Educación Física hoy: cómo ha evolucionado la asignatura que muchas odiaban
De ejercicios casi militares sin entrenamiento previo a centrarse en la salud integral de los estudiantes desde temprana edad: cómo ha cambiado la EF
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
En las últimas décadas, la Educación Física -mal llamada gimnasia durante lustros- ha experimentado una más que notable transformación que refleja los cambios sociales, culturales y científicos que han tenido lugar durante este tiempo y que han conseguido que una asignatura considerada “maría” para muchos y un auténtico infierno para otras se haya convertido en un componente esencial del currículo escolar.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como la UNESCO consideran que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad a nivel mundial y coinciden en señalar la actividad física y el deporte como un derecho de todas las personas.
Un recorrido histórico
La definición de Educación Física que se hace en ‘An Introduction to Physical Education’ de Nixon & Jewllet (1980), destaca su papel crucial en el desarrollo integral de la persona e incluye en la capacidad de movimiento sus dimensiones mentales, emocionales y sociales. Es decir, nos señala la importancia de su rol formativo en la enseñanza integral del estudiante. Pero del dicho al hecho hemos pasado por diferentes versiones: durante la dictadura franquista española, la Educación Física estaba estrechamente ligada al Frente de Juventudes, órgano encargado de su gestión y adoctrinamiento, y había una clara diferenciación entre los contenidos masculinos, centrados en la preparación militar, y los femeninos, enfocados en la salud materna y la formación doméstica.
Con la llegada de la democracia, la legislación empezó a virar hacia un enfoque más flexible y participativo, en el que el estudiante ya dispone de una mayor autonomía en el proceso de aprendizaje. La Ley General de Educación de 1970 y la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990 (LOGSE) fueron pilares clave en esta evolución, ya que reconocieron la Educación Física como asignatura obligatoria en todos los niveles educativos.
La LOGSE supuso un punto de inflexión, ya que incorporó términos como psicomotricidad e incluyó contenidos variados como juegos, deportes y actividades al aire libre. Era el principio de una Educación Física más inclusiva que integraba aspectos cognitivos, afectivos y sociales.
Desde entonces, ha mantenido su estatus de asignatura fundamental y, a día de hoy, incluye además de la propia condición física, la salud mental y emocional de los estudiantes. En las sesiones se realizan actividades muy alejadas de tratar de saltar un potro y la calificación no solo recoge el resultado de un exigente test físico para el que no había habido preparación previa. Ahora es más fácil encontrar actividades cooperativas adaptadas a las capacidades individuales, coordinación e idealmente experiencias en el medio natural.
El rol del “profe de gimnasia”
Los docentes juegan un papel crucial en la implementación y desarrollo de la Educación Física como vehículo de valores sociales y personales. Es el caso de Antonio Rosa, docente de la materia en el Instituto El Álamo, en la localidad homónima madrileña. Su profesión es vocacional y fue a través de la educación no formal (haciendo de monitor en un campamento mientras cursaba el Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) como se dio cuenta de que le gustaba enseñar y trabajar con chavales.
Eso fue lo que también le impulsó a realizar un máster de educación, porque las clases de didáctica de la carrera le resultaron insuficientes, o, al ser en los primeros cursos, no pudo sacar el rendimiento esperado. “Creo que deberían estar en 3º o 4º, cuando la mente ya está más madura para entender qué es la enseñanza y cómo llevarla a cabo”, comenta.
Ya entonces sabía que su asignatura era muy diferente a lo que había sido para generaciones más adultas: “Se basaba en hacer saltos de potros o tests imposibles para personas con una condición física baja, que se sentían excluidos del grupo y acababan repudiando la asignatura”. Para que la asignatura resulte útil y amena para todos, Antonio acostumbra a trabajar en grupos según la actividad que quiera poner en marcha. Con esto, consigue que su alumnado se encuentre más cómodo a la hora de trabajar y participar. “Una técnica que he utilizado mucho este curso pasado y ha sido un éxito ha sido hacer grupos al azar a partir de una app, previamente configurada con algunas características”, explica.
Creo que la enseñanza de la materia ha cambiado mucho, ya que cada vez somos más los profesores actualizados que estamos renovando el ciclo y tenemos ganas de luchar por un bien común.
La preparación y organización de las sesiones es muy importante para garantizar el buen desarrollo de la asignatura. Es el docente quien debe ser capaz de conseguir que el alumnado desarrolle y adquiera conocimiento en todos los momentos de la clase, desde la fase inicial hasta la final, lo que incluye no solo preparación física y comprensión de las dinámicas, sino también aseo y recogida de material, por ejemplo.
Uno de los principales retos es que la Educación Física se entienda como una herramienta fundamental para fomentar hábitos de vida saludables y combatir el sedentarismo.
Tareas pendientes
En el currículo de Educación Física vigente se contempla “la adopción de un estilo de vida activo, el conocimiento de la propia corporalidad, el acercamiento a manifestaciones culturales de carácter motor, la integración de actitudes ecosocialmente responsables o el desarrollo de todos los procesos de toma de decisiones que intervienen en la resolución de situaciones motrices”. Sin embargo, hay temas como la nutrición de los que apenas hay una pincelada. Según Antonio, este tema debería ser un bloque completo, ya que considera imprescindible conocer qué son los nutrientes, qué nos aportan, etc.
Este es el punto de partida de Iván González Gutiérrez, el impulsor de una nueva optativa para 2º de Bachillerato que ya se ofrece en todos los centros de Cantabria. Se trata de ‘Desarrollo de estilo de vida activo y saludable’, una materia que sigue la línea de lo que se aprende en la obligatoria a lo largo de los cursos previos, pero que quiere dar un paso más. El objetivo es que el alumnado elabore un plan nutricional personal, que sea capaz de investigar y también reconocer profesiones relacionadas con la promoción de la salud, entre otras cosas. Según esta entrevista, González Gutiérrez señala que, a pesar de contar solo con cuatro horas lectivas, lo aprendido en esta asignatura se incorpora para siempre en la vida como un hábito.
Más que un deber, una necesidad
La Educación Física es, aunque a priori quizá no lo parezca, un vehículo para explorar la creatividad y fomentar la autoestima. Es por eso que también se incluye una rama dedicada a la salud mental en el currículo de la asignatura, aunque, según explica Antonio, no se indica qué herramientas utilizar para desarrollar contenidos en materia de prevención, por ejemplo.
Sin duda, el futuro de la asignatura está plagado de retos y ambiciones. Este estudio, realizado en Australia con alumnado de 29 escuelas de educación primaria y que analiza los efectos de tener más horas de Educación Física durante la jornada escolar, reveló diferencias notables tanto en el corto como en el largo plazo para aquellos alumnos que dedicaron más tiempo a esta materia. Por una parte, se observó una mejora en la satisfacción respecto a la imagen corporal de las niñas y menos síntomas depresivos en los niños. Sin embargo, pasado un tiempo, esa autopercepción positiva disminuye su eficacia.
¿Es posible mantener en el tiempo los buenos resultados que se observaron al principio? Según los expertos a cargo de este estudio, la clave está en tener en cuenta tanto la edad como la psicología y el desarrollo corporal de cada alumno. Es decir, no solo es importante que forme parte de las rutinas semanales, sino que es imprescindible dedicar una atención más individualizada a cada estudiante.
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