Llevo una década tomando la píldora anticonceptiva y estas son las dudas que siempre he querido resolver
Un relato en primera persona sobre ser usuaria de la píldora y las dudas que más suelen asaltarnos
Llevo tomando la píldora anticonceptiva desde los 15 años y actualmente tengo 25. En este periodo de tiempo, he escuchado todo tipo de informaciones sobre la pastilla. También, en ocasiones, me he sentido ignorada y desatendida por el sistema de salud que me la mandó consumir en su día.
Como a muchas chicas, a mí me recetaron la píldora en plena adolescencia tras una visita de apenas cinco minutos en la consulta de ginecología del centro de especialidades de mi barrio. Se me indicó empezar a tomar Diane 35, pero en consulta no se me dio explicación de por qué, aunque mi preocupación, realmente, venía del acné. Por aquel entonces, suponía que, si no me decían nada acerca de mi salud, era porque no era nada. Pero, cuando eres mujer y vas al médico, con los años entiendes que esto no va así: preguntar en algunos casos se convierte en una obligación.
Mi diagnóstico, ante el que hoy en día sigue habiendo algunas dudas, lo descubrí un tiempo después, en mi historial médico sostenido por el feroz Windows XP que aún rige en muchos centros de salud: síndrome de ovario poliquístico.
No comento esto a modo de pataleta ni de queja gratuita al sistema sanitario, pero sí creo que refleja bastante cómo ha sido la atención que he recibido en el ámbito de la salud femenina (parecida en otros campos, en realidad, pero especialmente grave en este): la información a *la* paciente, en algunos casos, continúa brillando por su ausencia.
Un tiempo después, me sugirieron cambiar de píldora. Fue también después cuando descubrí que Diane 35 se había dejado de recomendar desde 2002 (sí, más de una década antes de que me la recetaran) por riesgo de trombosis (algo que esta píldora acusa especialmente).
En fin, durante este periodo vital en el que llevo tomando la píldora he sentido muchas cosas, pero especialmente miedo y desinformación. Tengo la sensación de que ahora se ha puesto de moda llamar a la píldora en redes sociales “bomba de hormonas” y, básicamente, insinuar que las usuarias que elegimos tomarla estamos poco menos que yendo contra nuestra propia naturaleza. Eso y el alarmismo continuo respecto a los trombos. Lo entiendo, pero a veces es como: «Por favor, suélteme el brazo».
Creo que, en general, la educación en salud sexual que hasta ahora hemos recibido muchas mujeres ha estado atravesada por lo mismo: la única finalidad parece asustarnos. Bien porque te vas a quedar embarazada o bien porque no puedes salir a la calle con X ropa. Y ahora bien porque quieres tomarte X pastilla porque —vaya— es posible que sea lo que más te funciona. Obviamente, como paciente y no como experta, no es que vea necesario medicalizarlo todo, pero sí creo en el derecho informado de elegir.
Brindar información está bien, y sobre todo desmentir los típicos mitos asociados a la pastilla (como que te «regula» la regla, cuando lo cierto es que tu ciclo ovulatorio queda interrumpido por el suministro de hormonas), pero no termino de entender toda la demonización out of context que, de alguna forma, implica cierto señalamiento a quien elige este camino de tomar la píldora.
No, la píldora no es la única opción, pero sí es una alternativa que elegimos millones de mujeres. De hecho, en Europa Occidental la píldora es el método anticonceptivo más utilizado, aunque en España esta tendencia se invierte (52% de las mujeres tienen como referencia el condón, seguido de la píldora, con el 23%; según una reciente investigación publicada por la prestigiosa revista médica The Lancet).
No, no va a solucionar ninguna patología ni te va a hacer la carta astral, aunque es una vía de abordaje sintomático que en muchos casos se agradece.
Resolviendo dudas frecuentes sobre la píldora anticonceptiva de la mano de expertas
Precisamente por la soledad y desinformación que en ocasiones vivimos las mujeres respecto a nuestra salud quería recabar este recopilatorio de preguntas frecuentes, con algunas de las cuestiones que todas nos hemos preguntado, también algunas curiosidades que han pasado por mi cabeza (como hipocondríaca de matrícula de honor, también os digo).
