Cómo cambia tu cuerpo en el embarazo: todo lo que ocurre en el tercer trimestre
¿Cómo se adapta tu cuerpo al tercer trimestre? Estos son los cambios más comunes en esta etapa del embarazo semana a semana
Has llegado al tercer trimestre de embarazo (¡uf, por fin!) y los sentimientos están más encontrados que nunca. Por un lado, da mucha tranquilidad pensar que el bebé está prácticamente formado y cada vez más lejos del peligro. Estás deseando conocerlo y poderlo abrazar, y además deseas muy fuerte volver a tu cuerpo de antes, porque estás cansada y la tripa te pesa demasiado.
Pero, por otro lado, surgen muchas inseguridades (tantas como en el primer o el segundo trimestre) y hace su aparición el miedo a lo desconocido, a lo que se te viene encima, sobre todo en el caso de que seas madre primeriza. ¿Tendré un buen parto? ¿Será un niño perfectamente sano? ¿Sabré cuidarlo bien? ¿Seré una buena madre?
Si ya has pasado antes por esto y tienes más hijos, cuando se acerca el final del embarazo tienes menos miedo al parto y a lo que supone irte a casa con un recién nacido, pero suelen perturbarte en este momento otras preocupaciones, como la de si sabrás querer a tus hijos por igual o si los celos entre hermanos serán un problema.
No estás sola, nos pasa a casi todas. Recuerdo que, cuando se acercaba el parto de mi segundo hijo, me atormentaba esta idea porque me parecía imposible que se pudiera querer a alguien tanto como yo ya quería a mi primera hija. Me parecía que no me podía “caber” más amor. Tranquila, el amor de una madre es infinito y, aunque parezca increíble, querrás a todos tus hijos con la misma intensidad.
El tercer trimestre de embarazo abarca desde la semana 28 hasta la 40, aproximadamente (puede prolongarse hasta la semana 42). A pesar de la incomodidad, procura disfrutar de la recta final del embarazo. Es el momento de organizar tu casa, planificar el parto y el posparto en la medida de lo posible y mimarte y dedicarte tiempo.
Estos son los síntomas y cambios comunes en el tercer trimestre de embarazo
Obviamente, cada mujer experimenta su propio carrusel de molestias durante el tercer trimestre de embarazo, pero hay algunos de esos síntomas que se consideran de lo más comunes. A saber:
- Aumento de peso más acusado que en el resto del embarazo. Cuida tu alimentación
- Dolores de cabeza
- Calambres en las piernas, entumecimiento y varices
- Picor o escozor en la piel
- Aumento del flujo vaginal
- Ganas de hacer pis todo el rato
- Falsas contracciones o contracciones de Braxton Hicks
- Problemas de digestión: estreñimiento, gases, acidez y ardor de estómago…
- Cansancio acusado
- Dolor de espalda, sobre todo en la zona lumbar, algo que puede desembocar en ciática
- Retención de líquidos en todo el cuerpo, especialmente en los pies y en los tobillos
- Hemorroides
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo
- Inestabilidad emocional (hormonas power!)
- Insomnio en mayor o menor grado
- Dolor o tensión en el pecho y posible aparición estelar del calostro
- Aparición de estrías de todos los colores y formas. Empléate a fondo con tu tratamiento antiestrías o usa aceite de rosa mosqueta y una buena hidratante
- Síndrome del nido: necesidad irremediable de tener la casa relimpia y ordenada y preparar cosas para el bebé. Me ha pasado en todos mis embarazos, efectivamente
- Neuritis intercostal: dolor o escozor en las costillas
- Sangrado vaginal: es poco frecuente y podría ser síntoma de alguna complicación, así que no dudes en acudir a tu especialista
¿Qué pruebas son importantes en el tercer trimestre de embarazo?
Cada equipo médico tiene un protocolo de actuación y no siempre se realizan las pruebas en una semana determinada. Tampoco se siguen los mismos protocolos en la sanidad privada que en la Seguridad Social, pero lo que es seguro es que las visitas al médico se hacen al final del embarazo muchísimo más frecuentes.
Por regla general, estas serán las pruebas a las que te tendrás que someter en el último trimestre:
- Ecografía del tercer trimestre. Para valorar la situación del bebé y de la madre. Se realiza al menos una entre las semanas 32 y 36
- Analítica de sangre y orina
- Estudio sanguíneo de compatibilidad de Rh y vacuna anti-D en caso de que sea necesario
- Control de la tensión arterial
- Exudado rectal y vagina. En la semana 35 o 36, para descartar bacterias en el canal del parto
- Estudio preoperatorio con el anestesista
- Monitorización a partir de la semana 37 y hasta el parto para controlar las contracciones y comprobar que el bebé no sufre
Semana a semana: cambios en tu cuerpo en el tercer trimestre
Semana 28. Hasta ahora, era una gozada notar los movimientos de tu bebé, pero puede que, a partir de este momento, empiecen a resultar molestos porque el niño o niña es más grande y tiene menos espacio para moverse. Si no te lo has hecho antes, en esta semana deberías realizar un estudio sanguíneo de compatibilidad de Rh y, si es necesario, te pondrán la vacuna anti-D.
