Toxoplasmosis en el embarazo: estos son sus principales riesgos y así puedes prevenirla
Daños en el sistema nervioso, nacimiento prematuro o incluso aborto son algunos de los riesgos que supone la toxoplasmosis. ¿Cómo prevenirla?
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
¿Qué locura es esa de que solo puedes haber pasado la toxoplasmosis si has tenido mucho contacto con felinos o si has comido caca de gato? ¡Otro mito a desterrar por el equipo de Bloom!
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa que suele pasar desapercibida en las mujeres con un sistema inmunológico sano, pero que puede ser bastante peligrosa para la salud de los bebés durante el embarazo. Analizamos qué riesgos tiene estar embarazada con toxoplasmosis y qué podemos hacer para evitar la enfermedad. Toma nota.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad de tipo infecciosa causada por la bacteria toxoplasma gondii, un parásito súper común en todos los mamíferos. ¿Que cómo contraemos esta enfermedad? Pues el hecho es que los huevos de este parásito crecen y se desarrollan en el intestino de los gatos y después se lanzan a recorrer el mundo a través de las heces de los felinos. Pero el ser humano puede contagiarse de toxoplasmosis aunque no haya mantenido nunca contacto directo con un gato, porque el toxoplasma gondii puede llegar hasta nuestro organismo muy fácilmente a través del agua, el contacto con la tierra de un jardín o la ingesta de cualquier alimento crudo, poco cocinado o mal lavado. No destierres a tu gato durante el embarazo, es inocente.
La toxoplasmosis es prácticamente inofensiva para una persona con un sistema autoinmune normal porque apenas tiene consecuencias y rara vez presenta síntomas. El problema que genera la toxoplasmosis en el embarazo es que el parásito puede contagiar al feto a través de la placenta y la toxoplasmosis congénita conlleva riesgos para su salud, desde daños en los oídos y en los ojos hasta problemas serios en el sistema nervioso, riesgo de nacimiento prematuro o posibilidades de que se produzca un aborto.
Lo ideal es tomar precauciones para evitar contraer la enfermedad durante el embarazo aún en el caso de que la madre haya resultado ser inmune y someterse a las pruebas necesarias para una detección precoz. Afortunadamente, el riesgo de transmitir la toxoplasmosis al feto disminuye a medida que avanza el embarazo y, en cualquier caso, si la enfermedad se detecta a tiempo, se pueden minimizar los riesgos con un tratamiento a base de antibióticos durante el embarazo y en los primeros meses después del nacimiento del bebé.
Síntomas de la toxoplasmosis en las mujeres embarazadas
La toxoplasmosis solo se pasa una vez en la vida y, es importante saber que, desde que se contrae la enfermedad hasta que aparecen los primeros síntomas, si es que los hay, pueden pasar dos o tres semanas.
Puedes haber pasado la toxoplasmosis y no haber notado nada o pasar la toxoplasmosis durante el embarazo y no presentar ningún síntoma en los nueve meses. Lo normal es que ocurra de esta manera.
En el caso de que haya síntomas, la mayoría de las veces son tan leves y comunes que pueden pasar desapercibidos o confundirse con una ligera gripe: fiebre o febrícula, dolor de cabeza y garganta, molestias musculares, cansancio y leve inflamación de los ganglios del cuello. Vamos, como una gripe común.
Precisamente por el hecho de que es una enfermedad asintomática que no siempre avisa es tan importante someterse, al principio del embarazo, a la prueba de la toxoplasmosis para actuar en consecuencia y prevenir riesgos para la salud del bebé.
El riesgo de transmitir la toxoplasmosis al feto es mayor en el primer trimestre, pero disminuye a medida que avanza el embarazo.
¿Cómo es la prueba de la toxoplasmosis en el embarazo?
La toxoplasmosis puede ser inocua para la madre, pero conlleva graves riesgos para la salud del feto, por ese motivo, es fundamental la prevención desde el principio del embarazo.
La única forma de saber si eres inmune a la toxoplasmosis o si estás embarazada con toxoplasmosis es mediante una analítica específica, por eso la prueba de la toxoplasmosis es una de las pruebas diagnósticas obligatorias para el primer trimestre de embarazo en la mayoría de comunidades autónomas de nuestro país.
La prueba de la toxoplasmosis consiste en un análisis de sangre en el que se tienen en cuenta los anticuerpos que ha generado o está generando el organismo frente al parásito toxoplasma gondii. Si los resultados de la analítica determinan que ya has pasado la enfermedad y que, por lo tanto, eres inmune o existe un riesgo minimísimo de volver a contraerla, serás libre; si no, tendrás que extremar las precauciones durante todo el embarazo para evitar la infección.
te recomendamos
Consejos para prevenir la toxoplasmosis en el embarazo
No hace falta volverse loca con el tema de la toxoplasmosis, el riesgo de contraer la enfermedad está ahí y es completamente necesario tomar algunas sencillas precauciones de higiene y de alimentación, pero con calma.
- Lavarse las manos concienzudamente varias veces al día, especialmente cuando vayas a comer o manipular alimentos.
- Pelar y lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas con abundante agua potable. También puedes utilizar productos específicos para limpiar vegetales, pero después aclararlos bien.
- No consumir carne ni embutidos que no hayan sido completamente cocinados previamente.
- Cuidado con los huevos y la leche cruda.
- No tomes lácteos que no hayan sido elaborados con leche pasteurizada.
- Si vas a comer fuera de casa, evita escoger alimentos sin cocinar, como una ensalada o agua que no esté embotellada. Ante la duda, mejor no asumir riesgos.
- Antes de empezar a cocinar o a comer, asegúrate de que las superficies y los utensilios que vasa utilizar estén bien limpios.
- Si vas a manipular plantas, extrema las precauciones y usa guantes.
- Vigila especialmente tu higiene y la de tu hogar si tienes gatos o estás en contacto con ellos. No pasa nada por tener un gato en casa durante el embarazo, pero toma precauciones.
te recomendamos
¿Te ha gustado este post?
¡Queremos saberlo!
Y también en:
Pregúntame lo que quieras
