Embarazo molar: ¿qué significa? Síntomas y causas de esta complicación en el embarazo

Te contamos todo lo que necesitas saber sobre el embarazo molar. Qué significa, los síntomas y las causas de esta complicación.

marzo 5, 2023 Escrito por Isabel Sauras

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

No siempre las cosas ocurren como se espera y, aunque el cuerpo de una mujer es una máquina sorprendente capaz de fabricar bebés perfectos, a veces el asunto se complica y genera complicaciones como la llamada preeclampsia en el embarazo. Otro ejemplo es el caso del embarazo molar, que se produce por un crecimiento anómalo del tejido uterino provocado por una mala fecundación del óvulo y un error en el recuento de cromosomas. El problema fundamental es que sus síntomas pueden confundirse con los del principio de un embarazo normal. Consulta lo antes posible con tu equipo médico si sospechas que puedes estar sufriendo un embarazo molar.

¿Qué es un embarazo molar?

El embarazo molar, también llamado mola hidatiforme es un tipo de enfermedad trofoblástica gestacional que consiste en un crecimiento anormal del tejido de la placenta hasta convertirse en una masa o mole más o menos grande de quistes en forma de racimo. El embarazo molar puede ser parcial o completo, cuando ni siquiera hay rastro de tejido fetal dentro de la placenta. 

Lo peor de vivir un embarazo molar es que sus síntomas iniciales se confunden con los de un embarazo normal, de hecho el test de embarazo puede dar positivo y hasta es posible que en las primeras ecografías pueda verse un embrión aparentemente sano en el caso de un embarazo molar parcial. Sin embargo, esta anomalía suele llevar consigo la pérdida completa del embrión. 

mola hidatiforme

No hay que asustarse ni desesperarse si tu embarazo no se está desarrollando como esperabas, pero sí hay que pasar a la acción, ponerse en manos profesionales y solventar el problema inmediatamente. No actuar a tiempo puede traer consigo graves complicaciones. 

El riesgo de sufrir esta afección es bastante bajo, de hecho, solo una o dos de cada 100 mujeres embarazadas presentan este problema. Y además, haber sufrido un embarazo molar no impide que más adelante una mujer pueda tener un embarazo normal sin complicaciones. 

Es un crecimiento anormal del tejido de la placenta hasta convertirse en una masa o mole más o menos grande de quistes en forma de racimo. El embarazo molar puede ser parcial o completo, cuando ni siquiera hay rastro de tejido fetal dentro de la placenta. 

Tipos de embarazo molar

Se produce un embarazo molar cuando el óvulo no se ha fecundado correctamente y la información genética es incompleta. Para que un embarazo sea normal, el embrión debería recibir en total 46 cromosomas, la mitad del padre y la mitad de la madre. En función del tipo de fecundación, existen dos tipos de embarazos molares:

  • Embarazo molar parcial o incompleto: es el más frecuente y se da cuando el embrión es fecundado por dos espermatozoides, recibiendo demasiados cromosomas: dos grupos de cromosomas del padre y uno de la madre. El tejido placentario crece de forma anómala y el embrión no puede desarrollarse con normalidad, por lo que suele desembocar en un aborto espontáneo
  • Embarazo molar completo o total: Se produce cuando un espermatozoide fecunda un óvulo vacío. Al no existir cromosomas de la madre en este caso, los del padre se duplican y no hay información genética correcta. En la placenta no crece ningún tejido fetal y todo el crecimiento de tejido es defectuoso. 

Causas del embarazo molar

  • Tener más de 35 años podría aumentar el riesgo de sufrir un embarazo molar y también otras complicaciones gestacionales. Es un hecho que la edad importa cuando hablamos de embarazos. 
  • Haber sufrido un embarazo molar con anterioridad.
  • Tener antencedentes familiares de aborto espontáneo.
  • El déficit de ácido fólico y caroteno (vitamina A) se ha descrito como un factor de riesgo para sufrir embarazo molar. 

Lamentablemente, este tipo de complicaciones son impredecibles y es posible que se produzcan sin necesidad de que se dé en tu cuerpo algún factor de riesgo. 

Síntomas del embarazo molar

Como hemos comentado, uno de los peores inconvenientes del embarazo molar es que sus síntomas se pueden confundir con los del principio de un embarazo normal, tales como las náuseas o los vómitos, aunque suelen ser más fuertes de lo habitual. Pero además hay algunas señales que pueden indicar que deberías estar alerta:

  • Sangrado vaginal ligeramente oscuro.
  • Tensión alta.
  • Crecimiento demasiado rápido o demasiado lento del útero.
  • Sensación de hinchazón y dolor en el abdomen.
  • Podrías eliminar vía vaginal algún quiste de los alojados en la placenta. 
  • Anemia.

Diagnóstico del embarazo molar

Es fundamental ponerse en manos de un equipo especialista desde el momento en que  comiencen los síntomas para poder así descartar un embarazo molar o cualquier otra complicación en el embarazo.
Para diagnosticar el embarazo molar, lo normal es que tu médico se base en un análisis de sangre que determine el nivel de hormonas del embarazo, que aumentarán mucho más despacio que si se tratara de un embarazo sano y también en una ecografía pélvica donde pueda verse la anomalía. 

embarazo molar parcial

Tratamiento para embarazo molar

Si está claro que padeces un embarazo molar, lo lógico es que tu médico intervenga rápidamente para extraer de tu cuerpo todo el tejido molar que se ha creado.

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Existen varios procedimientos para esto y los más frecuentes son la aspiración endouterina o el legrado o raspado del tejido uterino. Todo depende de la cantidad de mola hidatiforme creada, pero es fundamental que desaparezca por completo porque en caso de durar demasiado podría desembocar en una complicación grave e incluso en un cáncer.

Después, el médico irá controlando periódicamente tus niveles de HCG (la hormona del embarazo) hasta que desaparezca por completo. Este será el indicativo de que el tejido molar ya no está presente en tu útero. El proceso suele durar entre seis meses y un año y, durante este tiempo, es conveniente que utilices algún método anticonceptivo para no quedarte embarazada. A partir de ahí, podrás buscar el embarazo sin riesgos, aunque no dejes de vigilar con lupa todo el proceso. 

En el caso de haber sufrido un embarazo molar completo o total, existe una pequeña posibilidad de que el tejido molar se niegue abandonarte después de todo. Esta complicación recibe el nombre de neoplasia trofoblástica gestacional persistente y suele tratarse con quimioterapia. En algunos casos se opta por una intervención quirúrgica para extraer el útero (histerectomía), una solución eficaz y definitiva si no tienes pensado tener hijos en el futuro. 

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