¿Sirven de algo los propósitos de año nuevo? Cómo conseguir cumplirlos de verdad
Ser poco realistas, establecer demasiados objetivos o no trazar un plan son algunos de los motivos por los que nos cuesta cumplir esas metas. Te contamos cómo conseguirlo en 2023
Evitaré a toda costa citar la canción de un famoso grupo de música español -especialmente en los años 80 y 90- que se ha convertido en un himno oficioso de las Nocheviejas, pero lo cierto es que, según vemos asomar al 31 de diciembre, empiezan los balances, los reels de Instagram con fotos y vídeos de los últimos 365 días y los propósitos de año nuevo.
Pero, si bien se estima que la mitad de los adultos elabora cada año sus propósitos de año nuevo, también se calcula que un 80 % de las personas ya los ha incumplido o abandonado a mediados de febrero. Desde un punto de vista psicológico, ¿tiene sentido plantearnos esos objetivos para el nuevo año?
Los nuevos comienzos nos brindan la esperanza de empezar de cero, de hacer “borrón y cuenta nueva”, pero también de tener una visión de conjunto de nuestros objetivos y una fecha de inicio de los nuevos hábitos. Eso también ocurre con el comienzo de una semana o de un mes, por lo que, si queremos hacer un cambio en nuestra vida, no tenemos por qué esperar a los propósitos de año nuevo para ponerlo en marcha.
Ahora bien, ¿por qué fallamos en transformar esas buenas intenciones en una realidad? Los expertos señalan diversos motivos:
- Son propósitos poco realistas. Un nuevo año nos brinda una posibilidad para cambiar, pero debemos establecer metas realistas, no retos inasumibles que nos generarán frustración al no alcanzarlos.
- Son demasiados propósitos. Más que cambios radicales de vida, debemos plantear pequeños cambios que mejoren nuestro día a día. Y, si nuestra lista es demasiado larga, podemos fasearla: unos propósitos de año nuevo para antes del verano y otros, a partir de septiembre.
- No trazamos un plan para ejecutarlos. No basta con decir “quiero hacer deporte”, sino que debemos pensar cómo integrar ese objetivo en nuestro día a día. Por ejemplo, podemos empezar con un entrenamiento a la semana y, paulatinamente, aumentar la frecuencia.
- No tenemos motivación. Es una de las causas más comunes: si no nos sentimos motivadas, nos costará más hacer realidad esos propósitos. ¿Un antídoto al abandono? Buscar aquello que nos reporte una mayor recompensa. Volviendo al ejemplo del deporte, si tenemos que elegir entre ir a nadar solas o jugar a pádel con nuestras amigas, la segunda opción tendrá más posibilidades de ser un propósito cumplido, pues socializar con gente cercana es una estupenda recompensa.
Ser más realistas con los listados de propósitos, no motivarnos en exceso con los cambios que queremos hacer, pensar cómo aterrizaremos esos cambios en nuestro día a día y ponérnoslo fácil son cuatro claves para que, este 2023 sí, los propósitos de año nuevo vivan más allá de San Valentín.
Propósitos de año nuevo en clave Bloom
Lo de los propósitos para el nuevo año es algo muy personal, pero también hay objetivos que muchas bloomers compartimos, como estos:
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Una menstruación más consciente
Si aún no te has animado a usar la copa menstrual u opciones de higiene íntima más sostenibles, ¡es el momento!
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La salud física y mental, por delante
Es momento de decir adiós a los hábitos poco saludables, como el tabaco, pero también de poner fin a conductas tóxicas, sea en relaciones de amistad o de pareja.
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Aprender más sobre nuestro cuerpo y su potencial
En Bloom nos encantan las lecciones de anatomía sobre, por ejemplo, el clítoris. En 2023 seguiremos aprendiendo juntas sobre nuestro cuerpo, las señales que nos envía y cómo cuidarlo.
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Tiempo de autoconocimiento, también en lo sexual
Más asertividad con nuestras parejas y mayor conexión con nosotras mismas y nuestro placer, dos propósitos que son un gran SÍ.
Por un 2023 de buenas intenciones que se hagan realidad, de aprendizaje y de nuevos retos. Por un 2023 muy Bloom.