¿Conoces la terapia hormonal sustitutiva en la menopausia? Descubre en qué consiste este tratamiento
Te contamos en qué casos está recomendado este tratamiento, que ayuda a mitigar los síntomas de la menopausia
Todas estamos de acuerdo en que lo peor de la llegada de la menopausia no es dejar de tener la regla (suele ser motivo de alegría perderla de vista), sino padecer todos o algunos de sus síntomas. Los temidos sofocos, los trastornos del sueño, la inestabilidad emocional, la osteoporosis… ¡Horror!
Llegadas a este punto, muchas mujeres necesitan ayuda para sobrellevar la situación, y puede que te plantees recurrir a la terapia hormonal sustitutiva o terapia de reemplazo hormonal, un tratamiento que cubre las necesidades hormonales de la mujer y ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia, pero que cuenta con tantos defensores como detractores. Te explicamos en qué consiste y valoramos sus pros y contras.
Qué es la terapia hormonal sustitutiva: un plus de ayuda para sobrellevar los síntomas
Cuando la menopausia llega a tu vida, te enfrentas gradualmente a muchos cambios tanto físicos como psicológicos. Los ovarios dejan de cumplir su función principal y cae la producción de estrógenos, y es precisamente esta disminución de las hormonas en la sangre la que provoca muchos de los síntomas de la menopausia.
Cuando esto ocurra, será importante que acudas a tu especialista en ginecología y obstetricia para que pueda evaluar tu caso y darte las pautas que necesites para sobrellevar el síndrome climatérico y los cambios que implica en tu vida.
Si no lo has hecho antes, lo más recomendable es que, durante los últimos cinco años con la regla, tomes las riendas de tu salud y adoptes hábitos saludables. Porque una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales, con ejercicio moderado, sin estrés, sin tabaco y sin alcohol es la clave para que los índices de estrógenos no caigan en picado. Así, contribuirás a mantener los síntomas de la menopausia a raya.
Cuando hablamos de síntomas, no nos referimos solo a los problemas visibles, como los sofocos, la fatiga, el insomnio, los dolores articulares o los problemas relacionados con el deseo sexual, sino también a los más silenciosos como la osteoporosis, la diabetes, la depresión o la pérdida de colágeno.
Ya sabemos que cada mujer es un mundo y cada organismo, un universo. Hay muchas mujeres que, por la razón que sea, necesitan un plus de ayuda para minimizar los efectos secundarios de la menopausia y su equipo médico les recomienda un tratamiento farmacológico como la terapia hormonal sustitutiva.
Como su nombre indica, la terapia hormonal sustitutiva (THS) reemplaza artificialmente esa bajada masiva de hormonas que se produce durante la perimenopausia y la menopausia y alivia los síntomas propios de esta etapa.
La terapia hormonal sustitutiva suple la falta de estrógenos en el organismo, pero casi siempre va acompañada de otras hormonas como la progestina (progesterona) o incluso la testosterona, dependiendo de cada caso.
Este tratamiento debe ser prescrito por un médico en la dosis y el tiempo indicado y suele administrarse en forma de pastillas, parches transdérmicos o anillo vaginal.
Tengo sofocos, ¿debo tratarme con terapia hormonal sustitutiva?
La terapia hormonal sustitutiva no está indicada para todas las mujeres que se acercan a la menopausia. Hay muchísimas que apenas sufren los síntomas y otras que los viven de forma leve, con mucha normalidad y tranquilidad, sin perder calidad de vida.
En el otro extremo están las mujeres que se encuentran con todos los síntomas típicos o que padecen alteraciones específicas como la menopausia precoz o la menopausia causada por la falta del útero. En estos casos, y después de un examen exhaustivo, es muy normal que el obstetra recomiende una terapia hormonal sustitutiva. Existen dos tipos de hormonoterapia para la menopausia:
- THS combinada. Es la más habitual, y está indicada para mujeres que padecen síntomas fuertes y en menopausia precoz. Combina los estrógenos con la progesterona y, en ocasiones, añade una pequeña dosis de testosterona. El objetivo es prevenir enfermedades relacionadas con el endometrio y mejorar la libido, la sequedad vaginal y el deseo sexual durante esta etapa.
- THS de estrógenos. Se recomienda a mujeres a las que se les haya extirpado el útero mediante una intervención quirúrgica (histerectomía). Este tratamiento previene enfermedades graves y reduce los estragos de la menopausia.
Las terapias hormonales están contraindicadas, en general, a mujeres con enfermedades hepáticas diagnosticadas, con riesgo de trombosis, hemorragias vaginales anormales o pacientes de cáncer. Si los síntomas del climaterio son demasiado leves o se presentan de forma aislada, puedes consultar a tu ginecóloga o ginecólogo por algún tip para aliviarlos.
Tratamiento hormonal en la menopausia: ¿y sus efectos secundarios?
Unas décadas atrás, era común que muchas mujeres se sometieran a un tratamiento hormonal sustitutivo cuando llegaba la menopausia, pero, en 2002, un estudio de Women’s Health Initiative (WHI) relacionó el consumo de estrógenos y progesterona con el cáncer de mama.
Veinte años y muchas investigaciones después, esta afirmación se ha desmentido, y organismos de referencia como la la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia dan el visto bueno a este tratamiento. «La terapia hormonal es un tratamiento eficaz que puede ofrecerse a la mayoría de las mujeres con síntomas de la menopausia, tras una evaluación adecuada y el uso de un proceso compartido en la toma de decisiones», expone la SEGO en su última publicación sobre este asunto.
En cualquier caso, es fundamental contar con la supervisión de un especialista, y se recomienda que el tratamiento hormonal no supere los cinco años.
Dicho esto, ¿cuáles son los efectos secundarios más comunes de esta terapia? Principalmente, dolores de cabeza, dolor de tripa o tensión en el pecho. Son síntomas leves provocados por la subida de la progesterona, pero que deberían desaparecer rápido.
¿La terapia hormonal sustitutiva engorda?
La terapia hormonal sustitutiva no engorda, pero la menopausia sí. No tiene por qué ocurrir a todas las mujeres, pero uno de los efectos secundarios de la menopausia es el aumento de peso, que se suma a otras cuestiones como una mayor dificultad para deshacerse de la grasa localizada. Igual que en los primeros años de la regla el cuerpo cambia, cuando la menstruación desaparece el cuerpo sufre una serie de transformaciones. Amemos nuestro cuerpo en sus diferentes fases.
Alternativas a la terapia hormonal sustitutiva
Si no quieres recurrir a la terapia hormonal o tu médico ha considerado que no es lo más recomendable para ti, existen algunas soluciones para aliviar los síntomas habituales de la menopausia, tanto medicamentos como remedios naturales.
- Antidepresivos farmacológicos o naturales, para aliviar problemas de inestabilidad emocional y los sofocos.
- Hidratantes vaginales y lubricantes, para prevenir y solucionar la sequedad vaginal.
- Alimentación. Una gran idea es mejorar la dieta en la menopausia con alimentos ricos en fitoestrógenos, para regular las hormonas, y con lácteos, para prevenir la descalcificación de los huesos.
- Complementos como el calcio y la vitamina D.
- Ejercicio físico moderado, sobre todo de fuerza, para no perder la musculatura.
- Remedios naturales. Preparados de plantas que alivian los síntomas sin acudir a la química, masajes, meditación, acupuntura…
Una vez más, déjate aconsejar y guiar por profesionales, para que te recomienden las soluciones más adecuadas para ti y tu organismo en una fase tan importante de la vida como es la menopausia.