Estrés financiero, ¿cómo podemos aprender a manejarlo?
El estrés financiero puede afectar a nuestra salud física y emocional. Aprende qué lo provoca, cómo identificarlo y qué estrategias aplicar para tomar el control de tus finanzas.
¿El dinero (o más bien la falta de dinero) te quita el sueño? No estás sola. Las preocupaciones económicas son una de las principales fuentes de estrés hoy en día. El estrés financiero afecta no solo al aspecto económico de nuestra vida diaria, sino que supone un problema para nuestra salud mental, nuestras relaciones personales e incluso nuestro rendimiento físico y laboral. Porque, cuando la cuenta bancaria se convierte en una bomba de relojería, se hace muy difícil mantener la calma.
Hablamos con Jesús Sisamón, agente de Bankinter y asesor financiero para entender las causas que provocan el estrés financiero y dar con las claves para manejarlo con éxito.
¿Qué es el estrés financiero?
El estrés financiero es una respuesta emocional y física de nuestro organismo que surge ante la percepción de que nuestras obligaciones económicas superan nuestra capacidad de cumplirlas. No se trata solo de tener poco dinero en la cuenta (que también), sino de la sensación constante de que la situación está fuera de control y vamos cuesta abajo y sin frenos.
De la misma manera que el estrés financiero puede desarrollarse en cualquier momento de nuestra vida, tampoco depende exactamente de nuestro sueldo o de nuestra situación económica. De hecho, es igual de común en personas que tienen un trabajo estable, pero sienten que el dinero que ganan no es suficiente, como en trabajadores autónomos que se enfrentan a un panorama incierto todos los días de su vida. Según Jesús Sisamón “la clave del estrés financiero está en la percepción de control. Cuando no sabes exactamente a dónde va tu dinero o cómo manejar tus deudas, la ansiedad es inevitable”.
Desde luego, no siempre es fácil admitir que tienes un problema económico. Pero «si el dinero ocupa tus pensamientos día y noche, hasta el punto de afectar tu sueño o tu estado de ánimo, estás frente a un problema real», asegura Sisamón. Si tienes dificultades para cubrir gastos básicos o dependes de los pagos a crédito para necesidades diarias; si el dinero es una preocupación constante en tu vida y evitas revisar tus cuentas bancarias o tener conversaciones sobre tus finanzas con tu pareja o tu familia… es el momento de tomar medidas.
¿Cuáles son las causas que provocan el estrés financiero?
- Falta de control financiero: muchas personas no saben exactamente cómo y dónde se gasta su dinero cada mes y eso genera mucha incertidumbre e impide una buena planificación. Esto viene agravado, casi siempre, por una deficiente educación en finanzas.
- Deudas excesivas: las tarjetas de crédito o préstamos con altos intereses tienen mucho peligro y pueden convertirse en una carga difícil de manejar a medio y largo plazo.
- Ingresos inestables: el estrés financiero se da con mucha frecuencia en las personas que generan ingresos inestables, especialmente en trabajos temporales o en trabajadores autónomos que no cuentan con un buen colchón de emergencia.
- Presión social: las comparaciones son odiosas y, a menudo, nos pueden arrastrar a intentar seguir estándares de consumo poco realistas, impulsados por nuestro entorno o por el bombardeo de las redes sociales.
- Eventos inesperados: inevitablemente surgen en algún momento gastos inesperados como emergencias médicas, reparaciones imprevistas o peor: una pérdida de empleo.
Para el asesor financiero Jesús Sisamón, «la mayoría de las personas no sabe realmente a dónde va su dinero, y esa falta de control es el caldo de cultivo perfecto para la ansiedad financiera. Pero la buena noticia es que con un buen asesoramiento, la educación en finanzas adecuada y una buena rutina, el estrés financiero se puede prevenir y manejar. Una vez que sabes dónde estás, puedes empezar a cambiar tu relación con el dinero».
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Beneficios que no te habías planteado de la educación financiera
La educación financiera en España ha mejorado significativamente en los últimos años, aunque sigue siendo un gran desafío. Según datos recientes del Plan de Educación Financiera 2022-2025, impulsado por el Banco de España y la CNMV, es un hecho que se ha intensificado la formación en competencias financieras a través de proyectos escolares y campañas nacionales.
Sin embargo, la mayoría de la población está muy lejos de controlar con soltura sus finanzas y eso se traduce en una economía de mera supervivencia. «Cuando no comprendes conceptos básicos como tasas de interés o presupuestos, cada decisión económica se convierte en un salto al vacío», explica Sisamón.
Para el asesor, «la educación financiera es una herramienta esencial para prevenir el estrés financiero porque brinda las habilidades y conocimientos necesarios para tomar decisiones económicas informadas». Este aprendizaje no solo mejora nuestra relación de tú a tú con el dinero, sino que también nos genera confianza, control y estabilidad en la vida financiera y en nuestro día a día. ¿Qué nos aporta?
- Tomar el control: saber cuánto entra, cuánto sale y hacia dónde va cada euro que ganamos es como tener un mapa en medio de una tormenta. No elimina los problemas, pero te da herramientas para enfrentarlos.
- Evitar deudas tóxicas: comprar ahora y pagar después suena genial, hasta que el interés te devora. Con educación financiera, aprendes a identificar (y evitar) trampas.
- Prepararte para lo inesperado: ¿un gasto médico imprevisto? ¿La nevera rota? Un fondo o colchón de emergencia marca la diferencia entre un susto y una crisis.
- Marcar metas reales, no sueños imposibles: aprender a establecer metas financieras claras y crear un plan para alcanzarlas brinda una sensación de logro que combate la frustración y el estrés.
Tips de experto para manejar el estrés financiero
El asesor financiero Jesús Sisamón comparte algunos consejos que pueden ayudarte a recuperar el control y, sobre todo, la tranquilidad:
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Crea un presupuesto mensual:
define y contabiliza de forma realista ingresos, gastos fijos y variables. Puedes usar apps o una simple hoja de cálculo. La clave está en la constancia.
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Organiza un fondo de emergencia:
ahorrar de tres a seis meses de gastos básicos puede parecer difícil, pero es un salvavidas en tiempos de crisis. Se recomienda empezar poco a poco e ir aumentando el ahorro de forma progresiva.
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Analiza tus deudas:
si tienes varias deudas que te ahogan, prioriza pagar antes las que tienen un interés mayor. Y, si puedes, consolida para simplificar tus pagos.
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Despídete de las compras compulsivas:
no es fácil sobrevivir al consumismo, pero aplica la regla de las 24 horas. Es decir, espera un día antes de realizar una compra y evitarás gastar en cosas no esenciales.
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Invierte en el Largo Plazo:
destina un 15% de tus ingresos mensuales a la inversión a largo plazo. Automatiza esta inversión para que no tengas ni que pensarlo. Con este tipo de inversión te aprovecharás de la «magia» del interés compuesto.
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Consulta a un profesional:
De la misma manera que vamos al médico cuando tenemos un problema de salud, deberíamos recurrir a un asesor financiero para mejorar nuestras finanzas.