Menos movilizadas, pero con motivos de sobra para reivindicar la igualdad este 8M: ¿nos vemos en las calles?
¿Se está desinflando el movimiento feminista?
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Se acerca el 8M y tenemos la sensación de que el movimiento feminista se ha apagado un poco con respecto a los últimos años. ¿Qué ha pasado? ¿Es que no tenemos motivos para seguir reivindicando la igualdad?
Un pequeño repaso histórico
El siglo XXI cuenta con dos grandes hitos institucionales en materia de igualdad en nuestro país: la ley contra la violencia de género de 2004 y la ley de igualdad de 2007. La década de los dosmiles viene marcada por estos logros y, quizá, el espejismo de que la lucha feminista, con estas leyes, había tocado techo. De hecho, durante unos años, las reivindicaciones a favor de la igualdad no ocuparon una posición demasiado protagonista en la agenda mediática.
Sin embargo, empezó a cocinarse un caldo con «nuevas» protestas que tenían que ver con la violencia sexual, los llamados micromachismos, la diversidad o el placer. Uno de los detonantes más claros de esta cuarta ola del feminismo en España fue, de hecho, el caso de La Manada en 2016 y todo lo que trajo consigo, tal y como hemos recordado viendo el documental que se ha estrenado recientemente en Netflix.
Empezamos a traer a un primer plano debates sobre la prostitución o la prohibición de vientres de alquiler, además de la precariedad, la carga mental, los referentes, la maternidad, el eje de clase o la lucha antirracista. Es que tenemos mucho que decir todavía.
Existe un fuerte relato sobre que el feminismo es un movimiento cada vez más político, o que se ha radicalizado, probablemente impulsado por aquellos que ven cómo nos plantamos y exigimos igualdad de derechos. Llegar a las instituciones y colarnos en la agenda es un logro que no debemos menospreciar. Sobre todo si tenemos en cuenta lo que tenemos delante: negacionismo de la violencia de género, señalamiento de las víctimas, derechos en peligro (como el aborto), pobreza, brecha salarial y un largo etcétera de cuestiones que nos afectan, nos limitan y nos matan solo por el hecho de ser mujeres.
Te voy a dar un dato (o unos cuantos)
Para hablar de la importancia de la evolución feminista y la movilización de los últimos años, es necesario viajar un pelín atrás en el tiempo: en el año 2000 (antes de ayer), la convocatoria de manifestación del Día de la Mujer en Madrid apenas reunió a 1.000 personas. Esta cifra se mantuvo por debajo de las 10.000 asistentes hasta el 2017.
Las manifestaciones del 8M, en cifras
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2018
El año 2018 marcó el inicio de este nuevo auge del movimiento feminista. El 8 de marzo de aquel año salimos a las calles en masa en 120 ciudades de toda la geografía española. En Madrid los sindicatos hablaron de casi 1 millón de personas, frente a las 170.000 que contó la policía. La Guardia Urbana calculó que en Barcelona fueron 200.000 las manifestantes (la organización dijo que eran 600.000).
Este año también tuvo lugar la primera huelga feminista con el lema ‘Si nosotras paramos, se para el mundo’, con su guerra de datos, claro. Las fuentes sindicales dijeron que participamos seis millones de trabajadoras y el Ministerio de Trabajo registró poco más de 364.000 afiliadas en huelga.
En algunos sectores, como el ferroviario, el seguimiento fue muy escaso. En los medios de comunicación, sin embargo, sí se acusaron las ausencias: Pepa Bueno, Àngels Barceló y Julia Otero no estuvieron ese día delante de sus micrófonos, y las cadenas de televisión también tuvieron que modificar sus parrillas para “cubrir” a Susana Griso, María Casado y Ana Rosa Quintana. Más de 7.000 comunicadoras firmamos y nos adherimos al manifiesto ‘Las periodistas paramos’.
Evolución de las manifestaciones y huelgas feministas
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2019
Un año después el feminismo demostró que seguía gozando de una salud espléndida: en Madrid se dobló el número de asistentes (se registraron oficialmente 375.000), Barcelona se mantuvo y ciudades como Valencia o Vigo tuvieron una participación histórica.
Recordemos que estábamos en un momento delicado, con la ultraderecha dando pasos de gigante en la instituciones con un discurso machista sin complejos y las elecciones generales a la vuelta de la esquina.
La huelga general este año tuvo menos de seguimiento: 337.579 personas.
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2020
El coronavirus ya estaba presente en las conversaciones, pero aún no se había declarado el estado de alerta y la manifestación del 8M se celebró. En esta ocasión se habló (oficialmente) de 120.000 personas.
