Todo sobre la densitometría, la prueba clave para detectar la osteoporosis
Resolvemos dudas acerca de la densitometría ósea para diagnosticar osteoporosis: cómo se hace, riesgos y resultados, en Bloom.
En la premenopausia, la perimenopausia y la menopausia se produce en las mujeres una bajada de estrógenos muy acusada que trae consigo algunas consecuencias como los sofocos, el insomnio, el aumento de peso o la pérdida de densidad de masa ósea (DMO). Para determinar el estado de los huesos, tu médico especialista te recomendará hacerte una densitometría ósea. Te ayudamos a entender en qué consiste esta prueba, cuándo conviene que te sometas a ella y en qué supuestos la densitometría es recomendable para conocer el estado de salud de los huesos y diagnosticar una posible osteoporosis.
¿Para qué sirve la densitometría ósea?
Una densitometría ósea es una prueba diagnóstica que sirve para averiguar con bastante precisión el estado general del tejido óseo.
Los huesos están formados, casi completamente, por calcio y cuando, por la razón que sea, la concentración de este mineral va disminuyendo, los huesos tienden a descalcificarse y, en consecuencia, a volverse mucho más frágiles y delicados.
Si, tras analizar los resultados de la densitometría, se determina que la disminución de masa ósea es demasiado grande, tu médico te indicará que inicies un tratamiento para luchar contra la osteoporosis.
La densitometría, en cambio, no es una prueba para determinar el cáncer de huesos, para el diagnóstico de esta enfermedad se requieren otro tipo de pruebas más complicadas como un gammagrafía óseo o una biopsia del hueso.
¿En qué consiste la densitometría ósea?
La densitometría ósea es una prueba con diagnóstico de imagen rayos X que se practica con relativa normalidad para determinar el estado de los huesos porque es una prueba sencilla, muy eficaz y con muy pocos riesgos.
Lo normal es que la densitometría mida la densidad de masa ósea (DMO) en zonas como la cadera, la columna vertebral o el antebrazo. Aunque puede que tu médico estime oportuno que se mida también en la muñeca, en el talón y en los dedos de la mano, por ejemplo.
Es una prueba totalmente indolora, que no requiere ninguna preparación previa, se hace muy rápido y los resultados se obtienen casi de inmediato.
En cuanto a los riesgos de la densitometría, lo cierto es que son muy bajos porque los niveles a los que se emite la luz de los rayos X es bastante leve, pero hay que tener en cuenta que, como cualquier otra prueba de radiodiagnóstico, no se recomienda a mujeres embarazadas ni a determinados colectivos que puedan verse afectados por el efecto de la radiación.
La densitometría es una prueba con diagnóstico de imagen rayos X que se practica con relativa normalidad para determinar el estado de los huesos porque es una prueba sencilla, muy eficaz y con muy pocos riesgos.
Menopausia y osteoporosis, una pareja demasiado bien avenida
El descenso de estrógenos que lleva consigo la menopausia tiene, casi siempre, consecuencias negativas en nuestro organismo. Uno de los síntomas de la menopausia es la temida osteoporosis, producida por un descenso de la concentración de calcio en nuestros huesos.
Que los huesos se debiliten, puede traer consigo roturas complicadas de huesos o problemas graves en la columna, la cadera y las articulaciones si no se medica a tiempo con un tratamiento adecuado.
El problema principal de la osteoporosis es que es una enfermedad crónica que no avisa porque no presenta síntomas, por lo que la única manera de diagnosticarla es mediante una densitometría a tiempo. Por ese motivo, a partir de los 50 años de edad o incluso antes, en casos de menopausia precoz (natural o inducida), es conveniente someterse a esta prueba diagnóstica.
Los resultados de la densitometría ósea se presentan habitualmente en forma de curvas, de manera que, de forma muy gráfica, se puede interpretar cómo están nuestros valores de capacidad ósea con respecto al patrón de otras mujeres de la misma tipología (edad, raza, peso…) y con respecto a los máximos y mínimos establecidos como parámetros normales. Para que puedas tener una idea general, los valores que se encuentran por debajo de -2,5 DE (desviaciones estándar) indican que existe osteoporosis y, cuando el valor está entre -1,5 y -2,5 DE, se puede diagnosticar una osteopenia, que se considera el escalón previo a la osteoporosis.
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¿Cómo controlar la ostepoporosis una vez diagnosticada?
Como suele ocurrir en casi todas las enfermedades crónicas, la prevención es clave para evitar las consecuencias de la osteoporosis.
En caso de que el resultado de la densitometría arroje datos compatibles con la osteoporosis, lo más adecuado es someterse a un tratamiento basado fundamentalmente en calcio que frene el proceso degenerativo de los huesos, proteja la masa ósea para evitar posibles fracturas y lesiones y controle el posible dolor en la paciente.
¿Qué puedes hacer para prevenir la osteoporosis?
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Presta mucha atención a tu alimentación diaria
Come lo más sano posible y enriquece tu dieta con alimentos con alto contenido en calcio y vitamina D3 sobre todo. Además de en los lácteos, el calcio está muy presente en el sésamo, las almendras, avellanas, garbanzos, pescados de pequeño tamaño y el brócoli.
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Practica ejercicio
El deporte es fundamental para tener unos huesos y unos músculos sanos y fuertes. Asegúrate de que el ejercicio que vas a practicar es el más conveniente para ti.
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Hábitos saludables
Trata de llevar una vida ordenada con hábitos saludables y abandona los tóxicos como el alcohol y el tabaco.
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La salud es muy importante
No dejes de acudir a tus chequeos médicos y pide cita para una densitometría cada cierto tiempo.
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Si te lesionas…
…trata de que el problema no vaya a más y pon remedio desde el principio.