Linfogranuloma venéreo o LGV: lo que debes saber sobre esta ITS
Es una de las infecciones de transmisión sexual más desconocidas, pero no por ello debe pasarnos inadvertida. Qué es y cómo detectarla, en este artículo. ¡Pasa y lee!
En Bloom seguimos con nuestro empeño de que conozcas al dedillo todo sobre las ETS e ITS, del VPH al LGV o linfogranuloma venéreo: qué son, cómo te pueden afectar, cómo prevenirlas y mucha más información para mantenerte a salvo. Ya en nuestro Observatorio sobre las ITS en mujeres en España llegamos a una conclusión clave: los casos de ITS en mujeres han crecido un 1.073% entre 2012 y 2019. Poca broma.
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Ver InformeTodas podemos, a través de la información, prevención y uso de métodos anticonceptivos de barrera, poner nuestro granito de arena para que esta cifra no se siga disparando. Por eso, en este artículo queremos hablarte del linfogranuloma venéreo (o LGV), una infección de transmisión sexual desconocida. Porque la información es poder y nadie nos gana a poderío.
Qué es el linfogranuloma venéreo: una infección que toca al sistema linfático
El linfogranuloma venéreo o LGV es una ITS que afecta de forma crónica al sistema linfático. Está generado por la bacteria Chlamydia trachomatis, en la variedad L1, L2 y L3, y, aunque en esta ocasión es más común en hombres que en mujeres, no podemos quitarle la vista de encima. Su presencia es mayor en países tropicales, pero también se dan casos en Europa. ¡Ojito!
Síntomas del linfogranuloma venéreo: la importancia de escuchar a nuestro cuerpo
Una desventaja que tenemos frente al LGV es que puede ser asintomático. En caso de que existan los síntomas, estos pueden ser muy variados:
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Malestar general
Lo podemos confundir con otros problemas de salud, ya que en esta etapa podemos tener fiebre, dolor muscular, escalofríos…
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Dolor en el recto
Esto nos puede dar la pista de que algo va mal, ya que no suele ser habitual.
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Estreñimiento
El estreñimiento es debido a los problemas de intestino que acarrea esta infección, de hecho, puede estar acompañada por la sensación de querer acudir al baño y no poder.
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Heces con sangre
Es uno de los síntomas a los que más atención hay que prestar cuando aparece.
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Inflamación en los ganglios inguinales
Suele llegar a partir de las dos semanas desde el contacto y puede desaparecer por sí sola.
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Pequeña úlcera o pústula
Puede emerger en la zona de entrada de la infección y también desaparecer sin que le prestemos atención. Error.
¿Cómo se contrae el linfogranuloma venéreo? El contacto sexual es la respuesta
Estas bacterias se transmiten a través del contacto sexual sin protección de barrera. Este contacto incluye relaciones sexuales vaginales, orales o anales. También puede propagarse, de forma algo más rara, tras compartir juguetes sexuales sin desinfectar.
Diagnóstico, periodo de incubación y tratamiento del linfogranuloma venéreo: ¿es curable?
El mayor problema del LGV (y en realidad de cualquier ITS, desde la clamidia hasta la gonorrea) es que si no se trata a tiempo puede derivar en problemas de salud graves a largo plazo. Y también confluye en este punto el hecho de que en muchas ocasiones no presenta síntomas, algo que puede compartir con otras infecciones (que no son ITS) como la mononucleosis.
El primer paso es prevenir, es decir, evitar las relaciones sexuales sin protección. El segundo paso es tener un diagnóstico y, para ello, necesitamos los resultados de las pruebas para detectar las ITS que podemos solicitar al gine. Es súper importante que estemos atentas a cualquier signo que nos pueda dar nuestro cuerpo, pero también que llevemos a rajatabla las visitas al especialista para comprobar que todo está en orden. Para el diagnóstico, se extrae una muestra de la zona anal, rectal, vaginal o de la úlcera.
El periodo de incubación suele ser de 2 a 30 días. Normalmente, el tratamiento del LGV pasa por tomar antibióticos, por lo que siempre debemos seguir al pie de la letra las indicaciones de nuestro gine.
Por fortuna, el linfogranuloma venéreo es curable, pero hay que ponerle tratamiento lo antes posible para evitar complicaciones. Además, hay que tener en cuenta que no genera inmunidad, por lo que podemos pasarlo más de una vez.
Linfogranuloma inguinal, rectal… ¿cuántos tipos hay?
Lo más habitual es que el LGV afecte a los ganglios linfáticos del área genital. En función de la zona donde se contraiga, puede llamarse linfogranuloma inguinal, linfogranuloma venéreo rectal, etc.
El linfogranuloma venéreo es curable, pero no genera inmunidad
Prevención del linfogranuloma venéreo y sus complicaciones
La prevención es fundamental en este caso. Para evitar contraer LGV solo hay una respuesta: sexo con protección de barrera. En caso de que sepamos que la otra persona lo ha contraído o si somos nosotras las que hemos sido diagnosticadas, es importante evitar las relaciones sexuales hasta que termine el tratamiento y los síntomas remitan.
Aunque puede parecer que los síntomas son en ocasiones leves e incluso que desaparecen por sí solos, esto no es motivo para ignorar el problema. Una ITS no curada puede darnos muchos quebraderos de cabeza a largo plazo y, en el caso del LGV, puede complicarse hasta el punto de causar estrechamiento del recto o inflamación prolongada de los genitales. Prevención y escucha activa de nuestro organismo, dos de las claves para una buena salud sexual.