como por los síntomas emocionales y psicológicos.
Cuando los cambios de la menopausia nos provocan tristeza, ansiedad, irritabilidad e incluso depresión y, al mismo tiempo, vivimos un momento complicado en casa como la salida de nuestros hijos, las consecuencias para nuestra salud emocional pueden llegar a ser complicadas, por lo que es muy conveniente contar con ayuda profesional y un apoyo extra de nuestro entorno.
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Consejos para sobrellevar el síndrome del nido vacío
Puede que te aterre que tus hijos se vayan de casa o que te encuentres ya en el momento en el que tus hijos ya se han ido y los eches mucho de menos. El nido vacío te puede llevar a un estado de tristeza y desesperanza, pero te aseguramos que esta sensación no va a durar para siempre y que esta nueva realidad puede tener mucho de positivo, solo hay que aprender a buscarlo.
Tips para vivir mejor el nido vacío:
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No se lo pongas difícil a tus hijos
Los hijos deben avanzar y evolucionar como tú lo hiciste o a su manera. Los consejos están bien, pero los reproches casi siempre sobran. Si la relación es buena entre vosotros y se sienten comprendidos y respetados, el vínculo nunca se romperá.
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Acepta esta nueva etapa como una más
Aceptar las cosas como son, con todo lo positivo y lo negativo que conllevan, es difícil, pero no imposible. Piensa en esta nueva etapa como una hoja en blanco, una nueva oportunidad de reinventarte como cuando por fin acabaste tus estudios o inauguraste tu primera casa.
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Retomar la vida de pareja
La nueva soledad es una ocasión maravillosa para reencontrarte con tu pareja, si es que la tienes, o para darte nuevas oportunidades en el amor. Volver a prestarse atención el uno al otro y compartir tiempo de calidad juntos, sin distracciones ni concesiones después de tantos años de crianza.
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Trátate bien
Ten paciencia contigo misma, date la oportunidad de sentirte triste o llorar porque es completamente normal. No te sientas culpable por necesitar un tiempo para superar la situación y recuperar las ganas de empezar una nueva vida.
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Recupera tus aficiones
El tiempo libre te regala la posibilidad de retomar tus gustos, tus aficiones y tus relaciones sociales olvidadas. Llena tu tiempo con actividades y compañías que te hagan feliz.
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Busca ayuda profesional
A veces, la vida nos supera y no pasa nada por pedir ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra puede darte las herramientas que necesitas para superar esta etapa.