¿Para qué sirven los besos en el sexo? Este es su papel en las relaciones
Durante los besos se liberan las hormonas responsables de hacernos sentir placer y el Kamasutra registra hasta 22 tipos. ¿Con cuáles te quedas?
Hay teorías que apuntan a que el origen del beso (no solo los besos en el sexo, sino los besos en general) está en los animales y lo relacionan directamente o bien con la lactancia o bien con ofrecer comida boca con boca (o pico con pico). Culturalmente, los seres humanos les hemos dado otra dimensión más afectiva y no tenemos que perder de vista que este gesto funciona como mecanismo de unión entre nuestra especie.
Hay muchos tipos de besos que pretenden, además, demostrar diferentes tipos de afecto: un beso en la mano muestra respeto, mientras que un beso en la mejilla puede ser un simple saludo. Nos fijamos en este artículo en el papel que tienen los besos en las relaciones sexuales.
Suelen estar ahí a modo de preámbulo, pero no los infravaloremos: los besos tienen un gran poder excitante y consiguen generar una conexión muy especial y, por supuesto, placentera.
El día internacional del beso, cada 13 de abril
Hay un día internacional para todo, ¡como para no haber uno dedicado al noble arte de besar! Los besos son una muestra internacional de afecto, el idioma que todo el mundo habla. El 13 de abril es la fecha elegida para esta bonita -y placentera- práctica.
Este día se conmemora el beso más largo registrado. Este particular récord lo ostenta una pareja tailandesa que se besó durante nada más y nada menos que 58 horas (¿tendrían agujetas en sus lenguas después?). En este tiempo, imaginamos que podrían repasar todos los beneficios que tiene besarse: no solo implica a un gran número de músculos faciales y calma la ansiedad, sino que produce un incremento de una hormona llamada oxitocina, que es la responsable de que sintamos placer y euforia.
Tipos de besos en el sexo, ¿con cuál te quedas?
¿Sabías que en la boca hay muchísimas terminaciones nerviosas? Se trata de una zona de nuestro cuerpo especialmente sensible a la estimulación, tal y como nos recuerda Laura Cámara, nuestra sexóloga de cabecera.
Además, los besos, cuando son en la boca, adquieren un significado romántico o sexual. Seguramente por eso, quien más y quien menos recuerda su primer beso (un tema que podía llegar a obsesionarnos en la adolescencia).
Sin embargo, a veces ocurre que, al hacernos mayores y conocer otras prácticas que también son divertidas y excitantes, nos olvidamos del poder que tienen los besos en el sexo y dejamos que ocupen el lugar de los preámbulos sin darles mayor importancia.
Desde aquí queremos reivindicar el poder juguetón y erótico que tienen los juegos con la boca y la lengua. El Kamasutra reconoce hasta 22 formas de besos diferentes en función de la postura de las cabezas, los labios, el uso de la lengua, la presión que se ejerce… Fuera o dentro de las relaciones sexuales, cualquiera de estos besos puede ser reconfortante ¡o ponerte a mil! Y no olvidemos otras modalidades, como el cunnilingus (psss, aquí te contamos cómo hacer un buen cunnilingus).
Se pueden usar a modo de preliminares, pero también como el acompañamiento perfecto a cualquier otra práctica y no solo en la boca: en el cuello, en el pecho, en las muñecas, en los muslos… Y también en los genitales, claro. Aunque esos juegos eróticos que hacemos con la boca y la lengua en los genitales de nuestra pareja suelen recibir el nombre de sexo oral, lo cierto es que también se conoce a estas prácticas como beso francés -en el caso de los genitales- o beso negro -en el ano.
Sea cual sea tu beso favorito, ¡hora de ponerlo en práctica y disfrutar!