¿Qué es el preservativo femenino? Te contamos paso a paso cómo usarlo
El preservativo femenino es un método anticonceptivo de barrera que previene de ITS y de embarazados no deseados. ¡Toma nota para tener claro cómo emplearlo!
El preservativo femenino es uno de los métodos anticonceptivos más desconocidos. Y esto es algo muy injusto, ya que puede ser muy buen compañero de cama para ayudarte a prevenir embarazos no deseados y, súper importante, evitar infecciones de transmisión sexual.
Es cierto que no está tan extendido como otros métodos y que, además, es algo más caro y difícil de encontrar que otras opciones, pero, si quieres darle una oportunidad, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre él. Cuando lo pruebes tendrás el match asegurado. ¡Palabrita de bloomer!
Wait a second, ¿qué es el condón femenino?
El condón para mujer o preservativo femenino es una funda fina, con lubricación y muy elástica, un método anticonceptivo de barrera, muy similar al preservativo masculino, pero con diferencias en cuanto a su diseño, notables a primera vista. El pene y la vulva son diferentes en cuanto a anatomía, por lo que resulta evidente que, aunque sigan el mismo concepto, su diseño tenga que ser distinto.
Tiene muchas ventajas, como que es una buena opción si la persona con pene no quiere ponerse el condón: esto nos permite llevar nosotras la voz cantante y prevenir tanto el embarazo como posibles ITS.
Además, hablando de infecciones o enfermedades de transmisión sexual, según nos cuenta la sexóloga Laura Cámara, parece que esta opción nos da un plus de seguridad. Puede ofrecer más protección contra ciertas ITS, como el herpes o las verrugas genitales, ya que tapa una mayor parte de la vulva y evita el contacto con las mucosas. Si lo que quieres es maximizar la eficacia, puedes optar por una doble protección.
Con el preservativo femenino puedes evitar el embarazo y prevenir infecciones de transmisión sexual. ¡Es un win win!
Eso sí, si tienes una infección activa, evita mantener relaciones sexuales. 100% infalible no hay nada. ¡Seamos responsables!
Cómo ponerse un preservativo femenino paso a paso
En el cole a muchas nos explicaron cómo poner un condón utilizando un plátano, ¿verdad? Lástima que, en materia de educación sexual, se dejaron tantas cosas por el camino. Incluso hoy en día, que hemos avanzado mucho (¡por suerte!) en estos temas, se olvidan cuestiones esenciales como que existe un preservativo femenino o que es súper fácil ponerlo. Don’t worry, aquí estamos nosotras para ayudar. ¡Equipo bloomer al rescate!
Aprende a ponerte un condón femenino
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Lo primero que tienes que hacer es desenrollarlo. ¡Más fácil imposible!
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Ahora, dobla el anillo interno e introdúcelo ayudándote con los dedos. Sigue hasta que el aro exterior quede cubriendo por completo la zona de la vulva.
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Para quitarlo, da vueltas a la parte que queda fuera, para hacer una especie de tapón y evitar que se derrame el contenido. Tira, ¡y listo!
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Hazle un nudo y deposítalo en el cubo de basura, nunca en el retrete.
Tipos de condones femeninos: la diferencia está en el material
Existen dos tipos de condones: los femeninos y los masculinos. O mejor dicho, los que están diseñados para personas con pene y los que lo están para personas con vulva.
Dentro de los preservativos femeninos podemos encontrar diferentes en cuanto a tamaño o a material (látex, poliuretano o nitrilo si existe alergia al látex…), pero todo se resume en lo mismo: están pensados para personas con vulva.
Y, si lo que quieres es prevención al realizar sexo oral, entonces lo que necesitas es saber más sobre las barreras bucales.
¿Existe el preservativo femenino reutilizable?
Al igual que el masculino, este preservativo solo se puede usar una vez. Esto puede parecernos un contra, tanto por coste económico como por impacto medioambiental, pero lo cierto es que su eficacia contra el embarazo y las ITS lo convierten en un anticonceptivo top.
Stop! No puedes reutilizar el condón
¿El condón femenino previene ETS?
Es la pregunta del millón y precisamente algo hemos mencionado ya a lo largo de este artículo. Sirve para prevenir ETS e ITS y además tiene un pelín más de eficacia, tal y como nos cuenta la sexóloga Laura Cámara, por lo que es un doble triunfo.
Otra brecha de género: más difícil de conseguir y más caro
Si funciona tan bien y es tan cómodo de poner, ¿por qué la mayoría de las personas nunca lo ha utilizado? Lo cierto es que es un método que no termina de cuajar y no es porque nosotras no queramos utilizarlo.
Nos encantaría, my darling, pero es que su precio es más elevado que el del condón masculino. También es más difícil de encontrar en farmacias (y no hablemos de supermercados) y los paquetes suelen ser de tres unidades, nada más.
¿Estamos ante otra brecha de género? Por supuesto. Si todavía seguimos hablando de la tasa rosa, no parece que el camino para democratizar este producto vaya a ser rápido ni fácil. Pero que no sea por falta de información. Ahora ya sabes qué es el preservativo femenino, para qué sirve y cómo se pone. Y sobre todo: tenemos claro que es un método de barrera altamente eficaz para prevenir ITS.