Por qué la nueva ley del aborto en España es un gran avance para la salud femenina

La nueva norma podría entrar en vigor en 2023 y, con ella, un amplio abanico de novedades que llegan para mejorar la salud femenina. Te contamos los cambios al detalle.

mayo 17, 2022 Escrito por Eva Gracia

Coordinadora web de Bloom. Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza. Redactora especializada en salud femenina, salud mental, estilo de vida y temas sociales. Ha colaborado en el Observatorio BLOOM sobre ITS en mujeres en España.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

“No olvidéis nunca que bastará con una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres se cuestionen. Estos derechos nunca son adquiridos. Deberéis permanecer alerta durante toda vuestra vida”. Esta frase premonitoria la dijo Simone de Beauvoir hace décadas, pero resume en apenas unas palabras una cuestión que cada cierto tiempo vuelve a estar de actualidad.

Por eso, y ya que habitualmente esa actualidad viene marcada por el retroceso de los derechos de las mujeres (de Irán a Texas), los momentos en los que normas como la nueva ley del aborto en España los impulsan son dignos de celebración. Y de un análisis bloomer también.

Nueva ley del aborto en España: todo lo que cambia (y desde cuándo)

ley aborto españa 2022

Este 17 de mayo, el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó el anteproyecto de reforma de la ley del aborto que, spoiler, aborda otros temas ligados a la salud femenina más allá de la interrupción voluntaria del embarazo.

El objetivo del Ministerio de Igualdad es tramitar esta ley por un procedimiento de urgencia para que entre en vigor en 2023 y cambie de forma sustancial los derechos de las mujeres en España y, de algún modo, nuestra relación con nuestro cuerpo.

El 30 de agosto, el Consejo de Ministros ha dado su visto bueno a la nueva ley del aborto, que ahora inicia su camino hacia el Congreso y, después, al Senado.

Al lío, ¿qué hay de nuevo con la reforma de la ley? Esta incluye novedades en la regulación (y protección) del aborto, pero también capítulos dedicados a la salud menstrual y las llamadas violencias reproductivas. Si quieres descubrir todas las medidas, sigue leyendo.

Aborto en España: en hospitales públicos y sin consentimiento paterno

  • La nueva ley del aborto en España pone fin a la exigencia de consentimiento paterno para mujeres de 16 y 17 años.

  • Se garantizará el derecho al aborto en el hospital público más cercano a nuestro domicilio. Esto es un cambio muy importante, dado que, de las casi 89 000 interrupciones voluntarias del embarazo reportadas en 2020, un 84,5 % se practicaron en centros privados. Con todo lo que eso conlleva: no es lo mismo (en seguridad sanitaria, por ejemplo) que te realicen esta intervención en un centro sanitario que en un hospital con todos los servicios necesarios por si algo sale mal.

  • Adiós al plazo de reflexión de tres días. Sí, lo hay actualmente: cuando comunicas tu intención de abortar no puedes acudir a un centro especializado en el momento, sino que debes recapacitar -como si no lo hubieses hecho antes, ¿alguien piensa que decidir abortar surge como un plan espontáneo?- durante tres largas jornadas.

  • Adiós también a la obligación, por parte del personal sanitario, de entregar a las mujeres que van a interrumpir su embarazo un sobre con información sobre recursos y ayudas a la maternidad.

  • La nueva ley del aborto en España no «deja en la estacada» los derechos del personal sanitario. Al contrario, la objeción se conciencia se garantizará como un derecho individual, pero se regulará de tal modo que siempre haya personal que pueda practicar la intervención.

  • Además, se establece un permiso retribuido a partir de la semana 39 de embarazo. Inicialmente, la propuesta del Ministerio de Igualdad era que se ofreciera desde la semana 36.

Más allá del aborto: un paso de gigante para la salud menstrual

Si por algo está siendo sonada en España la aprobación de la nueva ley del aborto no es -solo- por los avances en interrupción voluntaria del embarazo, sino también por todas las novedades que incorpora en salud menstrual. El mero hecho de que este término esté en el debate público y deje de ser “cosa de mujeres” nos emociona.

Baja menstrual. En serio, ¡baja menstrual! Las mujeres con reglas incapacitantes tendrán acceso a una baja laboral sin duración máxima y cuyo coste será íntegramente asumido por la Seguridad Social.

¿Significa esto que todas las mujeres debamos coger un permiso menstrual cuando nos baje la regla? Por supuesto que no, pero esta medida es un gran respiro para aquellas que sufren una condición incapacitante, como endometriosis u ovarios poliquísticos, por ejemplo.

baja menstrual

A ojos de muchos, aquí entramos en terreno pantanoso. Por un lado, porque hay quienes consideran “demasiado subjetivo” el dolor menstrual. Como decía una ingeniosa viñeta que se viralizó en redes sociales: “Claro, Manolo, es que cuando a ti te da la lumbalgia se te enciende un piloto rojo”. La frase habla por sí sola, pero, aun así, en la nueva ley del aborto en España se listarán las patologías que llevan asociados dolores de menstruación incapacitantes, léase SOP o endometriosis, por citar dos ejemplos.

