Cómo subir la actividad física en tu vida cotidiana sin apenas darte cuenta
Consejos prácticos para movernos más sin casi darnos cuenta y para no perder la forma mientras estamos de vacaciones.
Aunque a veces cueste creerlo, estar en forma no tiene por qué estar completamente ligado a muchas horas en el gimnasio o al running non stop. Es posible mantener el ritmo incorporando hacer ejercicio físico en nuestro día a día y cuidando nuestros hábitos alimenticios incluso cuando estamos de vacaciones. ¿Vas a un festival? ¿El plan es descubrir una ciudad europea? ¿Te vas con tu familia o tus amigos a la playa? Sea cual sea tu plan veraniego, puedes tener presente el movimiento.
Descubrimos cómo subir el nivel de la actividad física en nuestra vida cotidiana y mantener el equilibrio de la dieta de la mano de la nutricionista Miguelina Mateo
¿Por qué es tan importante el ejercicio físico?
Evitar el sedentarismo es fundamental en todas las edades. Sin embargo, los datos de la OMS revelan que el 31% de los adultos y el 80 % de los adolescentes no cumplen con los niveles recomendados de actividad física que para la Organización Mundial de la Salud se sitúan en 150 minutos a la semana como mínimo.
La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud tanto física como mental de todas las edades. Pero, además, en el caso de las mujeres, el deporte no solo se hace necesario para mantener la forma física, evitar el aumento de peso y la estabilidad mental, sino que está directamente relacionada con un buen funcionamiento hormonal, un sueño de mejor calidad y para la prevención de enfermedades cardiovasculares, entre otras cosas.
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“Además de un entrenamiento en gimnasio o la actividad física que se prefiera, aumentar el movimiento puede implicar cosas más sencillas como sumar pasos saliendo a andar a horas tempranas o al final de la tarde para conocer nuevos lugares durante las vacaciones, nadar, pasear en bici o cualquier plan activo al aire libre”, explica la nutricionista Miguelina Mateo.
El objetivo es moverse, independiente de cómo. No todas las personas disfrutan practicando ejercicios aeróbicos o en el gimnasio. Puede que tu plan de entrenamiento pase más por dar un largo paseo por la orilla del mar, practicar yoga o surfear las olas y todo está bien mientras lo disfrutes y des movimiento a tus músculos.
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Muchas personas están tan enganchadas al deporte que no dejan de hacerlo aunque estén de vacaciones. De hecho, es muy habitual que se incremente el ritmo deportivo cuando se tiene más tiempo libre.
En el otro extremo están las personas que no suelen hacer deporte o las que cuidan de su actividad física durante todo el invierno, pero que se abandonan al dolce far niente cuando desconectan de la rutina. No está mal despresurizar y recuperar la calma que supone descansar, pero, aun así, es conveniente hacer pequeños esfuerzos en el día a día para mantener el cuerpo activo:
- Siempre que puedas, elige hacer tus trayectos andando
- Sube y baja las escaleras en lugar de usar el ascensor
- No permanezcas sentado o tumbado en la hamaca demasiado tiempo, levántate y muévete de vez en cuando
- Si te vas a dar un baño en la piscina o en el mar, aprovecha para nadar y activar el movimiento de las piernas
- Sal a caminar a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando baja el calor
- Si te gusta bailar, despáchate a gusto en cualquier ocasión que surja. Salta en los conciertos y no te cortes en pisar la pista de baile en las noches de fiesta
- Mientras ves una serie o una película también puedes estar activo haciendo ejercicios de fuerza en los brazos (con un tetrabrik de leche en cada mano, por ejemplo), moviendo las piernas o haciendo estiramientos.
- El verano es ideal para practicar algunos deportes al aire libre. Lánzate a andar en bici, a jugar a las palas o dale una oportunidad al vóley playa o al paddle surf
- Hacer turismo de ciudad también es una actividad física
- El campo o la montaña son el escenario más estimulante para hacer deporte en verano, senderismo, barranquismo, rafting… las posibilidades son infinitas
Claves para que la alimentación mejore nuestro rendimiento físico
La nutricionista Miguelina Mateo explica que para ayudar a mejorar el rendimiento físico es fundamental aportar buen combustible al cuerpo a través de los alimentos. “Cuando se aportan alimentos de calidad, con buena densidad nutricional, ricos en nutrientes, en colores y mínimamente procesados, el aporte energético aumentará y el rendimiento durante el entrenamiento o en las tareas diarias se verá beneficiado”.
Asimismo, asegura la nutricionista, debemos tener en cuenta que, además de la alimentación, hay otros factores importantes que intervienen en el rendimiento físico: “El descanso y la constancia además de la alimentación son claves para seguir mejorando”.
Enriquece tu dieta de verano para mejorar el rendimiento físico:
- Trata de comer dos horas antes de hacer ejercicio
- Enriquece tu dieta con productos de temporada, especialmente las frutas y verduras menos calóricas, antioxidantes y ricas en minerales que mejoran el rendimiento deportivo y favorecen la recuperación de los músculos
- Cada día, una ensalada. Las ensaladas son el primer plato ideal para cualquier comida de verano y una buena manera de tomar legumbres cuando aprieta el calor
- El gazpacho casero es una gran fuente de antioxidantes. Un alimento refrescante y muy completo
- La proteína ideal para un buen rendimiento físico en verano es la proveniente del pescado azul o del pollo o pavo
- No te excedas con la sal
- Pon mucha atención a la hidratación antes, después y durante la práctica de cualquier deporte en verano
- Permítete algún exceso durante las vacaciones, pero intenta que tu alimentación sea saludable la mayor parte del tiempo