¿La amniocentesis duele o es peligrosa? Todo lo que necesitas saber sobre esta prueba del embarazo
La amniocentesis es una prueba para diagnosticar enfermedades que generalmente es indolora, aunque sí puede causar molestias leves. ¡Te contamos más!
La amniocentesis es una prueba diagnóstica necesaria en algunas ocasiones para detectar o confirmar de forma precoz anomalías graves del feto. Se realiza en el segundo trimestre de embarazo y conlleva algunos riesgos que debes conocer para valorar su conveniencia.
Antes, la amniocentesis era la única opción posible para detectar anomalías congénitas en el feto, pero, a día de hoy, pruebas como el test natal no invasivo han conseguido que se practique solo en casos muy puntuales, minimizando así las posibilidades de dañar al feto.
Aunque los médicos son quienes recomiendan practicar una amniocentesis si lo consideran fundamental para el diagnóstico, lo cierto es que es decisión de los padres llevarla a cabo o no en cada caso, ya que se trata de una prueba invasiva y arriesgada.
A veces, lo más complicado de una amniocentesis para unos padres es comprender y asumir que las enfermedades que diagnostica esta prueba casi nunca se pueden solucionar, es decir, que su misión es anticipar la noticia de una enfermedad que padecerá nuestro hijo durante toda su vida si el embarazo llega a buen término.
¿Cuándo se recomienda la amniocentesis?
Hace unos años, se practicaban muchas más amniocentesis que ahora porque era la única herramienta fiable para detectar ciertos problemas en el feto. Afortunadamente, hoy existen otras pruebas diagnósticas determinantes y sin riesgos como el test natal no invasivo y el triple screening que sirven para detectar anomalías congénitas.
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Aún así, hay casos puntuales en los que el equipo médico puede considerar necesario que se practique la amniocentesis:
- Edad avanzada de la madre
- Para confirmar un mal resultado del triple screening y la ecografía
- Sospecha de algún defecto en el tubo neuronal
- Problemas de incompatibilidad con el Rh
- Antecedentes de hijos con anomalías congénitas
- Antecedentes familiares de enfermedades complicadas
¿En qué consiste la prueba de la amniocentesis?
Suele realizarse en quirófano entre las semanas 15 y 20 de gestación. Consiste en extraer una muestra del líquido amniótico materno del útero para analizarlo en el laboratorio y sacar conclusiones. Para localizar el mejor punto de extracción, el médico se ayuda de una ecografía.
Es una prueba diagnóstica que se emplea para la detección precoz de posibles anomalías congénitas en el feto como problemas en el tubo neuronal, malformaciones graves, infecciones, enfermedades hereditarias, defectos como la espina bífida o el síndrome de Down.
En España, la amniocentesis se considera una prueba diagnóstica importante y, por lo tanto, está cubierta por la Seguridad Social y es gratuita para todas las embarazadas siempre y cuando una o un especialista lo estime oportuno. En el caso de que quieras someterte a la amniocentesis en la sanidad privada, ten en cuenta que su precio suele rondar entre los 800 y los 1000 euros, dependiendo del centro hospitalario.
La amniocentesis consiste en extraer una muestra del líquido amniótico materno del útero para analizarlo y sacar conclusiones.
¿La amniocentesis duele o solo es molesta?
Puedes estar tranquila, la amniocentesis no tiene por qué doler y es una prueba que apenas dura unos minutos. Es verdad que es necesario permanecer muy quieta durante el proceso y que el momento de la punción puede resultar algo incómodo, con un ligero ardor o calambre durante la extracción del líquido amniótico, pero eso es todo. Si sale bien, la amniocentesis no duele.
En las horas siguientes a la práctica de la amniocentesis, es recomendable hacer un poco de reposo; después ya puedes hacer vida normal si te encuentras bien. Durante las primeras horas, es muy posible que notes alguno de estos son los síntomas definidos como normales. No deberías darles mayor importancia siempre y cuando sean leves y no te impidan hacer tu vida normal. En caso de que la cosa se complique y los síntomas sean exagerados, acude a tu médico con urgencia.
- Calambres
- Ligero sangrado vaginal
- Dolores pélvicos
- Molestia o enrojecimiento en el lugar de la punción
La amniocentesis bien practicada no tiene por qué doler y lo normal es que la prueba apenas dure unos minutos.
¿Cuáles son los riesgos reales de la amniocentesis?
Sin lugar a dudas, la decisión de someterse o no a una prueba de amniocentesis debe ser meditada y consensuada entre los padres y los especialistas. Es un test complicado que no debe realizarse si no es estrictamente necesario, porque podría llegar a tener consecuencias graves en el feto, aunque la probabilidad de que salga mal es muy baja.
Si se estima necesaria esta prueba, se recomienda practicar la amniocentesis en el segundo trimestre, a partir de la semana 15, porque se corren menos riesgos que en el principio del embarazo y también porque, en el caso de que la decisión final de los padres tras conocer el diagnóstico sea un aborto inducido, el plazo legal debe tenerse en cuenta.
Aunque lo cierto es que el peligro de que se produzcan complicaciones es muy bajo, estos son los riesgos a los que te enfrentas si te sometes a una amniocentesis:
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Infección en el feto
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Lesión en el feto o en la madre provocada por la punción
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Aborto involuntario
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Parto prematuro
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Pérdida de líquido amniótico