Ácido fólico y embarazo: descubre todo sobre esta vitamina clave para el bebé
Te contamos cuáles son los beneficios de tomar ácido fólico en el embarazo y cómo hacerlo para no preocuparte por nada.
El ácido fólico es fundamental tanto durante el embarazo como durante la etapa de preconcepción. Su suplementación es fácil y sus beneficios son enormes para la salud del bebé y también para la tuya. Te contamos aquí cuándo, cómo y porqué tomar ácido fólico.
¿Qué es el ácido fólico?
El ácido fólico es una vitamina que pertenece al grupo B, concretamente es la vitamina hidrosoluble B9.
A veces se utiliza el término folato para referirse al ácido fólico pero lo cierto es que no se trata de lo mismo. El folato es la esencia de esta vitamina que podemos encontrar en los alimentos y el ácido fólico es la misma vitamina pero sintetizada en forma de pastillita.
En condiciones normales, todos necesitamos tener unos buenos niveles de ácido fólico en el organismo porque se encarga de proteger las células y el buen funcionamiento del aparato circulatorio y nervioso entre otras cosas. Pero además, durante el embarazo, un buen nivel de ácido fólico es vital para el buen desarrollo neurológico del feto. Por eso se recomienda que las embarazadas completen su alimentación con un complemento vitamínico rico en ácido fólico.
¿Por qué es tan importante tomar ácido fólico?
Durante el embarazo y la preconcepción, no es suficiente con tener una buena alimentación, tu cuerpo necesita una ayudita extra de algunos ingredientes: el primero de ellos es el ácido fólico. La forma más sencilla de tomarlo es a través de un complemento vitamínico, que en sus dosis adecuadas puede hacer mucho por ti y por tu bebé. No en vano, su ingesta durante el embarazo puede llegar a reducir hasta un 70% el riesgo del feto de desarrollar enfermedades neuronales graves. Y eso, siendo honestas, es mucho.
Para entender mejor por qué es tan importante el ácido fólico, veamos qué implica que sus niveles sean bajos. La deficiencia del ácido fólico está muy relacionada con malformaciones del tubo neuronal y enfermedades congénitas como espina bífida, hidrocefalia, hipotiroidismo o labio leporino. Además, el ácido fólico ayuda a controlar los niveles de homocisteína (tipo de aminoácido, una sustancia química que el cuerpo utiliza para producir proteínas) en sangre, por lo que previene enfermedades cardiovasculares.
La deficiencia del ácido fólico está muy relacionada con malformaciones del tubo neuronal y enfermedades congénitas como espina bífida, hidrocefalia, hipotiroidismo o labio leporino.
¿Sabes lo que es la espina bífida?
El tubo neural se forma en las primeras semanas de gestación y se termina de cerrar 28 días después de la concepción. Cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman adecuadamente y no terminan de cerrarse, se produce la espina bífida. Una enfermedad que lleva consigo lesiones en la médula espinal, en los nervios y en los huesos de la columna.
Asusta bastante porque es más común de lo que pensamos, pero su gravedad dependerá de la ubicación y del tamaño de la lesión.
La única causa para desarrollar esta enfermedad no es la falta de ácido fólico, también pueden intervenir otros factores para su desarrollo como antecedentes familiares o diabetes, por ejemplo.
En cualquier caso, consulta con tu doctora cuando estés pensando en quedarte embarazada para que te recomiende el mejor complemento de ácido fólico. Es cierto que este puede ayudarte a prevenir la espina bífida y otras malformaciones.
¿Por qué tomar ácido fólico antes del embarazo?
Durante las primeras semanas de vida del embrión es cuando se desarrollan sus tubos neuronales, en muchas ocasiones antes de que seamos conscientes de que estamos embarazadas. Y es entonces cuando el ácido fólico debería estar en sus niveles óptimos, por eso es tan importante empezar a tomarlo antes del embarazo.
Aunque el ácido fólico se encuentra en muchos alimentos que consumimos a diario, si estás planificando tu embarazo, deberías preguntar a tu médico por esta vitamina para que tu cuerpo la contenga en dosis necesarias.
Lo ideal sería que empezaras a tomar un suplemento de ácido fólico como mínimo un mes antes de quedarte embarazada. Si quieres hacer tus deberes perfectos, mejor empieza tres meses antes. Por supuesto, si tu embarazo es inesperado, empieza a tomar ácido fólico lo antes posible.
El ácido fólico no solo es fundamental para garantizar una correcta formación del tubo neuronal. No podemos afirmar que el ácido fólico ayude a quedar embarazada pero lo que sí es cierto es que existen estudios que demuestran que unos buenos niveles de ácido fólico podrían favorecer a la fertilidad e incluso disminuir el riesgo de abortos espontáneos.
Cantidad recomendada de ácido fólico en el embarazo
Aunque en el primer trimestre del embarazo y en la preconcepción es cuando se hace más fundamental, lo normal es que tu gine te recomiende continuar tomando ácido fólico durante toda la gestación o incluso prolongar su toma hasta la lactancia. No olvides ser constante y tomarlo todos los días para que no desciendan los niveles de ácido fólico en tu organismo.
Consulta con tu médico para saber cuál es la dosis recomendada de ácido fólico que debes consumir para tu cuerpo y tus circunstancias. En términos generales, una mujer embarazada debería tomar un complemento vitamínico rico en ácido fólico en concentraciones de entre 300 y 400 microgramos, pero esto podría variar en el caso de que tuvieras antecedentes de enfermedades de tipo neuronal, por ejemplo.
En principio, el ácido fólico no es tóxico porque, al tratarse de una vitamina hidrosoluble, su exceso se elimina por la orina y no va a parar a los tejidos. Por eso, no te agobies si un día te tomas dos pastillas por error. Sin embargo no deberías consumir nunca dosis más altas de las recomendadas porque el exceso de folato podría producir daños en tu salud y en la de tu futuro hijo.
Fuentes naturales de ácido fólico
Como en el caso de otros complementos, tomarlos no sustituye cuidar tu alimentación. Aunque tomes un complemento o suplemento de ácido fólico todos los días, una dieta saludable y rica en folatos será vital durante el embarazo. Fundamentalmente porque la mayor parte de esta vitamina disminuye notablemente en los alimentos una vez cocinados debido a que el calor destruye el folato.
El ácido fólico lo encontramos en su forma natural (folatos) fundamentalmente en su mayor concentración en las verduras de hoja verde. De hecho, la palabra folatos viene del latín y significa hoja. Sin embargo, existen muchos otros alimentos ricos en esta vitamina:
- Verduras de hoja verde oscura: espinacas, brócoli, acelgas, berros, lechuga o rúcula.
- Frutas: plátano, melón, aguacate y naranja.
- Legumbres: Soja, guisantes, judías…
- Cereales mejor integrales.
- Frutos secos: almendra, castaña, nuez y avellana.
- También en los espárragos y en las vísceras, como el hígado de ternera.
Si quieres saber qué forma de ácido fólico es la más adecuada en tu caso, puedes preguntar a una nutricionista que te ayude a diseñar una dieta rica en vitaminas. Y si quieres saber más sobre alimentación en el embarazo, descubre las claves aquí.