Para ello, he consultado directamente a una experta. La doctora Amira Alkourdi Martínez es ginecóloga, cirujana y divulgadora: podrás encontrarla en redes sociales como @ginecologa (¿puede haber un nickname mejor para la ocasión?). En Bloom hemos podido contar con su criterio para que nos resuelva algunas cuestiones que seguramente muchas nos hayamos planteado alguna vez, tanto si quieres empezar a tomar la píldora como si ya llevas un tiempo. Aquí van ordenadas según la temática.
Sobre cambios físicos y patologías
¿La píldora engorda? ¿Por qué? ¿Se puede controlar ese aumento de peso?
La píldora en sí no engorda, responde la experta. «Todos los estudios científicos lo avalan. Es cierto que algunos gestágenos, es decir, algunos componentes, sí pueden provocar una retención hídrica. Esta retención es bastante variable dependiendo de la mujer y de su sensibilidad a ello», indica.
¿Puede llegar a provocar o agravar problemas de circulación y causar trombos? ¿La probabilidad de trombo se mantiene en el tiempo o disminuye?
La complicación más importante que debemos explicar es que las píldoras anticonceptivas pueden causar trombos, pero es clave reseñar que esto se asocia a otros factores de riesgo. Es decir, tener un sobrepeso por encima de un IMC de 35, fumar más de 15 cigarrillos al día o tener antecedentes de trombo hace que aumente el riesgo.
«Los efectos secundarios o el riesgo del tromboembolismo están ahí; ahora bien, una vez que pasamos los seis meses, el riesgo disminuye. Cuando suspendemos el tratamiento y volvemos a retomarlo es cuando vuelve a aparecer», apunta. Por eso, «siempre explicamos que, cuando empezamos con un anticonceptivo, estamos 3, 4, 6 meses con él, y que, cuando lo dejemos, también debemos estar una temporada sin él para no tener mayor probabilidad de efectos secundarios», sostiene la experta.
¿Puede tener efectos permanentes sobre nuestro cuerpo?
Efectos permanentes sobre el cuerpo no suele tener, indica la doctora. Lo que puede provocar es que, por ejemplo, la regla tarde más en bajar o en restaurarse. A veces también tarda en restablecerse la correcta lubricación, dando como resultado sequedad vaginal.
¿La píldora puede causar deficiencias nutricionales?
«En esto sí tenemos una gran ventaja. Y es que, al controlar bastante bien la cantidad de sangrado, la píldora provoca un aumento del hierro y, por tanto, nos protege de la anemia«, señala.
Sobre cambios en el estado de ánimo
¿Cómo puede afectar al estado de ánimo la píldora?
Este es uno de los efectos secundarios más frecuentes y que, aun en casos en los que funciona muy bien, muchas mujeres notan. La afectación del estado de ánimo está relacionada sobre todo con el etinilestradiol, desarrolla Alkourdi. Hay mujeres que no notan absolutamente nada y otras que empiezan a tomar el etinilestradiol y perciben sobre todo una sensación de apagamiento, de tristeza y de irascibilidad.
¿Cómo afecta a la ansiedad la píldora?
La respuesta al estrés no tiene por qué verse afectada. Ahora bien: si ya de por sí tenemos ansiedad y, además, la píldora nos provoca un cuadro de alteración del estado emocional, nuestra respuesta a la ansiedad puede ser peor.
¿Cómo puede afectar la píldora al deseo sexual?
La afectación al deseo sexual con la píldora es muy variable entre mujeres. Algunas notan una disminución de la libido importantísima, hasta el punto de preguntarse para qué quieren un anticonceptivo si es que no tienen ya ganas. En cambio, otras mujeres no perciben una afectación significativa. Si comparamos los dos grandes grupos de píldoras anticonceptivas (píldoras combinadas, con estrógeno y progestina, y píldoras de progestina sola, popularmente conocidas como minipíldoras), se ha visto que el grupo de las combinadas es el que más afecta al deseo sexual.
Fertilidad
¿Cómo puede afectar a la fertilidad si la tomas a largo plazo?
