¿Sabías que existen distintos tipos de celulitis? Así puedes identificarlos
No estás sola: millones de personas tienen celulitis. La mayoría de las veces, más que un problema de salud, es una preocupación estética
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
La celulitis o ‘piel de naranja’ es uno de los principales focos de complejos para muchas de nosotras. Aunque se asocia a las mujeres porque somos más propensas a tenerla (un 90% de nosotras o la tiene o la tendrá a lo largo de su vida), también afecta a los hombres. Si bien la mayoría de las veces no representa un problema de salud grave, su presencia puede afectar a nuestra autoestima y confianza, sobre todo si aspiramos a que nuestro cuerpo luzca en la realidad como lo hace con filtros de Instagram o con Photoshop.
Es hora de cambiar la narrativa que rodea a esta característica natural del cuerpo humano: en este artículo queremos abordar la celulitis con comprensión y aceptación, liberándonos de estigmas y percepciones negativas. No buscamos que al leer estas líneas acudas inmediatamente a tus muslos buscando complejos. Lo que pretendemos, una vez más, es darte la información necesaria para que sepas lo que sucede en tu cuerpo y por qué, ya que creemos que conocer los distintos tipos de celulitis que existen es esencial para poder abordar esta preocupación de manera efectiva y positiva. Are you ready?
Tipos de celulitis y cómo mejorarla
Celulitis: más allá de la superficie
La celulitis es el resultado de la acumulación de grasa en áreas específicas del cuerpo, que da como resultado un aspecto irregular, bien abultado o bien hundido, de la piel. La zona estrella donde aparece son los muslos y glúteos, pero también puede verse en abdomen, caderas, rodillas y brazos. No aparece en un determinado tipo de cuerpo: la celulitis puede afectar a personas de todas las formas y tamaños. Aunque eliminarla es complicado (sobre todo en casos muy severos), sí podemos mejorar su presencia y, sobre todo, intentar reducir aquellos motivos que provocan la piel de naranja y llevar una vida saludable que nos beneficiará en este y otros aspectos, tanto físicos como mentales.
No debemos avergonzarnos por tener celulitis ni mucho menos dejar de llevar la ropa que nos gusta para que “no se nos vea”. Es algo totalmente normal que afecta a más del 90% de las mujeres y que, por supuesto, no define nuestra belleza ni valía.
Ahora, echemos un vistazo más profundo a por qué la celulitis hace su aparición. Las células adiposas bajo la piel ejercen presión sobre el tejido conectivo, lo que lleva a un suave hundimiento en la piel. Esta interacción entre las células grasas y el tejido conectivo es una de las razones detrás de la apariencia de la celulitis.
Sin embargo, las diferencias biológicas entre los cuerpos de hombres y mujeres también desempeñan un papel crucial. Mientras que las células adiposas y el tejido conectivo en el cuerpo de las mujeres tienen una disposición vertical, en los hombres esta estructura se presenta en forma de zigzag. Por otra parte, cómo se distribuye la grasa en nuestro cuerpo –se acumula más en muslos, caderas y glúteos-, también contribuye a su aparición en estas zonas.
Por último, no podían faltar nuestras amigas las hormonas, que influyen en casi todo lo que tiene que ver con nuestra fisiología. A medida que cumplimos años, los niveles naturales de estrógenos comienzan a disminuir provocando muchos cambios en nuestro cuerpo. El más evidente es la retirada del período, pero también se refleja en el flujo sanguíneo de los tejidos. Si este flujo es menor, digamos que el oxígeno llega en menor medida a las células de colágeno, lo que ralentiza su regeneración y reparación. Este proceso provoca flacidez, pérdida de elasticidad y, sí, celulitis. Aquí va un repaso a los tipos que existen:
Celulitis acuosa
La celulitis acuosa está relacionada con problemas en la circulación venosa y linfática, lo que lleva a una retención de líquidos en los tejidos. Al tacto se siente blanda y al presionarla con los dedos muestra una textura flexible. Se localiza principalmente en áreas como los glúteos, muslos, caderas, vientre y brazos. Una señal característica es la sensación de piernas hinchadas y pesadas.
¿Cómo mejorar la celulitis acuosa?
Para tratar la celulitis acuosa, es esencial mejorar la circulación y el drenaje linfático. Los tratamientos como la presoterapia y el masaje de drenaje linfático pueden ser altamente beneficiosos. Además, mantener un estilo de vida activo y una dieta equilibrada ayudará a combatir la retención de líquidos y a mejorar la apariencia de la piel, así como exfoliar la piel con suaves masajes o alternar agua fría y caliente en la ducha.
Celulitis adiposa
La celulitis adiposa se origina en la acumulación de células grasas bajo la piel, lo que provoca la formación de bultitos y protuberancias visibles. Está vinculada a un estilo de vida sedentario y a una alimentación no muy saludable, aunque también pueden influir factores genéticos y hormonales. Las áreas comunes de aparición incluyen los glúteos, los muslos y el abdomen.
¿Cómo mejorar la celulitis adiposa?
Para abordar la celulitis adiposa podemos intentar mejorar nuestra alimentación dejando de lado las grasas saturadas e intentado beber más agua y consumir alimentos ricos en fibras. Algunos tratamientos estéticos como la mesoterapia o la presoterapia pueden mejorar su apariencia y, sobre todo, aliviar la posible sensación de pesadez.
Celulitis fibrosa
La celulitis fibrosa es quizás la más desafiante de todas. Se caracteriza por una textura dura al tacto y puede ser dolorosa al presionarla. Por lo general, se encuentra en áreas como los glúteos, las rodillas y la parte interna de los muslos. Si notas una sensación firme y dolorosa bajo la piel, podrías estar lidiando con celulitis fibrosa.
¿Cómo mejorar la celulitis fibrosa?
Para abordar la celulitis fibrosa se suele recomendar una combinación de dieta rica en proteínas y baja en azúcares y ejercicio intenso y regular en la medida de las posibilidades de cada una. Montar en bici, caminar o hacer entrenamiento de fuerza, además de fortalecer la musculatura, suavizan la textura de la piel.
La celulitis no te define: vivan los cuerpos reales
En un mundo inundado de imágenes retocadas y estándares de belleza inalcanzables, es fácil caer en la trampa de compararnos con lo que vemos en revistas y en las redes sociales. Sin embargo, es fundamental recordar que estas representaciones no reflejan la realidad de la diversidad de cuerpos humanos. La celulitis es un recordatorio tangible de la individualidad de cada persona y de la belleza inherente en los cuerpos reales.
Es hora de desafiar los estereotipos que rodean a la celulitis y celebrar la diversidad corporal. Cada una de nosotras es única, con historias, experiencias y características físicas que nos hacen especiales. La celulitis no debería definir cómo nos percibimos ni cómo nos valoramos. Al contrario: es una oportunidad para abrazar nuestros cuerpos en su totalidad y aprender a amar cada parte de nosotras mismas.
Comprender los factores biológicos y hormonales que contribuyen a la celulitis nos brinda la capacidad de tomar decisiones informadas sobre nuestra salud y bienestar. Al conocer la ciencia detrás de la celulitis, podemos apreciar que no es un indicador de éxito, belleza ni autoestima, sino una manera que tiene nuestro cuerpo de almacenar grasa o el resultado de la interacción de nuestras células y tejidos. Así, intentemos no pensar en la celulitis como una especie de enemigo a vencer, sino una característica que puede coexistir con una autoimagen positiva y una salud integral.
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