¿Obsesión con la fecha de ovulación? Si estás buscando un embarazo, esto te interesa
Buscar un embarazo puede llegar a ser un agente estresor en tu día a día. Te ayudamos a no obsesionarte con tus días de ovulación.
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Lo sabemos, es muy complicado no caer en la desesperación cuando has planificado perfectamente tus relaciones sexuales durante todo un mes y controlado tus días de ovulación con la ilusión de haber conseguido quedarte embarazada y de pronto, te baja la regla. Sabemos que no es una buena idea obsesionarnos con la planificación de un embarazo y, sin embargo, es algo difícil de evitar para cualquier mujer que decide ser madre.
Analizamos cómo perjudica esa obsesión a la posibilidad de concebir y te damos unos consejos para desbloquear la mente para quedarte embarazada y alejarte de la obsesión por la fecha de ovulación si estás buscando un embarazo.
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¿Por qué no deberías obsesionarte con la fecha de ovulación cuando estás buscando un embarazo?
Tenemos vidas completamente planificadas a corto y largo plazo, acostumbradas a la dictadura de lo inmediato, lo queremos todo para ayer y, por eso, cuando tomamos la decisión (solas o en pareja) de ser madres, pretendemos que el trance sea rapidito.
La cuestión es que casi nunca un embarazo llega a la primera, lo normal es que tarden en llegar, especialmente si nos ponemos a ello más allá de los 35, lo cual es cada vez más común. Para que te hagas una idea, si el embarazo no llega, no deberías empezar a preocuparte y acudir a un especialista hasta un año después de estar intentándolo de verdad.
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Cuando llevas muchos meses intentando tener un bebé, planificando milimétricamente las relaciones sexuales, tomando vitaminas y alimentos adecuados para concebir, controlando a tope los días fértiles e incluso tomando tu temperatura basal, es normal que te llegues a obsesionar. Pero es que la mayoría de nosotras empezamos a obsesionarnos casi desde la línea de partida, con la paradoja de que nos hemos pasado toda nuestra vida sexual poniendo medios para evitar un embarazo.
Obsesionarte es lo peor que puedes hacer cuando quieres quedarte embarazada, eso es así. Muchas relaciones de pareja llegan a debilitarse si uno de los dos piensa en exceso en la búsqueda del embarazo o incluso si los dos se obsesionan al mismo tiempo y su vida empieza a girar compulsivamente sobre el eje de la ansiada fecundación.
Además, forzar las relaciones sexuales, hacerlo obsesionados y angustiados en el momentos justo, puede alejar las posibilidades de gestación porque el estrés y la tensión afectan negativamente a tu aparato reproductor y al de tu pareja e impide que vuestros organismos fluyan con normalidad en busca de la fertilidad. El cuerpo no trabaja solo casi nunca y el tándem cuerpo-mente tiene que funcionar para lograr un embarazo.
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Consejos para no obsesionarte al intentar quedarte embarazada
- La medicina dice que, hasta que no llevéis 12 meses intentando un embarazo sin éxito, no deberíais empezar a preocuparos y acudir a un especialista en reproducción asistida para que estudie vuestro caso. Así que mucha calma.
- Cuando tengas decidido que quieres ser madre, acude a tu gine para que te haga una revisión ginecológica completa para asegurarte de que estás en un buen momento para concebir.
- Es importante tener control de los días fértiles cuando buscas un embarazo y conviene mantener relaciones sexuales en esos días. Pero intenta no pensar en ello a todas las horas del día y no dejes que ese tema monopolice todas tus conversaciones.
- Espera a que te llegue (o no) la regla para saber si estás en estado. No compres tests de embarazo a lo loco hasta que no tengas sospechas reales de que puedas estar gestando. Si tienes tests de embarazo en casa, vas a tener demasiadas tentaciones de probar suerte, créeme.
- Si haces todo lo que esté en tu mano para cuidarte, conseguirás reducir la ansiedad. Mejora tu estilo de vida: practica ejercicio de forma regular, bebe mucha agua, enriquece tu dieta con alimentos indicados para mejorar las posibilidades concepción y abandona por completo el alcohol y el tabaco. Algún suplemento vitamínico puede ser recomendable, consulta con tu gine y no te automediques.
- Para minimizar los niveles de estrés y favorecer el bienestar emocional, practica yoga, meditación o cualquier actividad que te sirva para calmar tu mente.
- Trata de ser optimista y contagiar ese entusiasmo a tu pareja. En realidad estáis viviendo un momento bonito que podréis recordad siempre. Quizás salir de la rutina y planificar una escapada romántica o un plan divertido sea necesario en un momento dado para evitar entrar en bucle.
- El sexo es un aliciente. Ya que el sexo se convierte en “una obligación” por un tiempo, aprended a divertiros para disfrutarlo. Aunque el objetivo es el embarazo, podéis disfrutar de las relaciones sexuales tanto o más que nunca. Igual es el momento de innovar.
- La comunicación es muy importante en este momento de vuestras vidas. Procura explicar cómo te sientes y lo que necesitas, pero también empatiza con él y averigua si se siente cómodo con la situación.
- No anticipéis problemas que, de momento, no tienen que estar sobre la mesa. Puede que el embarazo no llegue y finalmente tengáis que ser padres mediante algún tipo de ayuda reproductiva, pero, hasta que no llegue el momento de preocuparse por eso, no os centréis en eso.
- Si tienes la sensación clara de que la situación te supera emocionalmente, busca apoyo psicológico. A veces es la manera más sencilla de recuperar la calma.
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