Menopausia: todo lo siempre quisiste saber y no te atreviste a preguntar a una ginecóloga

La ginecóloga veterana Ángela Montoya resuelve las dudas de mujeres reales sobre una fase que antes o después atravesamos todas.

marzo 10, 2021 Escrito por Andrea Aznar

Directora editorial de Bloom

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Hemos preguntado a las mujeres que tenemos en torno, a vosotras, a nuestras madres, a nuestras primas, a nuestras hermanas y tías. Y nos hemos llevado las preguntas sobre menopausia más frecuentes ante una ginecóloga veterana, Ángela Montoya, porque pensábamos que sus conocimientos como doctora, pero también como mujer que ha vivido el proceso en primera persona, nos ayudarían doblemente. El resultado de esta entrevista ya está aquí y lo puedes leer a continuación.

entrevista menopausia

¿Vivimos todas la menopausia de la misma manera? ¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Sí y no. Hablamos mucho de ello, pero lo más importante es entender que los síntomas que reconocemos son el reflejo de cambios profundos: el nivel de estrógeno, la hormona femenina principal, sube y baja durante la perimenopausia y esto afecta a muchas funciones. ¿La más evidente? Los ciclos menstruales bailan, se acortan y se alargan. Es normal que en esta etapa pasemos meses sin tener la regla, por ejemplo. Hay otra sintomatología que varía entre mujeres: trastornos del sueño, sequedad vaginal, molestias vasomotoras que derivan en los conocidos sofocos…


¿Cómo te puedes preparar para la entrada en esta etapa? ¿Hay algo que se pueda hacer antes y que ayude en el proceso?

como prepararse para la menopausia

Debemos entender que la menopausia no es una etapa, sino el punto final de un periodo que conocemos como climaterio. Este proceso empieza en torno a 5 y 8 años antes, y corresponde a la pérdida natural y progresiva de la ovulación. El primer síntoma que solemos percibir son los ciclos más largos o también los ciclos anubuladores, que se hacen más frecuentes pasada la cuarentena.

Contra esto no podemos hacer nada, pero cuidarnos antes nos puede ayudar a llevarlo mejor. ¿Cómo? Sonará básico y poco novedoso pero la clave es mantenerse en forma con un poco de ejercicio, llevar una dieta equilibrada rica en fibra y verduras… ¡Ah! Y entrenar el suelo pélvico antes de que sea tarde. Es importante también dejar el alcohol y el tabaco porque ambos contribuyen a favorecer la osteoporosis.

Luego está el factor mental. Dependiendo de la edad, la visión del final de la etapa fértil puede afectarnos. Estos cambios tienen también un reflejo emocional, pero hay que afrontarlos con naturalidad y no recibir esta fase como algo negativo, porque tiene sus ventajas. Aquí los especialistas cobramos un papel importante: acompañar, asesorar y distinguir lo que es normal y lo que puede ser un síntoma a tratar.

Tema sofocos en la menopausia: ¿a qué se deben? ¿Por qué aparecen especialmente por la noche?

Los sofocos son de lo más común y molesto. Llegan como una sensación de calor repentina que provoca un aumento del flujo sanguíneo en la piel de la cara, el cuello, el pecho… y la consiguiente sudoración. Esto provoca un malestar importante. Puede coincidir con el insomnio y de ahí que nos conduzcan a pensar que es más común por la noche, pero no es para todas igual. Si alguna lo está pasando realmente mal, debe saber que existen tratamientos adecuados para aliviar estos casos. Por supuesto, deben administrarse tras un estudio personalizado, pero la terapia hormonal sustitutiva es una alternativa que funciona.

La terapia hormonal sustitutiva, el tratamiento más claro, ha estado en entredicho en los últimos tiempos ¿En qué consiste? ¿Hay alguna contraindicación importante?

Yo no soy partidaria de tacharla de las alternativas, porque hay pacientes a quienes les funciona bien. La terapia hormonal sustitutiva en principio contrarresta la pérdida natural de estrógenos y ayuda a paliar muchos síntomas de nuestro cuerpo. El problema es que no puede administrarse con ligereza: diversos estudios correlacionan la THS con el cáncer de mama y el carcinoma de endometrio. Por este motivo solo se contempla tras hacer un estudio que confirme que no hay riesgo de cáncer ni antecedentes familiares, o, por ejemplo, si una paciente no tiene útero. A día de hoy, se prescribe a mujeres con síntomas que les incapacitan y siempre es un ginecólogo quien debe hacerlo.
Mi recomendación es hablar con tu médico, porque tenemos pautas para sobrellevar esta etapa y también otros tratamientos hormonales que pueden administrarse en según qué casos.

¿Es posible que la toma de anticonceptivos durante muchos años derive en una menopausia precoz?

No. Lo que sí puede provocar es que existan ciclos anubulatorios (sin ovulación) pero por lo demás no. Lo normal es que la menopausia llegue entre los 45 y los 55, pero si se adelanta a la treintena suele ser por intervenciones quirúrgicas que afectan a los ovarios. Otra de las causas más claras de la menopausia precoz es la genética: pregunta a tu madre cuándo empezó su climaterio y probablemente coincida en edad contigo.

¿Cuál es la gran diferencia médica entre la menopausia y la perimenopausia?

