Hablemos de utilizar esponjas menstruales durante las relaciones sexuales: ¿es una buena idea?
Hace unos años fue la copa. Después, la ropa interior. Ahora, cada vez se habla más de las esponjas menstruales como una alternativa menstrual sostenible y que puedes dejar puesta durante el sexo.
Trendy alert: las esponjas menstruales se están haciendo hueco entre los productos de higiene menstrual sostenible. Al igual que la copa menstrual o las braguitas menstruales de las que tanto hemos hablado en los últimos años, estas esponjas -también apellidadas vaginales- son una alternativa reutilizable para utilizar durante los días de regla. Pero, además, incorporan una novedad que es la que queremos examinar hoy: se pueden dejar puestas durante las relaciones sexuales.
Esponjas menstruales y relaciones sexuales: ¿son un match?
¿Qué son las esponjas menstruales?
Las esponjas menstruales son, como su propio nombre indica, unas esponjas que se introducen el vagina durante los días de la menstruación para absorber el flujo. Existen diferentes tipos en función de su composición: naturales y sintéticas, aunque en cualquier caso son hipoalergénicas.
Las esponjas menstruales sintéticas presentan una forma más plana, no tienen tallas y suelen contar con un pequeño orificio para que sea más fácil sacarlas de la vagina. Son de talla única y se desechan tras su uso. Son fáciles de encontrar en farmacias y suelen incluir algún lubricante para facilitar su inserción.
Las esponjas naturales se hacen a partir de esponjas marinas que no han sido blanqueadas y se pueden cortar según las necesidades de cada una: puedes usar una más grande los primeros días si el flujo es más abundante y otra más pequeña en los días de poco flujo. Su extracción es algo más complicada, pero son reutilizables. Tienen una vida útil de aproximadamente 6 meses. Son algo ásperas y difíciles de higienizar (la utilización de productos desinfectantes pueden alterar el pH vaginal), por lo que son menos recomendables para las relaciones sexuales.
Es fundamental distinguir las esponjas menstruales de las esponjas anticonceptivas: las últimas no se utilizan para la absorción del flujo menstrual, sino como un método anticonceptivo basado en espermicidas.
Cómo se utilizan las esponjas menstruales
Colocar la esponja menstrual es bastante sencillo. Su funcionamiento es similar al de los tampones, aunque son más flexibles y se adaptan a las paredes de la vagina lo que, en principio, es más cómodo.
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Antes de la inserción hay que humedecerla y escurrirla bien para eliminar el exceso de humedad.
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Después, se dobla para que entre por la vagina con ayuda de los dedos y se introduce hasta el fondo, como hacemos con un tampón o la copa menstrual.
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Igual que otros métodos que introducimos en la vagina, no se recomienda usarlas más de 8 horas, ya sean sintéticas o naturales.
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Algunas de ellas cuentan con un pequeño orificio para “enganchar” y facilitar su extracción. Otras no, y se han de coger directamente con los dedos, como los tampones o las copas sin tirador.
Las esponjas menstruales reutilizables son una opción respetuosa con el medio ambiente que se puede lavar y volver a usar durante varios meses. Aunque son una alternativa atractiva para reducir su huella ecológica, es esencial mantener una higiene, especialmente si tenemos relaciones.
Esponja menstrual y relaciones, perfect match?
Ahora que ya te haces una idea de cómo es una esponja menstrual, dónde se coloca y cómo se extrae, llega la gran cuestión y novedad con respecto a otros métodos de higiene menstrual: estas esponjas, por su colocación y composición pueden “dejarse puestas” durante el sexo. Es una opción para no manchar cuando mantenemos relaciones sexuales con la menstruación.
La limpieza de las esponjas menstruales es un aspecto crucial, ya que puede afectar la higiene y seguridad de su uso.
Las esponjas sintéticas suelen ser compatibles con el sexo debido a su diseño y facilidad de extracción. Sin embargo, en el caso de las esponjas naturales, se desaconseja su uso durante las relaciones sexuales, ya que, como te decíamos más arriba, son más complicadas de desinfectar.
Además, no olvides que se trata de un producto de higiene menstrual: no es un método anticonceptivo ni de barrera para protegerte de las ITS.
Como conclusión podemos decir que sí, su uso es seguro PERO siempre que se tomen las precauciones adecuadas en cuanto a higiene. Si tienes alguna preocupación o duda sobre el uso de esponjas menstruales en este contexto, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
Usar tampón durante las relaciones: un NO rotundo
Quizá te plantees que, si las esponjas menstruales pueden usarse durante las relaciones, los tampones pueden cumplir la misma función. No es una buena idea usar tampón durante las relaciones sexuales con penetración, ya que el pene podría empujarlo en la vagina y hacerlo difícil de extraer.
¿Dificultades para extraer las esponjas menstruales?
Si tienes miedo a que la esponja menstrual te resulte difícil de extraer, opta por aquellas con orificio a modo de tirador para que sea más cómodo sacarlas. En cualquier caso, si no consigues extraerla, inspira y respira hondo para relajarte e inténtalo de nuevo cuando estés en estado de calma. Pide ayuda a tu pareja sexual si lo consideras necesario o a un profesional de la salud si no lo consigues sola. En ningún caso acudas a objetos punzantes como unas pinzas: inicialmente puede parecer una buena idea, pero las consecuencias pueden ser dolorosas y poco agradables.