Mi pareja me da ansiedad y me agota psicológicamente, ¿qué puedo hacer?
Tener una relación puede ser una montaña rusa emocional. A veces nos sentimos en la cima del mundo y, otras, en un torbellino de ansiedad y agotamiento.
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Que las relaciones pueden ser complejas y que se atraviesan diferentes etapas lo sabemos todas. Cuando compartimos nuestra vida con alguien es habitual que surjan diferentes conflictos y que haya rachas mejores y peores que no tienen por qué significar el final necesariamente.
Entre las situaciones que pueden surgir puede suceder es que, quizá de repente o quizá de manera progresiva, notes que la otra persona te está generando sentimientos de ansiedad o agotamiento que pueden traducirse en que cada vez te apetezca menos pasar tiempo ella o tocar ciertos temas. ¿Estamos ante una alerta de ruptura?
Cuando la ansiedad llama a la puerta de tu relación de pareja cualquier interacción puede suponer un desafío emocional. Se puede manifestar de diferentes maneras, como la preocupación constante por su bienestar, el sentimiento de juicio o el miedo a perder su afecto.
Mi pareja me da ansiedad
Al principio te encantaba pasar tiempo con tu novix, pero desde hace semanas sientes que cuando compartís momentos se te pone un nudo en el estómago y no puedes dejar de pensar si realmente tu relación va bien o va a dejarte cuando menos te lo esperes. ¿Te suena? A menudo nuestras propias inseguridades combinadas con la falta de comunicación o una dinámica tóxica pueden hacer que sientas que vives en la cuerda floja, cuando no debería ser así en ningún caso.
El agotamiento emocional en la pareja no ocurre de la noche a la mañana. Suele darse, de hecho, como resultado de periodos de estrés y tensión dentro de una relación que tienen como resultado que, quien lo siente, acabe deseando no pasar tiempo con la otra persona.
Estas son algunas de las señales que podrían indicar que te sientes agotada psicológicamente en tu relación:
Mi pareja me da ansiedad
-
Te sientes desconectada
Las actividades que solíais compartir y disfrutar en pareja te parecen aburridas o estresantes.
-
Las peleas se han hecho más frecuentes
El desgaste emocional tensa el día a día y eso se puede traducir en discusiones que, si son muy habituales, acaben por crear un ambiente tóxico entre vosotros.
-
¿Sexo? No, gracias
La falta de interés sexual, consciente o inconsciente, también puede ser indicativo de un problema a mayor escala. Quizá ya no te apetece, lo evitas, sientes que la otra persona ya no te atrae…
-
Siempre negativa, nunca positiva
Cuando la relación es sana, solemos creer que la otra persona tiene siempre las mejores intenciones hacia nosotras, pero cuando se da la vuelta es posible que lo miremos todo desde la negatividad.
-
Distancia
Si no te sientes bien con la otra persona, puede que empieces a tomar distancia incluso antes de que te des cuenta.
-
Ya no te gusta conversar
Antes charlabais durante horas de cualquier tema, y ahora pensar en iniciar una conversación te agota.
Mi pareja me exige demasiado
Otra de las causas más comunes de la ansiedad en una relación es sentir que estamos siendo permanentemente juzgadas, menospreciadas o infravaloradas. Cuando este comportamiento parte de alguien que se supone que nos quiere, puede ser totalmente destructivo para nuestra autoestima y ponernos en una situación nada cómoda de dar cada paso pensando si le parecerá bien o suficiente. Realmente agotador. E innecesario. Reconocer este patrón es fundamental para poder abordarlo y no comprometer nuestra salud mental y emocional.
El agotamiento psicológico puede partir de las expectativas del otro: sentirnos constantemente presionadas para encajar en sus expectativas es una fuente poderosa de estrés y ansiedad, especialmente si nos vemos incapaces de alcanzar esos estándares que nuestra pareja quiere de nosotras.
La ansiedad me hace pensar que no quiero a mi pareja
La ansiedad es una emoción tan potente y abrumadora que es capaz de que nos lleguemos a plantear nuestros propios sentimientos. Aunque en ocasiones puede nublar nuestro juicio y hacernos creer esto, otras veces está funcionando como un mecanismo de que algo no funciona que no podemos ignorar.
Cada caso será diferente, así como también cada causa: es muy importante observar y reflexionar al respecto. ¿Si me alejo ese nudo en el estómago desaparece? ¿Esta relación me hace feliz? ¿Es esta una señal de que tengo que priorizar mi bienestar?
¿Cómo actuar si tu pareja tiene ansiedad?
Ahora bien, ¿qué pasa si es tu pareja la que está sufriendo esta emoción? ¿Puedes de alguna manera ofrecer tu apoyo y comprensión? Por supuesto que sí: de hecho, que sepa que puede contar contigo y que te vas a adaptar a sus necesidades en estos momentos tan abrumadores puede ser de gran ayuda tanto para tu pareja como para que la relación salga fortalecida.
Escucha activamente a tu pareja y valida sus sentimientos. Trata de comprender qué es lo que desencadena su ansiedad y cómo puedes prestar tu ayuda para que pueda gestionarla de manera efectiva. Si lo ves necesario, anima a tu pareja a buscar ayuda profesional.
¿Cómo superar el agotamiento emocional en la pareja?
Experimentar agotamiento en una relación no significa necesariamente que el vínculo debe llegar a su fin. Quizá sí o quizá no. Aquí van algunos consejos para, si hay interés y opción, tratar de encauzar la relación en lugar de darla por perdida:
Fortalecer la pareja
-
Sé honesta con tus emociones
Expresa aquello que necesitas, tanto a nivel físico como psicológico.
-
Comparte tiempo de calidad con tu pareja
Quizá una cita, una conversación… Momentos que os ayuden a recuperar la conexión.
-
Practica el autocuidado
En la forma que quieras. Para estar bien con los demás, primero tenemos que estar bien con nosotras mismas.
¿Te ha gustado este post?
¡Queremos saberlo!
Y también en:
