Estrógenos en la menopausia: ¿podemos controlar su caída en picado?
Todo lo que necesitas saber sobre los estrógenos en la menopausia: principales síntomas y tratamientos, beneficios y riesgos de los tratamientos hormonales.
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Los estrógenos se empiezan a activar en la pubertad, mantienen un nivel estable durante toda la edad fértil de las mujeres y empiezan a decaer en la premenopausia, llegando a sus niveles mínimos en la menopausia, provocando síntomas más o menos intensos en la mayoría de nosotras.
Estudiamos el comportamiento de los estrógenos en la menopausia y analizamos los tratamientos naturales y químicos disponibles para evitar su descenso radical.
Estrógenos en la menopausia: todo lo que debes saber
Cómo afectan los estrógenos a la menopausia
Los estrógenos se forman en nuestras glándulas suprarrenales y nuestros ovarios y empiezan a funcionar en la pubertad, cuando se pone en marcha todo el sistema reproductivo femenino. Estas hormonas sexuales que fabrica el organismo de forma natural se encuentran en nuestro cuerpo en tres formas: estradiol, estrona y estriol.
Además de ser responsables del desarrollo hasta alcanzar la capacidad fértil, los estrógenos, junto con la progesterona, juegan un papel muy importante en otros muchos aspectos físicos y emocionales de nuestra salud.
En la premenopausia y en el camino hacia la menopausia, los niveles de estrógenos empiezan a descender hasta sus niveles más bajos, provocando una serie de síntomas más o menos preocupantes como insomnio, osteoporosis, sofocos, pérdida de masa muscular, problemas cutáneos, sequedad vaginal, estrés, ansiedad, irritabilidad o depresión.
Cuanto más abrupto es el descenso de estrógenos, más intensos son los síntomas de la premenopausia y los síntomas de la menopausia, por eso es tan importante conocer el comportamiento de los estrógenos y cómo controlar su descenso.
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Cómo controlar el descenso de estrógenos
La naturaleza trabaja por su cuenta y no siempre podemos poner orden en nuestro organismo para limitar procesos fisiológicos. Los estrógenos van a descender sí o sí en la premenopausia, la perimenopausia y la menopausia, pero hay formas de evitar que los niveles de estrógenos desciendan demasiado rápido, agravando los síntomas.
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La alimentación es más importante que nunca
En la menopausia es súper importante llevar una dieta equilibrada rica en nutrientes y minerales. Asegúrate de que lo que comes es lo más adecuado para un proceso menopáusico.
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Adopta hábitos de vida saludables
Abandona el alcohol, el tabaco y cualquier otro tóxico porque su consumo afecta muy directamente al descenso de estrógenos.
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Practica ejercicio
El deporte frecuente se tiene que convertir en una prioridad antes de que llegue la menopausia. Incorpora los ejercicios de fuerza a tu rutina deportiva.
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Cuida tu salud mental
Es importantísimo prestar atención a la salud mental siempre, pero en la menopausia aún se hace más necesario. Técnicas de relajación, meditación, pilates o yoga harán que te sientas mejor.
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Tratamientos naturales para los estrógenos
Algunas plantas son buenas aliadas para combatir la bajada de estrógenos en la menopausia. Consulta a tu especialista para que te recomiende las más adecuadas para ti.
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Terapias hormonales para la menopausia
Tratamientos hormonales para tratar síntomas leves o fuertes de la menopausia.
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Tratamientos médicos específicos para algunos síntomas
Si los síntomas son aislados, no es necesario acudir a terapias hormonales, pueden tratarse los problemas de forma individual.
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Estrógenos naturales y fitoestrógenos
Los fitoestrógenos son lo más parecido a los estrógenos que podemos encontrar en la naturaleza, por eso, resultan una alternativa muy válida para enfrentarse a los síntomas de la menopausia.
Pero, ¿cómo incorporamos los fitoestrógenos a nuestra vida? Pues existen tratamientos naturales y suplementos alimenticios a base de fitoestrógenos y también está la posibilidad de incrementar la ingesta de alimentos que contienen fitoestrógenos para mejorar nuestra salud hormonal en el climaterio.
Evidentemente la concentración de fitoestrógenos que recibe nuestro cuerpo es mucho mayor en un tratamiento natural o en un suplemento alimenticio que a través de la alimentación. No es recomendable empezar ni continuar en el tiempo ningún tratamiento natural o médico en la menopausia sin la valoración previa de un especialista.
Los fitoestrógenos tienen poderes antioxidantes y antiinflamatorios y son perfectos para combatir muchos síntomas físicos y psicológicos de la menopausia.
Estos son los alimentos que contienen un mayor aporte de fitoestrógenos para una dieta sana y equilibrada en la menopausia:
- Soja y sus derivados
- Semillas: lino, sésamo, linaza, girasol
- Legumbres: garbanzos
- Verduras: calabaza, guisantes, remolacha, brócoli, cebolla
- Frutas: fresas, arándanos
- Frutos secos: pistachos, avellanas, almendras, anacardos
- Cereales integrales
- Ajo
- Aceite de oliva
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Terapia hormonal sustitutiva
Si tu médico observa que tus niveles de estrógenos descienden demasiado rápido o si estás entrando en una menopausia precoz, es bastante probable que te recomiende adoptar un tratamiento hormonal durante un tiempo.
La terapia hormonal sustitutiva (THS) o terapia de reemplazo hormonal consigue aliviar los síntomas más frecuentes de la menopausia como los sofocos o los trastornos del sueño o el aumento del colesterol y te permite llevar una vida tranquila y sosegada en la menopausia.
Cuando se trata de síntomas aislados, es muy probable que se opte por un tratamiento médico específico para tratar ese problema, por ejemplo, pastillas para el colesterol.
Aunque los efectos secundarios de este tipo de tratamientos están muy minimizados, la terapia hormonal sustitutiva no es para todo el mundo. Es imprescindible que sea una/un médico especialista quien valore la necesidad o no de emplear un tratamiento médico para paliar los síntomas de la menopausia según tus antecedentes y tu estado general de salud. En cualquier caso, normalmente no se recomienda que la terapia de reemplazo se prolongue más de cinco años.
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