Un clásico invernal: bajos niveles de vitamina D. ¿Cómo podemos aumentarla desde nuestra dieta?
Te contamos por qué es importante mantener un buen nivel de vitamina D en nuestro organismo para estar sanas. ¡Especialmente los meses de invierno!
En invierno, las horas de sol se reducen mucho y por eso es habitual que se desarrolle un déficit de vitamina D en los meses más fríos. Pero más allá de la falta de radiación solar, a día de hoy, la falta de vitamina D es un problema de salud importante para muchas personas de todo el mundo y durante todo el año a consecuencia de estilos de vida, a una peor calidad de la alimentación, a la contaminación o al sedentarismo. Este es un problema que afecta especialmente a las mujeres en edad de menopausia.
Analizamos por qué es importante mantener en el organismo unos buenos niveles de vitamina D y qué consecuencias puede tener su déficit para la salud.
Zoom a la vitamina D y su importancia
¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D es un nutriente clave para nuestra salud. En realidad, es una provitamina que obtenemos de los rayos del sol a través de la piel y de la alimentación y que es fundamental para que nuestro organismo funcione correctamente.
Beneficios de la vitamina D:
- Ayuda a absorber el calcio y el fósforo, necesario para la salud de huesos, músculos y dientes
- Es fundamental para el sistema nervioso porque ayuda a mantener en orden los niveles de serotonina y dopamina
- Resulta útil para luchar contra el insomnio
- Mejora el sistema inmunológico
- Evita enfermedades como el raquitismo y la osteoporosis
- Es una barrera frente a las infecciones
- Reduce la inflamación
- Previene las fracturas óseas
- Ayuda a regular los niveles de estrógenos en la premenopausia y la menopausia
- Ayuda a mejorar los procesos emocionales complicados
Así es el déficit de vitamina D
Los hábitos de vida actuales y los cambios en la alimentación, entre otros factores, provocan que cada vez más personas se ven afectadas por déficit de vitamina D. Un problema de salud realmente importante para la población, porque el déficit de vitamina D puede desembocar en enfermedades como el raquitismo (en los niños), la osteoporosis, la diabetes, complicaciones cardiacas, enfermedades autoinmunes…
Aunque es un problema común, las mujeres que atraviesan procesos menopáusicos son especialmente vulnerables a sufrir déficit de vitamina D y también sus consecuencias. Sobre todo con problemas de osteoporosis.
Los primeros síntomas que presenta un déficit de vitamina D son:
- Debilidad o fatiga muscular
- Huesos con tendencia a la fractura
- Dolor de huesos y músculos
- Caries, gingivitis y otros problemas dentales
- Tendencia a las infecciones
- Tristeza o depresión
- Nerviosismo
- Insomnio
- Caída exagerada del pelo
¿Crees que podrías estar sufriendo un déficit de vitamina D? Acude a tu médico para que pueda examinar, mediante una analítica, tus niveles de vitamina D y evalúe si es necesario que sigas un tratamiento especifico.
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Claves para aumentar la dosis de vitamina D
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Tomar el sol BIEN
El sol es la fuente más importante de vitamina D que tenemos a nuestra disposición. Obviamente, en invierno es más complicado tomar el sol, pero lo recomendable es hacerlo de 10 a 20 minutos todos los días. Eso sí, siempre con factor de protección solar alto y evitando las horas centrales del día.
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Alimentación rica en vitamina D
Sobre todo en invierno, conviene incrementar el volumen de vitamina D de nuestra dieta. Los pescados azules, los huevos, las legumbres, los lácteos, el hígado, el aguacate y la calabaza son alimentos perfectos para suplir la falta de horas de sol en los meses de otoño e invierno.
Como ocurre cuando tomamos hierro, la vitamina D se absorbe peor si tomamos bebidas con cafeína en exceso.
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Hábitos de vida saludables
Unos hábitos de vida adecuados mejoran los niveles de vitamina D. Ejercicio, evitar los tóxicos, comer sano, huir del sedentarismo… La obesidad favorece una peor absorción de la vitamina D.
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Suplementos de vitamina D
El médico especialista es quien debe determinar si es necesario completar la alimentación y las rutinas diarias con algún suplemento alimenticio de vitamina D. Se suelen pautar suplementos de vitamina D a las mujeres que están atravesando procesos menopáusicos, pero la última palabra la tiene el equipo sanitario.