Semana 29. El cansancio va haciendo mella y lo habitual es que te cueste encontrar la postura para dormir: mejor de lado que boca arriba. Además, el abdomen se coloca debajo de la caja torácica y es posible que empieces a notar más presión en esa zona.
Semana 30. Notarás cómo se te hinchan mucho los tobillos y te pesan las piernas. Intenta controlar la retención de líquidos con una dieta baja en sal, bebiendo mucha agua y haciendo algo de ejercicio. Es el momento de plantearte también apuntarte a clases de preparación al parto.
Semana 31. Siento ser yo la que te dé la noticia: es muy probable que aparezcan a partir de este punto del tercer trimestre de embarazo hemorroides y varices (¡qué bonita es la maternidad!). Entre esta semana y las siguientes se suele realizar un control del bebé por ecografía para evaluar la situación.
Semana 32. A partir de esta semana, se considera que el bebé ya está bien formado y podría nacer sin complicaciones neuronales graves. Si te animas, la semana 32 es un buen momento para empezar a practicar los masajes perineales que facilitarán el parto.
Semana 33. Es bastante común que el peso de la barriga te provoque dolores de espalda fuertes, sobre todo en las lumbares, y algo de ciática. ¿Se te olvidan las cosas y estás más dispersa de lo normal? No te preocupes, tu organismo ha establecido cuáles son sus tareas prioritarias y está trabajando a tope en lo importante. Además, como muchos de tus órganos se han movido de sitio y están buscándose un hueco, es bastante probable que notes molestias estomacales, muchos gases y que las digestiones se complican.
Semana 34. Empezarás a notar la barriga más tensa y puede que te pique un poco la piel. Además, puede que la presión en el pecho se haga complicada de sobrellevar y te cueste respirar. En esta semana es frecuente padecer neuritis intercostal, un dolor o escozor en las costillas que no debe preocuparte demasiado porque desaparecerá después del parto.
Semanas 35-40. A partir de la semana 35, el bebé ya está preparado para nacer y ya solo cabe esperar. Notarás cada vez más presión en la pelvis, aumento del flujo vaginal y calambres en la vagina. Se hacen muy presentes las contracciones de Braxton Hicks, asegúrate de que las distingues bien de las contracciones de parto.
Lo más normal es que estés incomodísima y que las semanas se te hagan eternas en el tercer trimestre de embarazo, pero procura tomártelo con calma, caminar mucho para que la retención de líquidos no te haga la vida imposible y aprovechar para ultimar todo lo que tengas entre manos.
Sabrás que estás de parto si rompes aguas, expulsas el tapón mucoso o las contracciones se vuelven muy intensas. Pídele a tu médico o a tu matrona que te dé las instrucciones necesarias para cuando llegue ese momento. Si tienes programada una cesárea, sabrás exactamente cuándo acudir al hospital.
Algunos consejos prácticos para la cuenta atrás
Puede que te pongas de parto antes de tiempo o que tu bebé no quiera salir hasta la semana 42. Si eres de las que necesita tenerlo todo controlado como yo, vivir con la incertidumbre de no saber qué día exacto y a qué hora exacta nacerá tu hijo o hija hará que las últimas semanas de embarazo estés de los nervios. Aquí van algunos tips que pueden servirte para que no te pueda la ansiedad en el tercer trimestre de embarazo:
- Organiza tu agenda y no dejes nada pendiente para las últimas semanas de embarazo, no confíes en que cumplirás la fecha prevista del parto
- Pídele a tu médico o a tu matrona que te explique bien qué hacer en caso de ponerte de parto y cuándo debes alarmarte
- Vigila el comportamiento de tu cuerpo y estate atenta a cualquier síntoma que indique que el parto se ha iniciado, pero date tiempo, no corras al hospital. Al principio son todo falsas alarmas
- Valora apuntarte a clases de preparación al parto, te resolverán muchas dudas y además te encontrarás allí con muchas mujeres que están pasando exactamente por lo mismo que tú
- Organiza con antelación tu casa, la cuna, el carrito, el cambiador… compra lo imprescindible para el cuidado del bebé
- No dejes para el último momento organizar el plan de parto, la documentación necesaria para el hospital y los trámites postparto
- Si tienes más hijos, planifica con quién se quedarán mientras estés en el hospital y prepara todo lo que puedan necesitar en tu ausencia
- Con tiempo suficiente, organiza la maleta del hospital para ti y la canastilla del bebé con todo lo necesario
Y un último apunte para este tercer trimestre de embarazo: personalmente, odiaba cuando me daban este consejo (y ahora soy yo la que lo da), pero descansa todo lo que puedas, necesitas coger fuerzas para lo que viene. Las primeras semanas con un recién nacido son muy bonitas, pero una experiencia realmente agotadora física y mentalmente. ¡A por ello!