¿Embarazada? Estas son todas las pruebas importantes semana a semana: la guía que estabas esperando
¿Estás embarazada? Te contamos todas las pruebas importantes que te harán durante el embarazo semana a semana ¡primer, segundo y tercer trimestre!
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
El control prenatal es muy importante durante todo el embarazo, desde el minuto cero hasta que llega el parto. Por eso, en el momento en que el test da positivo, hay que ponerse en manos de el equipo médico especialista en obstetricia y ser muy obediente cumpliendo el calendario de visitas, analíticas y pruebas durante las 40 semanas que durará la gestación.
¿No sabes por dónde empezar? El primer paso sería pedir cita con tu ginecólogo y comunicarle que estás embarazada. En la primera visita, tu gine te hará las preguntas necesarias para completar tu historia médica (historial médico familiar tuyo y de tu pareja, enfermedades previas, patologías, antecedentes ginecológicos…) y te preguntará cómo es tu menstruación y cuándo fue la fecha de tu última regla para poder calcular la fecha de concepción y estimar la fecha de posible parto.
Después, lo normal es que te realicen una primera ecografía básica para comprobar cuántos embriones hay y si el embarazo es viable.
A partir de ahí, se establecerá la hoja de ruta para todo el embarazo y te convocarán para las primeras pruebas diagnósticas y analíticas propias de una gestación. Si has logrado quedarte embarazada después de pasar por a alguna técnica de reproducción asistida, esta primera visita obviamente será diferente.
El seguimiento del embarazo conlleva unas pruebas imprescindibles y otras más complementarias, pero no es exactamente igual en todos los centros hospitalarios y varía en función de si te tratas en un centro público o privado donde, por regla general, se hacen más controles.
En España tenemos la suerte de contar con un estupendo control de embarazo en la Seguridad Social Española con muy buenos profesionales. El protocolo establecido por la Seguridad Social para un embarazo sin complicaciones abarca unas diez visitas y cuenta con todas las pruebas necesarias para detectar problemas a tiempo y para que la gestación se lleve a término de forma óptima para la madre y para el bebé.
El protocolo establecido por la Seguridad Social para un embarazo sin complicaciones abarca unas diez visitas y cuenta con todas las pruebas necesarias para detectar problemas a tiempo y para que la gestación se lleve a término de forma óptima para la madre y para el bebé.
Pruebas en el primer trimestre de embarazo
Se considera el primer trimestre de embarazo el tiempo que abarca desde el momento de la concepción hasta el final de la semana 12. Las pruebas durante esta primera etapa están enfocadas a asegurarse de que la salud de la madre es favorable para el embarazo y de que el embrión se asienta y crece correctamente.
- Reconocimiento físico.
Tu gine comprobara tu peso, estatura e índice de masa corporal, así como el estado de tu vagina y tu pecho. También te medirá la tensión arterial. - Citología.
El médico toma células del cuello uterino para analizarlas y así detectar cualquier anomalía o infección. La citología del primer trimestre del embarazo es igual que las que se hacen en las revisiones ginecológicas rutinarias. - Analítica de orina.
Para detectar albúmina, niveles de glucosa y bacterias. La analítica de orina permite descartar cualquier infección de orina, algo muy habitual a lo largo de todo el embarazo y que debe tratarse convenientemente para que no se complique. - Analítica de sangre.
La primera analítica de sangre es muy completa y los resultados de los análisis de sangre del primer trimestre de embarazo, muy importantes. Comprueba los niveles de hierro, colesterol, glucemia… pero, además, sirve para determinar el grupo sanguíneo y el Rh (en caso de Rh negativo el control debe ser mucho más frecuente). Junto con la analítica de sangre, se realiza un hemograma para detectar si la madre está inmunizada frente a posibles enfermedades infecciosas como la sífilis, la hepatitis, el VIH u otra ITS, la rubéola o la famosa toxoplasmosis. - Test de Coombs.
Entre la semana 10 y la 12. El Test de Coombs indirecto o escrutinio de anticuerpos irregulares (EAI) es necesario para averiguar si en la sangre de la madre hubiera anticuerpos incompatibles con los glóbulos rojos del bebé. - Ecografía del primer trimestre.
La ecografía de las 12 semanas es muy importante para determinar el tamaño del embrión, calcular las semanas de embarazo y la fecha posible de parto. Además, esta ecografía sirve para analizar exhaustivamente la anatomía del feto y para realizar un cribado de posibles enfermedades cromosómicas. - El triple screening.
Se realiza a la vez que la ecografía de las 12 semanas. Es una prueba genética de cribado que calcula mediante probabilidad si el feto padece alguna alteración cromosómica grave. Tiene en cuenta tres datos: la edad de la madre, los niveles de dos proteínas fabricadas por la placenta y el tamaño del bebe, así como la translucencia nucal. - Test prenatal no invasivo.
