¿Por qué tenemos miedo al sexo? De las ITS a los embarazos no deseados
¿Más información = más miedo? No tiene por qué: te ayudamos a sentirte segura en tus relaciones.
La información es poder, pero, a veces, saber los riesgos que entrañan algunas actividades puede hacer que, en lugar de disfrutarlas con conocimiento, desarrollemos cierto miedo y acabamos rechazándolas. Es el caso de las relaciones sexuales: hemos detectado que algunas mujeres, al informarse sobre cómo se transmiten las ITS y ante la “amenaza” de un embarazo no deseado, desarrollan cierto temor a tener relaciones sexuales. En este post nos gustaría ofrecerte una visión global para que seas consciente de a lo que te expones, sí, pero también de cómo enfrentarlo para disfrutar del sexo 100% seguro.
Miedo a las relaciones sexuales
La fobia al sexo recibe técnicamente el nombre de “erotofobia”, y se define en psicología como un miedo irracional y/o excesivo a todo lo que tiene que ver con la sexualidad y las relaciones sexuales. Se trata de un término lleno de aristas: puede ser que ese miedo se refiera a la presión que ejerce una sociedad hipersexualizada, a cuestiones morales o religiosas, y, por supuesto, a experiencias personales de quien la padece.
¿Cómo saber si te está pasando?
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Más allá de que tengas pareja o no, las relaciones sexuales te producen ansiedad. “No te apetece” este tipo de intimidad y te sientes incómoda o abrumada ante la posibilidad de contacto físico.
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Sientes cualquier toma de contacto (caricias, besos) casi como una obligación. No lo disfrutas y te mueves entre el aburrimiento y el desagrado.
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Si no tienes pareja, evitas cualquier acercamiento romántico por la posibilidad de que acabe en algo sexual.
Al igual que las relaciones sexuales, cada persona vive la fobia al sexo de una manera, tiene unos síntomas y siente una intensidad diferente. No tiene que ver con nada más allá de ti. Ni siquiera con tu sexualidad: no tienes por qué ser asexual, quizá es que tienes miedo.
Miedo al sexo ante la posibilidad de contraer una ITS
Más allá de otras posibles causas y manifestaciones por las que puede surgir el miedo a tener relaciones sexuales, queremos centrarnos en la protección. Tener relaciones sexuales entraña ciertos riesgos, sí, pero la buena noticia es que todos ellos se pueden controlar utilizando los métodos adecuados. En este sentido, tanto si hablamos de sexo oral como de penetración vaginal o anal, el preservativo y/o la barrera bucal son los reyes de la fiesta. No solo son anticonceptivos (en el caso del preservativo), sino que evitan la transmisión de las infecciones de transmisión sexual (los anticonceptivos hormonales no).
Según el Observatorio Bloom de ITS en mujeres en España, la gonorrea y la clamidia son las infecciones más comunes entre nosotras. El escudo contra ambas es el condón o la barrera bucal.
Never forget…
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No compartir los juguetes sexuales, ¡también son vías de contagio!
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Los preservativos nunca se reutilizan.
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Si vas a utilizar algún lubricante (es recomendable porque evita que los preservativos se rompan), que sea de base acuosa. Son los más respetuosos con el látex.
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Un gesto tan simple como hacer pis después de tener relaciones puede ayudarnos a prevenir posibles infecciones.
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Si tienes pareja estable y vas a pasarte a los anticonceptivos hormonales, es recomendable que os hagáis un análisis antes de eliminar cualquier anticonceptivo de barrera. Así os aseguráis de que no hay riesgos.
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Existen vacunas para algunas ITS, como el VPH o la hepatitis A.
Si nos protegemos debidamente, no tiene por qué haber peligro y el sexo puede ser tan seguro como placentero.
¿Miedo a un embarazo no deseado?
Si lo que te da miedo de tener relaciones es la posibilidad de quedarte embarazada, tenemos buenas noticias: está en tu mano evitarlo y es muy sencillo. Además de los anticonceptivos de barrera que protegen de ITS, hay otras opciones que puedes escoger para estar siempre protegida. Los anticonceptivos hormonales son una buena opción para parejas estables en las que no hay posibilidad de transmisión de ITS, pero se quiere evitar el embarazo.
Existen diferentes opciones en función de las hormonas que contienen, del tiempo que dura, etc. Para escoger la más adecuada para ti, te recomendamos que acudas a consulta de tu ginecóloga. Si quieres saber un poco más de las opciones que se pueden poner encima de la mesa, te invitamos a que leas este artículo.
Como ves, la fobia al sexo puede surgir por diversas razones y puede afectar a la capacidad de disfrutar de las relaciones. La información sobre los riesgos asociados con las relaciones sexuales, como la posibilidad de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) o enfrentar un embarazo no deseado puede generar más miedo en algunas personas. Sin embargo, es crucial entender que la información adecuada también es poder, y existen formas de protegerse y disfrutar del sexo de manera segura.
La clave para superar el miedo o la fobia al sexo reside en informarse adecuadamente, tomar decisiones responsables y cuidar la salud sexual en todo momento. De esta manera, es posible disfrutar de una vida sexual segura, saludable y placentera. Si crees que no puedes hacerlo sola, no olvides que siempre puedes pedir ayuda.