Gano más (o menos) que mi pareja: cómo aprender a gestionarlo para que no afecte a la relación
El dinero puede ser una fuente de conflictos en la pareja, especialmente si una parte ingresa más que la otra. Toma nota de estos consejos para aprender a sobrellevarlo
Hace unos días, lanzamos en nuestros stories de Instagram una encuesta con dos preguntas sencillas, pero con mucho fondo: ¿ganas más que tu pareja? ¿Afecta de alguna forma a tu relación? El desequilibrio económico en la pareja es el tema que subyace en esas dos cuestiones: el dinero es, a veces, un tabú, pero en una relación es una cuestión clave y de la que debemos hablar abiertamente.
Un 35% nos respondisteis que sí, que ganáis más que vuestras parejas, frente a un 65% que respondió “no”. Esto evidencia que la brecha económica en las relaciones sigue existiendo y que, mayoritariamente, son las mujeres que las que cobran menos.
¿Y cómo repercute en las relaciones esa diferencia económica? Un amplio 68% indicasteis que no afecta “nada de nada”, mientras que un 8% respondisteis que sí y un 24%, “algo”.
Pues bien, entremos en materia: ese 32% de las que nos contasteis que, de algún modo, la diferencia económica tiene impacto en vuestra relación, hablasteis de consecuencias tan importantes como dependencia de la pareja o sentimiento de inferioridad. Es importante aprender a gestionar todo eso, así como el desequilibrio económico en la pareja: ¡Bloom al rescate!
Desequilibrio económico en la pareja: ¿qué pasa cuando nosotras ganamos más?
Históricamente, ha sido bastante común -al menos, en España- que, en relaciones heterosexuales, los hombres aporten el dinero y las mujeres lo administren. Este rancio y anticuado reparto está, afortunadamente, en vías de extinción. De hecho, muchas parejas se encuentran ahora en la situación opuesta: aunque ambos miembros de la pareja trabajan fuera de casa, es ella quien gana más dinero y aporta más económicamente a la relación.
¿Qué impacto tiene esto? Habrá escenarios ideales en los que la respuesta sea “ninguno”. En los que esa desigualdad no afecte para nada y las parejas masculinas no tengan nada que objetar, no vean amenazada su masculinidad y estén muy orgullosas de no formar parte de un esquema de pareja que perpetúe las desigualdades históricas.
Pero habrá otros casos en los que esa pareja masculina sienta, efectivamente, que no ha sido educado para ganar menos que su compañera. Y que ese sentimiento se transforme en frustración y genere conflicto en la relación.
También puede ser -habla de la voz de la experiencia- que una mujer que gana más que su pareja masculina lo lleve casi en secreto, esforzándose por no hacerlo notar y tratando de “compensar” en los gastos para que él no sienta cierta inferioridad. ¿A qué responde esa forma de actuar? Probablemente, a la herencia social que, de algún modo, nos ha hecho sentir que no es “lo normal” que una mujer gane más que un hombre. Menos mal que esto está cambiando y esas ideas van perdiendo fuelle y la masculinidad tóxica, perdiendo puntos.
En casos opuestos -que sigue habiéndolos- en los que es él quien gana más que ella, es común sentirnos dependientes, en una situación de desigualdad o pensar que “nos quedamos atrás”. Pero siempre hay herramientas, consejos y pequeños cambios que poner en práctica para que el desequilibrio económico en la pareja no deje herida de muerte la relación.
Consejos para gestionar el desequilibrio económico en la pareja… sea quien sea que gane más
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Proporcionalidad en los gastos
No descubrimos la pólvora ni inventamos la rueda, pero el tip más obvio y básico no se aplica siempre. Nos referimos aquí a repartir los gastos de forma proporcional a lo que cada uno ingresa: si una parte gana más que otra, el alquiler no debería pagarse al 50%, sino en función de lo que cada uno perciba mensualmente. Es decir, es importante aportar de forma equitativa, pero eso no significa que sea exactamente la misma cantidad.
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Hablad, debatid, definid una estrategia común
Lo decimos siempre, pero nunca está de más recordarlo: lo que le funciona a tu mejor amiga no tiene por qué ser lo ideal para ti. Es importante que en la pareja hablemos de la parte económica y distribución de gastos y encontremos una forma de gestionarlos que resulte cómoda para ambas partes. En algunos casos puede ser tener una cuenta común y en otros, utilizar una app de gastos compartidos como Settle Up.
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Si tenéis un proyecto común, puede reflejarse también en lo económico
Si queréis, en el medio plazo, comprar una casa juntos, podéis aportar mensualmente -y, de nuevo, de forma proporcional- a una hucha o cuenta bancaria común. Lo mismo para pequeños planes del día a día, como una cena especial o unas vacaciones. Así sentiréis que habéis participado equitativamente en ese proyecto.
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Revisad juntos las finanzas
De acuerdo, no suena como el planazo del siglo, pero dedicar un ratito una vez al mes a repasar los gastos compartidos, ver dónde se puede ahorrar o invertir más y cómo mejorar vuestra gestión conjunta puede ser de lo más útil y constructivo.
Y recuerda: no es dinero todo lo que se aporta en una relación. De hecho, en ocasiones ocurre que la parte que gana más lo puede hacer porque la otra persona invierte más tiempo en el cuidado de la casa o de los hijos, por ejemplo. La comunicación y no tener reparo en hablar con nuestra pareja de un tema esencial como este es clave para gestionar el desequilibrio económico en la pareja.