El segundo punto clave de este cambio es el que puede generar debate en el mismo movimiento feminista. ¿Esta baja menstrual estigmatiza a las mujeres, puede resultar discriminatoria e incluso lastrar su desarrollo laboral? Más que un avance, ¿es un atraso que pone el foco en lo que durante siglos ha sido tachado de debilidad femenina? ¿Solo se está dando pábulo a una casposa excusa de seis palabras, “es que está con la regla”, para minimizar sentimientos y emociones?

El recorrido de esta medida, el volumen de mujeres que hacen uso de ella y cómo afecta a sus carreras profesionales está por ver. Pero lo cierto es que cualquier avance en derechos es sencillamente eso: un avance que abre el abanico de elecciones sobre nuestro cuerpo y nuestra salud.

Igual que el hecho de poder abortar no hace que otras mujeres pierdan su derecho a decidir tener hijos (¿a que suena ridículo?), que exista un permiso menstrual no significa que tengamos que cogérnoslo por ley. Se trata de algo opcional y para casos incapacitantes. Porque tener que convivir con dolores que no te dejan moverte y apenas pensar en otra cosa durante un promedio de cinco días al mes no es salud. Tampoco lo es tener que ir a trabajar con el organismo anestesiado por los analgésicos.

Quizá la pregunta que debamos hacernos a nivel social es más: ¿y si lo que estigmatiza es invisibilizar unos dolores crónicos y recurrentes que repercuten directamente en la calidad de vida de las mujeres?

Un dato más, con la segunda aprobación del 30 de agosto, se extienden las bajas temporales por menstruaciones incapacitantes y preparto a las funcionarias de Fuerzas Armadas y Justicia.

Pobreza menstrual, anticoncepción y violencias reproductivas, partes de la nueva ley del aborto española

La nueva ley del aborto en España incluye acciones para combatir la llamada pobreza menstrual: se distribuirán de forma gratuita productos de higiene femenina en centros educativos, penitenciarios o ligados a servicios sociales.

ley aborto españa 2022

También llegan con esta norma novedades en lo relacionado con los métodos anticonceptivos. Así, los centros de salud distribuirán gratuitamente la píldora del día después (hasta la fecha se compra en farmacias por 20€). De nuevo, las píldoras anticonceptivas de última generación -¿recuerdas cuando te hablamos de la píldora sin estrógenos?- el Estado estudiará la financiación de estas y nuevos métodos. Además, según ha mencionado la ministra de Igualdad, Irene Montero, en su comparecencia de prensa, se hará un esfuerzo para fomentar los métodos anticonceptivos masculinos. Un ejercicio que las mujeres llevan tiempo reclamando, ya que no es justo que lo de no quedarnos embarazadas ni contagiarnos de ITS recaiga sobre nuestros hombros.

Igualmente, en esta nueva ley se hace referencia a las violencias reproductivas: se considerarán como tales la gestación subrogada, los embarazos y abortos forzosos y la esterilización forzosa de mujeres con discapacidad. Ahora bien, por el momento no se perseguirá a quienes opten por los vientres de alquiler desde España y con la intermediación de agencias especializadas (efectivamente, este tema da para otro melón).

Por otro lado, y con su segundo visto bueno de agosto, se incorpora a la norma un apartado por el que se garantiza la asistencia y el acompañamiento a las mujeres en materia de salud mental en los casos de muerte perinatal.

Educación sexual: sí, gracias

La nueva norma también presta atención a la educación sexual, la gran olvidada en los planes escolares… y más allá de los colegios e institutos. Según esta ley, será una materia integral en las diversas etapas educativas y se abordarán cuestiones como el consentimiento. Además, los alumnos no serán los únicos que tengan que tomar apuntes: también se ofrecerán planes de formación en materia de educación sexual y menstrual a profesores, trabajadores públicos y personal de prisiones.

De la teoría a la práctica, se repartirán gratuitamente (y en el marco de esas campañas educativas) métodos anticonceptivos de barrera en los propios centros. También se creará una línea de atención telefónica y centros públicos de atención especializada en salud sexual.

Lo que pudo ser y no fue: el IVA superreducido para los productos de higiene femenina

No negaremos que, de nuevo, nos pudo la emoción y nos vinimos arriba al fantasear con que las compresas y tampones dijesen “chao” al IVA o tuviesen uno superreducido del 4 %. Pero no pudo ser. Al menos, en esta nueva ley del aborto. En cualquier caso, podría llegar en un futuro cercano, pues el Gobierno se ha comprometido a negociarlo de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado. ¿Qué IVA seguiremos pagando? El del 10 %.

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¿Se puede seguir hablando de tasa rosa en España? Lamentablemente sí.

Aunque aún tiene margen de mejora, la nueva ley del aborto en España es un ejemplo práctico de legislación con perspectiva de género. Como dice el personaje de Selina en Veep, “si los hombres se quedasen embarazados, podrías abortar en un cajero automático”.

Como mujeres no queremos eso -entiéndase el chascarrillo-, sino ampliar y blindar nuestros derechos. Porque, y tal y como recuerda un lema muy compartido en redes sociales en las últimas semanas, no se pueden prohibir los abortos, solo los abortos seguros.

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