Como decía antes, llamamos menopausia a lo que en realidad sería el climaterio.
No dejamos de producir óvulos de un día para otro, sino que es un proceso largo. La primera parte del climaterio es la perimenopausia, que precede a la menopausia. Puede variar en el tiempo, pero empieza con las alteraciones en el ciclo, tanto en la frecuencia como en la cantidad, y el cuerpo nos alerta del final de la vida fértil. Aquí llegan los síntomas, que se extienden hasta que un día llega la menopausia: la desaparición definitiva de la regla.

¿Es normal la sequedad vaginal? ¿Son buenos los lubricantes o hay alguna solución mejor?

La sequedad vaginal es habitual en esta etapa, incluso es natural en el envejecimiento y no solo es un síntoma exclusivo de la menopausia. Pero sea como sea, lo cierto es que nos preocupa a muchas. La falta de lubricación provoca molestias durante el coito y, como es menos evidente que los sofocos, se lleva por dentro. Esta incomodidad nos lleva a generar rechazo sexual y hasta problemas de autoestima. Apostar por un hidratante vaginal, mejor que un lubricante para momentos puntuales, es buena idea. Los hay orales con hormonas o en formato crema y pueden ayudarte a reconciliarte con tu vagina.

Y si me lo permites, además de las soluciones como lubricantes y geles, que son muy efectivas, aquí debemos tener comunicación con la pareja. Para sentirse mejor son tan importantes el apoyo y la comprensión como el tratamiento.

¿Tiene algo que ver la pérdida de tono muscular o la flacidez con la menopausia?

Hay una relación directa entre el climaterio y los cambios en la figura corporal. Pero aquí vale la pena insistir: no sólo es por la alteración hormonal, sino que también está muy ligado al envejecimiento en general. Para que nos hagamos una idea, a los 20 años, la masa de grasa corporal se sitúa en torno al 26% y en los 50 llegamos a cerca del 40%.

Con la entrada en el climaterio, somos más propensas a tener zonas de grasa acumulada, incluso obesidad, pero también osteoporosis (disminución de la masa ósea) y enfermedades cardiovasculares. La buena noticia, que siempre la hay, es que el tratamiento más sencillo para paliar la pérdida de músculo y hueso es cuidarse con una dieta sana y ejercicio. Estos remedios casi caseros, se podría decir, no van a eliminar otros síntomas, pero sí favorecen la secreción de hormonas favorables como la estrona. Además, no está del todo mal tener algo más de peso porque la estrona se produce en nuestro tejido graso, así que no hay que hacerle la guerra al propio cuerpo sino escucharlo y cuidarlo.

Se habla de los cambios físicos, pero no tanto de los mentales, ¿qué sucede mientras tanto a nivel psicológico? ¿Es verdad lo del carácter menopáusico?

En esta etapa son frecuentes los cambios emocionales, el estar de pronto irritada o sentir ganas de llorar sin razón aparente… En casos generales, la irritabilidad es normal: nadie se siente genial si sufre de insomnio, su autoestima está especialmente baja o tiene ataques de calor momentáneos. No podemos atribuir a la menopausia todo lo que nos sucede, pero enmarcar los síntomas y entender que es una fase natural nos puede ayudar a relativizar.
Pero a mí me gusta distinguir entre lo que son síntomas de la menopausia en sí y lo que puede venir dado por causas ajenas. En algunas ocasiones se producen porque hay una depresión previa que se agudiza con la alteración o el fallo de las hormonas.

¿Cuándo se puede dar por hecho que has pasado la menopausia?

Tenemos que empezar a entender la menopausia como una etapa más amplia: el climaterio. No porque un día no te baje la regla ya vas a despedirte de ella para siempre. Puede darse que pase un año sin sangrado y de repente este se presente. Muchas bajamos la guardia y es entonces cuando se producen incluso embarazos. Parece imposible pero no lo es. Esto es un proceso, hasta la fecha de la menopausia, y después se estira hasta la pos-menopausia: una fase donde se pueden presentar complicaciones y síntomas por la falta de hormonas (estrógenos) que irán instaurándose de forma lenta y progresiva con el paso de los años.

Como mujer y ginecóloga que ha superado ya esta etapa, ¿qué recomendaciones darías a quien se encuentre a las puertas de la menopausia?

Como hemos comentado, lamentablemente no hay trucos, pero un buen consejo es confiar en tu ginecóloga. Cuando empiezas a notar que llega el momento, es bueno comentarlo con el especialista y que hagan un seguimiento.
Lo que siempre nos enseñaron funciona de verdad: ejercicio físico, eliminar tóxicos como el tabaco, seguir una dieta equilibrada rica en verduras. También ayuda incluir en tu día a día complementos vitamínicos como el calcio, la vitamina D… Y no tener ningún tipo de reparo en apostar por un hidratante vaginal si pueden ayudarte a estar más a gusto con tu vagina.

Más allá de esto, tratemos esta fase con naturalidad. Habla con tu pareja si la tienes, busca cosas que te hagan sentir bien y trata de ver el lado positivo de una etapa en la que tú y tus cuidados están, por fin, en el centro.

Si todavía te quedan preguntas sobre menopausia o estás a las puertas de esta fase y te despierta algo de inquietud, habla con tu ginecólogo o con tu médico de cabecera. Y si tienes una duda concreta, ya sabes que puedes ir a nuestra sección Pregúntale a Miriam.

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