
¿Soy un bicho raro si nunca me duele la regla ni tengo SPM? No, tú también eres cíclica
Muchas veces cuando hablamos de tener la regla lo asociamos con malestar, cambios de ánimo, antojos… pero, ¿nos pasa a todas?
Tener molestias durante el ciclo menstrual es súper habitual. Tanto es así que recientemente se ha aprobado la baja por reglas dolorosas. De hecho, el otro día os preguntamos en nuestro perfil de Instagram si a lo largo de vuestro ciclo menstrual notáis algún síntoma y casi el 90% de las respuestas fueron afirmativas: dolor abdominal y lumbar, hinchazón, mal humor, hambre, acné…
Sin embargo hoy queremos hablar de algo menos habitual: la ausencia de síntomas. No es súper común, pero para muchas la regla pasa sin pena ni gloria. Y qué bien. ¿Esto indica que tenemos algún problema? ¡En absoluto! Nos hemos acostumbrado a sufrir, pero en realidad tener dolores no debería ser la norma.


No me duele la regla, ¿es normal?
Culturalmente hemos asociado tener la regla con algo incómodo y secreto que parecía que solo podíamos compartir en akelarres autorizados. Tiene mucho que ver con la educación sexual que hemos recibido que, sí, también afecta a nuestro ciclo. Hemos aprendido que la regla significa dolor hasta el punto de normalizarlo (tanto nosotras como los sanitarios). Este pensamiento, de hecho, nos ha llevado a tratar con ligereza la endometriosis o el síndrome del ovario poliquístico (SOP). Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.
Cuando lo que sientes va más allá de una molestia o algo incómodo para ser dolor -incluso hasta el punto de limitarte en tus actividades diarias- es muy recomendable acudir a consulta médica. No des por hecho que tiene que ser así.
A estas alturas, sobre todo si estás en el grupo de las mujeres con dolores, puede que te estés preguntando de qué depende tener o no síntomas en las distintas etapas del ciclo menstrual: durante la ovulación, en esos días premenstruales, cuando baja la regla…


Dismenorrea primaria y secundaria: los dos tipos de dolor de regla
Estas molestias de la regla reciben el nombre de dismenorrea y se clasifican en dos tipos: la primaria, que no tiene una causa oculta, y la secundaria, que sí puede esconder endometriosis, miomas, etc. Es decir, en el primer caso el dolor sí tiene que ver directamente con el ciclo menstrual y en el segundo es un síntoma de que algo no va bien.
En el caso de la primaria, ¿de qué depende? Tiene que ver con la sensibilidad de cada una, con la propia anatomía, con cómo actúan las hormonas… Cada cuerpo es diferente y único, por lo que es normal que también los ciclos se sientan de diferente manera. O pasen desapercibidos, en el mejor de los casos. Más allá de todo eso que no podemos controlar, las molestias pueden tener que ver también con el estilo de vida: una dieta equilibrada y mantenerse activa pueden ayudar a que sea más llevadero, siempre y cuando no tengas otras patologías y tu genética lo permita, claro.


¿Tiene que doler la regla?
Más allá de lo que ya hemos explicado y excepcionado, la menstruación no debería doler y el SPM tampoco nos debería anular. Si no hay otras patologías que están causando estos síntomas, es posible que necesites algo de educación menstrual, lo que incluye conocerse y aceptar los ciclos. Puede que tengas que observar y pensar qué nutrientes necesita tu cuerpo, qué actividad le viene bien, si descansas cuando tu cuerpo lo pide a gritos, si sufres estrés crónico… ¡Todo influye!
A menudo, cuando llega el dolor optamos por la vía “fácil” y/o “rápida” que es tomar un ibuprofeno, sin pararnos a pensar en que eso es un remedio puntual: si lo que queremos es dejar de sentir molestias tenemos que cambiar algo en nuestro día a día, y analizar si (con suerte) tiene efecto en nuestro ciclo.