Es una prueba muy útil ya que facilita muchísima información sobre el feto y que no implica riesgos ni para la madre ni para el bebé. Suele recomendarse cuando el resultado del triple screening hace sospechar de que el feto puede tener algún problema. Se realiza a partir de una muestra de sangre de la madre y analiza el ADN fetal para detectar alteraciones genéticas relacionadas con el número de cromosomas, como los síndromes de Edwards, Patau y Down y otras enfermedades. Puede practicarse a partir de la semana 9 de gestación, es más fiable en el primer trimestre, pero podría hacerse también en el segundo trimestre.
El test prenatal no invasivo es una prueba que facilita muchísima información sobre el feto y que no implica riesgos ni para la madre ni para el bebé. Se realiza a partir de una muestra de sangre de la madre y analiza el ADN fetal para detectar alteraciones genéticas relacionadas con el número de cromosomas. El problema es que está prueba es costosa y no está cubierta por la Seguridad Española.
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Pruebas en el segundo trimestre de embarazo
En el segundo trimestre, la madre suele estar más relajada porque el embrión ya está creciendo y disminuye el peligro de pérdida gestacional o aborto espontáneo.
- Analítica de sangre.
Control rutinario para revisar el estado de salud general de la madre y para analizar un posible caso de anemia materna. - Ecografía del segundo trimestre.
La ecografía de la semana 20 o ecografía morfológica es especialmente reveladora porque suele realizarse en alta resolución. Permite hacer un examen exhaustivo de la morfología del feto y de su estado cardiaco y también determinar su sexo, además de controlar el estado de la placenta y del cordón umbilical. En esta prueba se hace la biometría, que consiste en tomar una serie de medidas de la anatomía del feto (cabeza, fémur, abdomen). Datos que servirán para detectar alguna anomalía en su desarrollo o alguna malformación prenatal. - Test de O’Sullivan.
Entre las semanas 24 y 28 se realiza la prueba de detección de la glucosa para descartar problemas de diabetes gestacional, que podría llegar a ser grave tanto para la madre como para el bebé si no se controla a tiempo. Si el resultado es positivo, lo normal es que te recomienden hacer un test de tolerancia a la glucosa. - Biopsia corial o biopsia de Corion.
En el caso de que los niveles obtenidos en el triple screening o en el test de ADN sean preocupantes, podrías someterte a la biopsia corial, una prueba invasiva y con riesgos, que consiste en analizar genéticamente vellosidades coriales de la placenta. Esta prueba está indicada en caso de que se haya detectado algún problema cromosómico, en caso de antecedentes o para padres que pudieran ser portadores de enfermedades genéticas. Podría realizarse desde la semana 10, aunque lo normal es que se haga en el segundo trimestre en caso de que sea indispensable. - Amniocentesis.
Como la biopsia corial, la amniocentesis es una prueba bastante invasiva y con riesgos, pero de diagnóstico seguro, que sirve para detectar anomalías cromosómicas a través del análisis del líquido amniótico y suele hacerse en el caso de que la madre tenga una edad demasiado avanzada para gestar, antecedentes complicados o porque los resultados del triple screening hayan dando índices altos de riesgo. El momento de hacerse esta prueba, si es necesario, es entre las semanas 15 y 20.
Pruebas en el tercer trimestre de embarazo
En la recta final del embarazo es muy importante controlar el estado del bebé, pero también ir preparando el parto. Estas son las pruebas fundamentales en el tercer trimestre de embarazo:
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- Ecografía del tercer trimestre.
Se realiza normalmente entre las semanas 34 y 36 y sirve para comprobar el estado vital del bebé y su posición y medir su crecimiento. Pero también para valorar el estado general de la gestación, es decir, detalles como la posición de la placenta o el volumen de líquido amniótico. - Analítica tercer trimestre.
Se controla el estado de todos los niveles y la posibilidad de que haya anemia, algo que suele suceder a menudo en este trimestre. En esta analítica se realizan también pruebas de coagulación para preparar el parto. - Exudado Vagino-Rectal.
Se toman muestras vaginales y rectales con un hisopo y se analizan con el fin de descartar la presencia de bacterias en la madre, especialmente el Streptococus Agalactiae, que podría transferirse al bebé durante el parto. Para evitar males mayores, se le administra a la madre un antibiótico antes del parto si da positivo en esta prueba. - Monitorización fetal.
Aproximadamente en la semana 38 se empieza a monitorizar el embarazo para comprobar el bienestar físico del bebé. El objetivo es controlar por un lado los latidos del corazón del feto y por otro lado las contracciones uterinas de la madre si es que se están produciendo ya. Esta prueba puede realizarse bien por vía interna o externa (lo más habitual) con unas correas colocadas alrededor del vientre materno. La monitorización fetal anteparto (MFA) se repite varias veces hasta el momento en que se desencadena el parto y también suele utilizarse una vez que la madre está dilatando como herramienta de control. - Consulta con el equipo médico.
Alrededor de la semana 36. El objetivo es conocer al anestesista, la matrona (si aún no la has conocido) y al resto del equipo médico, preparar el parto con los resultados de las pruebas del tercer trimestre y resolver dudas de los padres. Es el momento también de comentar el plan de parto. No siempre se realiza esta consulta, depende mucho del centro, pero es muy útil para llegar al día P con más tranquilidad.
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