Un día de reivindicación, no de celebración: por qué no queremos que nos feliciten el 8M

Hay quienes, cada 8 de marzo, siguen diciendo “feliz día de la mujer”. Esta es una jornada en la que se busca visibilizar la desigualdad y los retos pendientes en la equidad. Aunque las calles se llenen de mujeres unidas y hermanadas, no es un día de fiesta.

marzo 8, 2023 Escrito por Eva Gracia

Coordinadora web de Bloom. Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza. Redactora especializada en salud femenina, salud mental, estilo de vida y temas sociales. Ha colaborado en el Observatorio BLOOM sobre ITS en mujeres en España.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Miércoles, 8 de marzo de 2023. Al irse a trabajar, mi novio se ha despedido de mí diciéndome “feliz día de la mujer”. Y casi se me atraganta el café. Un rato después, en una rueda de prensa que nada tenía que ver con el 8M o el feminismo, otro hombre ha comenzado el acto con un “bueno, lo primero de todo, feliz día a todas las mujeres”. Entre medias, he visto varios mensajes de este tipo en Instagram Stories y mi grupo familiar de WhatsApp se ha llenado de stickers con el mismo fondo.

Después de haber puesto los ojos en blanco al menos 5 veces antes del mediodía, queda claro que no está de más repasar la teoría y por qué no felicitar el día de la mujer.

No es un día de celebración, sino de reivindicación

Cada 7 de marzo se viraliza (al menos, en ciertos sectores de las redes sociales) esta publicación de la cuenta @molaria_ que dice: “Molaría que mañana no nos felicitarais”. Con un amplio desarrollo de las razones, la o las mujeres detrás de esta cuenta lo explican de forma clara: “Aunque la intención sea buena, pensemos: ¿feliz qué? ¿feliz protesta? ¿feliz manifestación? ¿feliz lucha? ¿feliz desigualdad?

por qué no felicitar el día de la mujer

“En general, no queremos que celebrar y 8M vayan en la misma frase. […] No queremos palabras amables ni compromisos de medio pelo o de un día. No queremos descuentos, promociones, cenas o regalos. Queremos que nos dejen de pisotear, de silenciar, de acosar y de mirar como trozos de carne. Queremos que nos dejen de ridiculizar, de amenazar, de maltratar, de vi0lar y de m4tar. Queremos conciliar. Queremos un mundo más igualitario y más seguro (¿tenéis hijas?). Y el día que eso ocurra entonces sí, sobrarán los motivos para felicitarnos”, sostiene este perfil de forma contundente.

Esa es la cuestión: no es un día de celebración, sino de reivindicación. ¿Alguien imagina que en el día de las enfermedades raras felicitásemos a quienes las padecen? ¿Que el día del cáncer de mama felicitemos a las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad? ¿Que en los aniversarios del 11S o el 11M felicitásemos a las víctimas del terrorismo? Sería cínico, ridículo y absurdo.

Lo mismo ocurre en el 8M: evidentemente, no porque ser mujer sea algo negativo, acaso todo lo contrario. Sino porque, del mismo modo que el día de las enfermedades raras o del cáncer de mama se reivindica investigación y recursos, el propósito de esta fecha es visibilizar la desigualdad.

Poner en la conversación y la agenda pública los retos y los problemas a los que aún nos enfrentamos las mujeres por el hecho de serlo, reivindicar el camino que aún queda por recorrer hasta la igualdad, aunque, al mirar hacia atrás, veamos un sendero de conquistas y de mujeres inspiradoras que nos allanaron el terreno.

¿Qué decir ante esos comentarios? Una respuesta clásica desde el feminismo es “feliz será el día que no nos falte ninguna”, como refleja esta ilustración de @pdpaloma. Porque, aunque el día contra la violencia machista sea el 25 de noviembre, el 8 de marzo también recordamos a las mujeres víctimas de estas violencias y subrayamos la importancia de contribuir a crear una sociedad en la que no existan los asesinatos o agresiones machistas.

por que no felicitar el dia de la mujer

¿Nada que celebrar, ni siquiera el feminismo?

Cualquiera que haya estado en una manifestación del 8M sabe que se respira un ambiente de hermandad, de conexión e, incluso, de felicidad. Porque es ese día del año en el que las calles se abren literalmente a la lucha feminista.

Como indica la publicación citada anteriormente de @molaria_, cada 8 de marzo “homenajearemos y agradeceremos tooooooodo lo conquistado por otras mujeres. Y nos emocionaremos y nos abrazaremos y cantaremos y lloraremos y flotaremos juntas. Y habrá cierto ambiente de celebración, claro, de cambio y de esperanza, gracias a las diosas, pero celebrar, lo que se dice celebrar, no celebraremos nada”.

En esa misma línea, la periodista Ana Requena, especialista en género, publicaba esta mañana en su cuenta de Instagram: “El feminismo es la esperanza de vidas mejores 💜🙌🏻 Y sí, se puede reivindicar y también celebrar juntas, abrazarnos, encontrarnos, gritar, reírnos, bailar y bebernos unas cervezas”. ¿Celebrar qué, en este caso? Lo alcanzado hasta la fecha, sí, pero también la unión de las mujeres y la fuerza y popularidad alcanzada por el movimiento feminista en los últimos años.

El 8M es un soplo de aire fresco, una jornada de reconexión con nuestras reivindicaciones para tomar impulso y continuar en las filas del feminismo los próximos 365 días.

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