Algunas comunidades convocaron la huelga, pero la mayoría no lo hicieron, por lo que las cifras en este sentido ya son muy bajas para este año. Además, cayó en domingo.
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2021
Ahora sí en plena pandemia, cinco comunidades insistieron en convocar las huelgas feministas, con muy baja participación.
No pudo haber manifestaciones por las restricciones sanitarias, aunque sí se organizaron concentraciones cumpliendo con las normas vigentes al respecto.
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2022
Hay una ruptura en el movimiento feminista que se siente a la hora de convocar.
Salimos a las calles después de no haber podido hacerlo, pero no vamos todas juntas. Han surgido debates y desacuerdos a raíz de la aprobación de la ley trans, la prostitución, la inclusión de la agenda queer y la ley del ‘solo sí es sí’.
A partir de este momento tanto las manifestaciones del 8M como las del 25N se dividen en dos bloques.
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2023
La fracción en el movimiento feminista continúa: las principales capitales registran dos convocatorias diferenciadas.
En Madrid la diferencia de los datos oficiales y los de la organización es abismal este año: mientras que la Delegación de Gobierno habló de 27.000 personas, la Comisión 8M (convocante de una de las marchas) contabilizó 700.000.
Ya fueron solo 3 comunidades las que registraron la huelga. Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, este año fueron 9.881 las afiliadas que la secundaron.
2024: oportunidad de remontar
Cuando os hemos preguntado los motivos por los que no asistiréis a las manifestaciones este año (en caso de que así sea vuestra decisión) en nuestro Instagram, habéis mencionado -además de problemas de conciliación que nos hacen pensar que es más no poder que no querer-, la politización que ha sufrido el movimiento en los últimos años, o que algunas reivindicaciones os resultan radicales. Sin embargo, si echamos la vista atrás solo al año que nos separa del 8M de 2023, vemos que nos siguen sobrando los motivos para asistir: primero porque queda mucho–mucho-mucho por hacer. Y segundo porque conseguimos avances reales.
El caso de La Manada nos unió y 2023 nos ha dado suficientes motivos para no relajarnos y seguir saliendo a las calles:
El año 2023, en datos sobre violencia machista
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Víctimas de violencia machista
VioGén, el sistema de protección policial para víctimas de violencia que pertenece al Ministerio del Interior, acaba de hacer públicas las últimas estadísticas sobre violencia machista: se han cuantificado 690.188 víctimas de violencia machista, un 7,3% más que el mismo periodo del año anterior.
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Mujeres asesinadas
56 mujeres asesinadas en 2023, siete más que en 2022. Desde que comenzaron a contabilizarse las mujeres víctimas de violencia machista en 2003 ya son 1.245 las asesinadas hasta el día de hoy.
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Víctimas menores
A las mujeres asesinadas hay que sumar el asesinato de dos niñas en el marco de la violencia machista. Desde que se empezaron a contar estas víctimas, en 2013, son ya 50 niños y niñas víctimas mortales. Además, 438 menores se han quedado huérfanos por esta causa.
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Violaciones
En 2023, según datos del Ministerio del Interior recogidos por Amnistía Internacional, se denunciaron 8 violaciones al día.
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Relaciones sexuales forzosas
Casi el 60% de las mujeres de entre 18 y 35 años que concertaron citas a través de una app se sintieron presionadas para tener relaciones sexuales. El 30% afirmó que, a pesar de manifestar deseo de parar, su pareja sexual no lo hizo. El 21% fue, de hecho, forzada con violencia.
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Abusos de poder
Porque sigue habiendo abusos de poder en muchas (¿todas?) industrias. Si hombres “poderosos”, como Dani Alves, Carlos Vermut o Luis Rubiales se atreven (incluso con cámaras delante) a abusar de nosotras sabiendo que puede haber repercusión mediática, imagínate lo que pasa en aquellas con menos alcance o visibilidad.
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Información en los medios
Al hilo de esto: el tratamiento informativo sigue dejando mucho que desear. Desde testimonios en prime time poniendo en tela de juicio a las víctimas hasta el señalamiento de estas, como pasó en el caso de La Manada.
Según un estudio de la consultora LLYC al respecto, una de cada cinco noticias sobre violencia machista justifica las agresiones. Una de 50 “sugiere negacionismo en alguna de sus formas o caen, al menos, en la relativización de los daños o los hechos”.
Estos son solo algunos de los ejemplos por los que #SeAcabó. Nos vemos en las calles, hermanas.
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