5 frases que queremos dejar de oír en las comidas y cenas navideñas

Del clásico “para cuándo el novio” a la irritante coletilla “es que las feministas…”. ¿Un deseo navideño? No escuchar más comentarios como estos.

diciembre 22, 2022 Escrito por Eva Gracia

Coordinadora web de Bloom. Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza. Redactora especializada en salud femenina, salud mental, estilo de vida y temas sociales. Ha colaborado en el Observatorio BLOOM sobre ITS en mujeres en España.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

La Navidad es un tiempo de reencuentros con amigas, de descanso, de hacer lo que nos gusta y de disfrutar sin culpa de nuestra comida favorita. Pero también es un tramo del año en el que volver a casa se nos puede hacer cuesta arriba, en el que el duelo tras la pérdida de un ser querido escuece más y en el que, irremediablemente, escuchamos frases que nos hacen poner los ojos en blanco.

Tomárnoslas con humor y responder con ironía, pero de forma contundente, es una solución para salir airosa de situaciones y comentarios como estos.

  1. «Y el novio, ¿para cuándo?»

    Podríamos dedicar un solo artículo a desgranar las implicaciones de esta frase, pero lo dejaremos en que lleva implícita la idea de que, sin pareja, nos falta algo. Y nada de eso: como ya dejamos bien claro en nuestra oda a las solteronas, casarnos (o, sencillamente, tener pareja) hace tiempo que dejó de ser nuestra meta como mujeres. Recuerda: estar soltera no significa estar sola.

  2. «Y los hijos, ¿para cuándo?»

    De los creadores de “cuándo te echarás novio” llega el clásico “para cuándo los bebés”. Afortunadamente, cada vez la sociedad está más sensibilizada con este tema y tenemos claro que esta es una pregunta totalmente desafortunada e innecesaria. Porque no sabemos por lo que está pasando una pareja (la infertilidad o la dificultad para concebir es un camino duro) y porque es totalmente legítimo, simplemente, no querer tener hijos. ¡Faltaría más!

  3. «Estás muy delgada, has ganado unos kilitos…»

    … y, en general, cualquier comentario sobre el cuerpo de los demás. Una regla muy sencilla para saber si esa frase debe o no salir de nuestra boca es la siguiente: ¿se puede solucionar en tres minutos, como un resto de comida en los dientes o una mancha de rímel en el párpado? Entonces, dilo. Si no es el caso -un brote de acné, un aumento o pérdida de peso-, mejor guardárnoslo.

  4. «¿Y tu pareja no ha venido?»

    Otro clásico de las fiestas es ir a la reunión familiar o de amigos de turno y que te pregunten “dónde has dejado a tu pareja”. No ir juntxs no es sinónimo de crisis, sino de que tenéis vidas en las que las familias y grupos de amigos del otro también tienen cabida. Vidas en las que podéis hacer planes por separado y, por supuesto, seguir estando bien. Sois una pareja, ¡no un pack indivisible!

  5. “Es que las feministas estáis (introduzca aquí cualquier generalización)”

    “Sacando las cosas de contexto”, “exagerando con lo de los piropos” o “intentando cambiar la ley a vuestro antojo”. WTF. Estas son solo algunas de las variables de esta frase, que puede alternarse con “ni machismo ni feminismo, igualdad” o “es que las denuncias falsas también existen”. Ante frases así, argumentos de peso y datos: sí, a veces hay que estudiar antes de las comidas o cenas navideñas.

La importancia del diálogo interno

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A estas frases -top 5 del cuñadismo en Navidad- debemos añadir las que, tantas veces, nos decimos a nosotras mismas, que suelen estar muy ligadas a la comida, como “en enero empiezo la dieta” o “voy a salir rodando”. Los comentarios que nos dirigimos importan, es lo que en psicología se conoce como autodiálogo o diálogo interno.

Apliquémonos también la regla de los 3 minutos antes de decirnos un comentario negativo, sea de nuestro cuerpo o de cualquier otro aspecto de nuestra vida: el trabajo, los estudios, la pareja o las relaciones de amistad. Mantener una buena relación -también de palabra- con nosotras mismas es clave para nuestra salud mental. ¡En Navidad y siempre!

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