El anticonceptivo en sí no afecta a la fertilidad. ¿En qué situación debemos tener cierta precaución? «En aquella niña, mujer joven o adolescente que está en pleno desarrollo y, en cuyo caso, al incluir el anticonceptivo en su cuerpo sustituimos sus hormonas, que están en pleno desarrollo, por unas que son exógenas», responde Alkourdi. Eso sí puede afectar a su desarrollo, y es esencial que el equipo médico valore cada caso de forma individualizada.
Sobre efectividad y el funcionamiento de la píldora
¿Es cierto que, si te olvidas de tomarla un día, la efectividad disminuye a pesar de que lleves años tomándola?
Sí, es verdad que si te saltas un día disminuye la efectividad. Porque, además, depende otros factores, como el cambio de hora o que lleves varios días saltándote las tomas. En las píldoras de última generación, se indica en su ficha técnica que estás cubierta las 24 horas. Pero, a priori, el mensaje a trasladar es ese, sostiene la experta: “Ojo, que si pasan 24 horas y no te la has tomado, podemos tener un problema”.
Si partes la píldora antes de tomarla, ¿puede afectar a su efectividad?
«La píldora no debe partirse, es muy pequeñita, tiene un recubrimiento que suele ser para que pase toda la parte del estómago, el jugo gástrico y demás y llegue a la zona de absorción. Por tanto, si la partes puede alterar su efectividad y que, por ejemplo, se deshaga antes de tiempo y antes de que se absorba», nos cuenta.
¿Qué pasa por estar muchos años tomándola? ¿Qué efectos puede tener en el largo plazo?
Si pasan muchos años tomándola no pasa absolutamente nada. Y no tiene efectos a largo plazo, responde contundente la doctora.
¿Qué cosas no sabemos realmente sobre la píldora?
«Yo creo que vamos conociendo y hablando de todo lo que es la píldora cada vez más. A mí me daba mucha rabia cuando llegué a la residencia y algunos compañeros decían: ‘No, es que la píldora no afecta a la libido, eso no es verdad’. Pues es rotundamente real. Tenemos muchas opciones anticonceptivas y de eso estamos hablando cada vez más. Y es algo que yo repito muchísimo», indica la ginecóloga.
¿Cómo afecta a las mujeres fumadoras?
«El tabaquismo es un factor de riesgo para que nos toque un trombo, con lo cual no debemos fumar cuando estamos tomando la píldora. Y si fumamos, lo mínimo posible. Por supuesto, por debajo de los 15 cigarrillos día, porque si estamos por encima está contraindicado tomarla«, sostiene.
¿En qué casos no se recomendaría tomar la píldora?
Uno de los grandes miedos es el de la píldora y el cáncer. «En aquellas mujeres que tienen una predisposición ya desde el nacimiento, o por sus propios factores de riesgo, al cáncer de mama, el hecho de incluir una píldora en la ecuación puede ser otro factor más para que desarrolle cáncer de mama. ¿Qué es lo que siempre le explico a la paciente? La píldora no es un factor por sí solo, pero sí lo es si tú tienes esa predisposición, como también puede ser la obesidad, el sedentarismo, el tabaco…», desgrana la doctora.
¿Qué interacción tiene con el alcohol?
Existen interacciones con el alcohol. Sobre todo se relaciona con la disminución de la efectividad, «pero también con el hecho de que podamos vomitarla si nos pasamos», apunta.
¿Qué interacción tiene con los antibióticos?
Hay determinados antibióticos y antifúngicos que pueden disminuir la efectividad de la píldora, así que «si tomamos una buena racha de antibiótico, hay que tenerlo en cuenta», explica. Y recomienda, en estos tratamientos, comprobar en su ficha técnica para saber si tienen interacción y, de ser el caso, emplear preservativo mientras se administre.
¿Se recomienda hacer un descanso de la píldora después de muchos años de tomarla?
Este es el gran mito del descanso de la píldora. «No, no hace falta hacer descanso», expone la doctora. «Otra cosa es el caso de aquellas mujeres que tienen un anticonceptivo como un tratamiento hormonal y que lo tienen que tomar durante mucho tiempo. Y, claro, eso cansa. Al final terminan haciendo un descanso, pero para descansar en sí. No porque sea necesario», concluye.