¿Tenemos menos sexo que nuestros padres… y por eso usamos menos anticonceptivos? Así son las relaciones de los millennials y la gen Z

Libertades conquistadas, pantallas everywhere, miedo a las ITS… ¿qué razones podrían justificar que tengamos menos sexo que la generación anterior?

marzo 27, 2023 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

En los últimos años ha surgido un nuevo debate: ¿tenemos los jóvenes menos sexo que las generaciones anteriores? ¿Estamos ante una crisis de sexo? Aunque partimos de un sentir popular, sí tenemos como generación algunas características especiales que pueden promover que esta creencia esté cada vez más extendida. Te contamos cuáles basándonos, entre otras fuentes, en vuestras propias respuestas, recogidas a través de una encuesta en nuestro perfil de Instagram.

jovenes menos sexo

Sex o no sex, esa es la cuestión

Decía el otro día Maruja Torres en una entrevista que “en los 80 se follaba mucho”, sabedora, quizá, de que las cosas han cambiado. Y es que esta afirmación tiene su aval científico: ya existen estudios que confirman que hoy en día se mantienen menos relaciones sexuales que antes.

Es una idea que contrasta con un mundo hipersexualizado, donde el sexo está presente en muchas conversaciones y continúa siendo un importante reclamo para vender.

¿Qué sucede entonces? Estas son algunas de las hipótesis que manejamos:

  • Nuestro estilo de vida ha cambiado

    Y es mucho más loco. Cada día tenemos que atender muchísimas demandas, que van desde las obligaciones laborales hasta la vida social o familiar y el consumismo que se cuela en todos los rincones de nuestra vida. ¿El ritmo de vida ajetreado nos deja sin energía para tener relaciones sexuales?

  • Cambio en la manera de ver las relaciones de pareja

    Más diversas, libres, con menos compromiso. ¿Nos cuesta implicarnos emocionalmente incluso para tener sexo informal?

  • Las redes sociales. O las pantallas, en general

    Conocemos el lado bueno del uso de la tecnología y de la interconectividad, pero también vemos, cada vez más, el lado malo: nos acercan a los que están lejos, pero nos alejan de los que están cerca. Además, hay un doble filo: el acceso a conocer gente es aparentemente fácil, pero eso genera también inseguridad.

  • Cómo vivimos la sexualidad en relación con los anticonceptivos

    Aquellos que son hormonales generan cierto rechazo: se perciben como agresivos para nuestros cuerpos. La alternativa, el preservativo, es la opción estrella -así nos lo hicisteis saber en nuestra encuesta en Instagram- porque no tiene efectos secundarios y, además de evitar embarazos no deseados, protege de las ITS, otra de las principales preocupaciones actuales al hablar de tener sexo.

tenemos menos sexo

Relaciones sexuales, is this the end?

¿Nuestro estilo de vida, internet y los otros factores citados más arriba han hecho que las relaciones sexuales compartidas, en vivo y en directo, no tengan interés para nosotras? El porno lo sigue petando, y sabemos que también corren buenos tiempos para el sexting y los juguetes eróticos para compartir o usar a solas. Es decir: el sexo nos interesa. Entonces, ¿qué está pasando?

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Según el Estudio Iberoamericano de Sexología, puede que, aunque parezca contradictorio, la apertura sexual haya jugado en contra del interés por mantener relaciones sexuales. De la represión de hace 50 años hemos pasado a una época en la que hablamos más o menos sin tapujos de sexualidad, de deseo, de placer.

Esto no es malo, ¡al revés! Ha dejado de ser tabú y, además, se ha extendido para representar más realidades: el sexo no es algo de hombres que necesitan a mujeres para complacer sus fantasías. Ahora es un concepto amplio donde cada vez cobra más relevancia el placer como centro de las relaciones, y eso, amigas, también nos incluye a nosotras.

Sin embargo, esta revolución sexual tiene su cara B: las expectativas. ¿Y si lo que buscamos en el sexo no es lo que encontramos? ¿Y si nos estamos obsesionando con sentir algo que no llega? ¿Y si realmente no hay fuegos artificiales, ni nos hace sentir más felices? Es lógico perder el interés. Si a esa frustración le unimos el estrés del día a día y la facilidad para evadirnos con nuestro teléfono móvil de casi cualquier cosa, estamos ante el cóctel perfecto para que las relaciones sexuales estén de capa caída. 

adolescentes menos sexo

¿Podemos dar la vuelta a las estadísticas?

Aunque se trata de un escenario bien orquestado donde cada una de las partes se va grabando sibilinamente en nuestro ADN hasta expulsarnos de algo tan humano como buscar el placer en el sexo compartido, si atendemos a las posibles razones que nos están llevando a ello existen algunos tips para frenar esa tendencia a la baja. 

  • Frente al ritmo ajetreado de vida, slow sex

    Tomarse un tiempo, como suele decirse, “de calidad”, para disfrutar en pareja es uno de los antídotos perfectos contra la desidia y una manera de volver a conectar con nuestra sexualidad.

  • Relaciones sanas, please

    Da igual el nivel de compromiso, siempre que las relaciones partan desde el respeto y el acuerdo mutuo. Cuando construimos relaciones saludables, del tipo que sean, sentimos más ganas de pasar tiempo con esa persona y, seguramente, de compartir momentos de intimidad.

  • Detox digital

    Dicen que los grandes enemigos de las relaciones están en nuestros propios bolsillos: los teléfonos móviles prometen darnos mucho contenido de todo tipo pero, ¿nos están alejando de pasar tiempo con quienes tenemos cerca?

  • Información para tener sexo seguro

    Porque el sexo en sí no es peligroso, lo es no tomar las precauciones adecuadas. La información es poder, así que informarse sobre los posibles riesgos y cómo prevenirlos nos ayudará a centrar nuestras relaciones en el placer, sin dejar por ello de tener sexo seguro.

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